Inspirado en el deseo y hasta el compromiso de completar un ciclo de dignificación de la mujer, de crítica al sistema patriarcal y de potenciar una nueva masculinidad, Carlos Díaz escribe poesías en pro de las mujeres.

Poeta, escritor, filólogo y profesor universitario, Carlos Díaz Chavarría, es el primer autor costarricense en escribir un poemario netamente dedicado a la reivindicación femenina con un alto grado de denuncia, humanismo y solidaridad entre mujeres y hombres.

Además de su amplio curriculum, se desempeña como articulista en diferentes medios de comunicación escrita desde el año 1989 y es comentarista del programa matutino PANORAMA desde hace 17 años.

Ha publicado tres libros de poesía: Mi propio tiempo (1997), Aguas en celo (2000) y La otra mitad de mi diferencia (primera edición 2012, segunda edición 2014, tercera edición 2015). Así como ensayos llamados: De panorama en panorama (2003). Inéditos: Soles de barro y Días de diálogos.

Este último libro, llamado: “La otra mitad de mi diferencia” versa sobre poesía de género feminista, a través del texto se percibe un cuestionamiento de la discriminación vivida por el sector femenino a partir de esquemas patriarcales, además es un reclamo también a las mujeres quienes han sido cómplices de perpetuar el machismo y un reconocimiento a todas aquellas quienes, desde diferentes trincheras, han brindado sus luchas y compromisos para romper esquemas opresores, dijo el escritor.

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Inspirado en el deseo y hasta el compromiso de completar un ciclo de dignificación de la mujer, de crítica al sistema patriarcal y de potenciar una nueva masculinidad, es lo que incita a Carlos a escribir para las mujeres, además de sus abuelas y su madre Lilliana Chavarría quién ha sido su gran inspiración, soporte y poesía.

Según comenta el escritor, en toda su trayectoria se ha visto marcado por distintas mujeres como: la primera presidenta de la Asamblea Legislativa de Costa Rica Rosemarie Karpinsky, la exministra de Cultura Marina Volio, la Premio Magón 2013 Yadira Calvo, la inolvidable Teresa de Calcuta, la folclorista Carmencita Granados, la maravillosa Mercedes Sosa.

La escritora Isabel Allende también ha sido influencia para él, ya que ilustra que su vida ha estado permeada de un lazo ancestral con lo femenino, una firme cadena de extraordinarias mujeres que lo formaron y siguen alimentando con las fuerzas nutritivas de la inspiración.

Carlos considera que en el país, por más avances en la temática de género, por más leyes que se hayan promulgado o por más presidentas que se tengan, sigue existiendo una batalla entre los sexos, aún existe una desigualdad de género.

Lastimosamente a la mujer la forman en un esquema, se deben eliminar estereotipos, pero es ella la que debe construir una identidad más consciente de su ser, de sus dicotomías, de sus fortalezas y debilidades, de su sexualidad y capacidad cognitiva para procurar cambios en la visión de sí misma, atreviéndose a pensar diferente, a no permitir la dependencia esclavizante y no dejarse llevar por esa presión social que muchas veces es la encargada de promover la distinción de género, finalizó el poeta femenino.