Los padres de familia deben evitar subir fotos de sus hijos en uniforme de la escuela o en otras situaciones, como el baño.

“Pero nunca le hable a extraños y no les reciba nada que le ofrezcan”, ese es el consejo que todos escuchamos en algún momento de nuestros mayores, todo era para evitar que algún extraño nos hiciera daño.

Desafortunadamente siempre alguna persona non grata se acerca a un niño o un joven y lo engaña, al punto de abusarlo o secuestrarlo.

En una época donde la privacidad ya casi se perdió cortesía de la tecnología y las redes sociales y donde ambos padres están en la oficina trabajando, es primordial redoblar las medidas de seguridad para evitar un dolor a quien más queremos.

Lo primero es saber cómo identificar a un pederasta, de acuerdo con Edder Araya de Advocacy para Protección y Promoción de Visión Mundial, esta persona tiene inclinaciones de atracción sexual, fantasías u otras hacia menores de edad y las intenta o lleva a la práctica, tiende a percibir a la víctima como un objeto de sus fantasías sexuales, busca mantener contacto directo con niños o adolescentes (NNA), estar a solas, mostrarse cercano y de confianza.

No existe un perfil específico, en algunas ocasiones presentan acciones como exhibicionismo, voyeurismo, comentarios sexualizados con menores de edad, preguntan por la intimidad sexual de ellos, exhibición de pornografía, interactuar con menores de edad por internet en distintas redes sociales o salas de chat en juegos de video en línea, haciéndose pasar por menores de edad, conocido como grooming.

Paula García, psicóloga, comentó que en la rutina pueden parecer inofensivos y llevar una vida común, las investigaciones arrojan que la mayoría de los pederastas son hombres aunque también hay mujeres.

Cuidados

Rodolfo Meneses, abogado del Centro de Orientación e Información del Patronato Nacional de la Infancia (PANI), expresó que tanto padres como hijos deben extremar las medidas de seguridad, primero vigilar las fotografías que se suben a las redes, tratar de no identificar el centro escolar en donde estudia el niño o joven, conversar con el adolescente del peligro de subir fotos en poses sugestivas.

“Los padres deben conocer a cada adulto que conocen sus hijos y a todos los niños 5 años mayores a ellos… no exponer a los chicos en especial a las chicas con ropa que sea inadecuada para su edad (vestirlas con ropa de adultas o minifaldas o adolescentes con escotes muy pronunciados), enviarlos a las famosas «pijamadas», evitar juegos de contacto o nalgadas de «juego» o caricias en lugares inapropiados hay que estar muy atento a la interacción de un adulto/a con nuestros hijos o encargados y desconfiar de todos aunque suene extremo”, señaló García.

La gran mayoría de niños y adolescentes tienen acceso al celular o la computadora, por lo que es vital que los padres controlen el contenido, tener en las noches los aparatos con ellos, ubicar la computadora en un lugar visible, aplicar el control parental o crear una sesión especial para los más pequeños de la casa.

Nunca está de más reiterarles que tengan prudencia a la hora de subir fotografías, en especial cuando están en las fiestas, aplicar filtros de seguridad a sus perfiles de redes sociales y no revelarles datos personales o sensibles a extraños que entablen conversaciones con ellos por medio de las mismas.

Señales de abuso

No se puede encerrar a los hijos en la casa, por ello, es necesario que los padres aprendan a reconocer posibles señales de abuso: “trastornos del sueño, mojar la cama luego de muchos años de no hacerlo, cambios en las conductas escolares, baja autoestima, aislamiento e intimidación, respuestas bruscas a situaciones que eran normales, ansiedad, conductas y comportamientos sexualizadas que no corresponden a su etapa de desarrollo, en edades más avanzadas pueden presentar adicciones, conductas de autolesión y rebeldía inusual”, enumeró Araya.

La escucha asertiva es vital, no lo cuestione, escuche la historia, como indicó Paula García si hay alguna sospecha busque ayuda profesional para el niño o adolescente, siempre créale y si esto sucede o si conoce de alguna persona que está pasando por esto aunque el proceso legal es engorroso es absolutamente necesario por eso hay que denunciar aun cuando sea un familiar.

Meneses puso a disposición de las líneas de ayuda del PANI donde se puede pedir orientación, por ejemplo en lo que va del año ellos  han presentado 15 denuncias a la Fiscalía de Delitos Sexuales.

Redes sociales representan más peligro

De acuerdo con Rodrigo Picado, oficial de investigación de la  Fiscalía de Delitos Sexuales del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), los pederastas atacan en las redes sociales, ellos se hacen pasar por niños o adolescentes para contactar a sus posibles víctimas y se ganan la confianza a tal punto que les revelan información delicada o intercambian fotografías.

“Los padres deben tener un control adecuado en todos los perfiles de redes sociales y las aplicaciones de mensajería instantánea como WhatsApp, Lime, entre otras”, enumeró Picado.

Declaró que los pederastas se aprovechan de la inocencia de los niños y jóvenes, los buscan porque muchos de ellos en su información de perfil de red social anotan su número de teléfono y/o cuenta de correo.

Gracias a la  Ley de Delitos Informáticos, ya no es necesario que el pederasta se acerque en persona a su posible víctima, ya que el artículo 167 BIS del Código Penal contempla el delito de seducción o encuentro a menores por medios electrónicos permite a los padres o encargados presentar las capturas de pantalla de las conversaciones para poner la denuncia.

“Hay que tener muy claro que en los perfiles o en los sitios webs la información puede cambiar, como el nombre o la foto de perfil, por eso las capturas son importantes y cualquier otra información que se tenga de la persona o que hayan compartido de manera privada, nosotros como policías tenemos acceso a lo público, pero toda esa información que se compartió entre víctima y victimario es vital”, declaró.

Para denunciar un delito de este tipo se puede presentar al OIJ en la oficina de Recepción de Denuncias, la Unidad de Trata de Personas, en la de Delitos Sexuales, llamar a la línea confidencial 800-8000645 o en la delegación policial más cercana.

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