Es candidata a diputada por el primer lugar por San José del Partido Liberal Progresista y buscará promover un Estado pequeño y eficiente.

Ingeniera industrial, madre de dos hijos, amante de los animales, compañera y empresaria, es así como se puede describir a Marta Blanco Cordero, dueña de Bee Sweet y actual candidata a diputada por San José.

Blanco nació el 17 de enero de 1966, creció en San José en el seno de una clase media, es hija única de madre, su papá la enseñó a jugar ajedrez y a leer, luego ella y su mamá continuaron el camino, la describe como inteligente y trabajadora con ideas para emprender y que supo salir adelante sola.

Su familia está conformada por su pareja de casi 20 años y dos hijos adultos que han estudiado en las mejores universidades del mundo por su propio esfuerzo, además, tiene seis perritas y una gatita, todas rescatadas.

“Me orienté por el área de las ingenierías pues siempre he tenido facilidad para las ciencias y matemáticas. Empecé estudiando en la Universidad de Costa Rica (UCR) Ingeniería Civil donde éramos cuatro mujeres en una generación de 100 estudiantes. Luego de vivir en Inglaterra por cerca de 10 años, donde nacieron mis hijos, regresé a Costa Rica y tomé la decisión de estudiar Ingeniería Industrial”, expresó.

Para ella, su carrera simboliza una forma de ser y pensar y se siente totalmente identificada, le encanta la diversidad que ofrece y la variedad de áreas donde uno se puede desempeñar: administradora, empresaria o emprendedora social.

Dulce emprendimiento

En 2009 viajó a Chile con unos socios, fue ahí donde conoció la idea de negocio que hoy es una de las cadenas más importantes del país: Bee Sweet, la cual vende golosinas.

“Siempre me he caracterizado por ser muy rápida y “atajar” las oportunidades en el aire. Luego de eso realicé un estudio de mercado que arrojó posibilidades interesantes y ahora 9 años después, tengo 10 puntos de venta y la primera franquicia abrió recientemente en Turrialba”, manifestó la ingeniera Blanco.

El crecimiento inicial fue agresivo pero matizado de muchos retos como el acceso al crédito, sus primeras operaciones crediticias fueron a un interés muy alto y es parte de los retos que tienen que superar los emprendedores en este país por esa razón que conozco de primera mano que se debe hacer para disminuir trámites y agilizar la economía.

Política

Hace unos meses, Blanco incursionó en la política de la mano del Partido Liberal Progresista, ante la enfermedad de Eli Feinzaig, líder de la agrupación y candidato a diputado por el primer lugar por San José, ella asumió el reto.

“Considero que luego de los graves escándalos de corrupción recientes, es necesario que nuevos actores se involucren en la política nacional y ayuden a elevar el nivel de pensamiento y gestión en los puestos de elección popular. Por esa razón tomé la decisión de dar un giro en mi vida y aventurarme con mucha ilusión para poder tener un impacto positivo y sentar las bases para que el  Partido Liberal Progresista se convierta en una opción para el Poder Ejecutivo en el 2022”, aseguró.

El liberalismo es pragmático y es parte de las razones por las que comulga con él, los partidos y las propuestas políticas deben adaptarse a las condiciones del país y el mundo, son cuatro los pilares básicos en los que trabajarán: mejora de la calidad de vida, disminución del costo de la vida, proveer oportunidades y promover un Estado pequeño y eficiente.

“Pero realmente, lo más valioso que pongo a disposición de los votantes y del país es toda mi experiencia, mis habilidades de comunicación y ejecución; asegurándoles con toda entereza, que si me privilegian con su confianza, estaré proponiendo y apoyando con alma, cuerpo y corazón los proyectos que ayuden a sacar a Costa Rica de la encrucijada donde se encuentra”, declaró la Ingeniera Blanco.

Considera que para que las mujeres se acerquen a la política se necesita un cambio en el paradigma de educación, donde desde el inicio escolar se eliminen las barreras culturales y roles asignados a niñas y niños, las nuevas generaciones puedan repensar los estereotipos y realizarse en cualquier profesión.

“Poco a poco la inclusión y participación de la mujer ha mejorado, y es ahí donde espacios como Revista Petra permiten la visibilización de lideresas que se convierten en modelos a seguir por las más jóvenes. Existen muchas organizaciones que aportan en este sentido, tanto a nivel nacional como internacional, es el caso de Voces Vitales-Washington del cual fui becaria en el 2016-2017”, señaló.

En materia de género, asegura que se requiere un cambio cultural porque en el siglo XXI la mujer sigue teniendo un rol doble de profesional y encargada del hogar, esto tiene un impacto en la calidad de vida de la fémina por la intensidad de su agenda, pero también, como sociedad pagamos el precio de no romper el ciclo de los modelos que le damos a nuestros niños.

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