Un día como hoy en 1960, las hermanas Patria, María Teresa y Minerva Mirabal, activistas políticas de República Dominicana, fueron asesinadas por órdenes del dictador Rafael Leónidas Trujillo Molina.

 

En recordación a las hermanas Mirabal, el 17 de diciembre de 1999 la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) decidió que cada 25 de noviembre se conmemorará el Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer.

La violencia contra las mujeres parece no detenerse, la sufren en múltiples manifestaciones que van desde la casa, la calle, el trabajo y en los medios de comunicación.

Hemos visto muchos casos, por ejemplo el año pasado una mujer fue agredida por un hombre cuando ella le reclamó por insultarla, los periodistas siguen destacando los atributos físicos de una deportista o la vestimenta de una política en lugar de su trabajo o trayectoria.

De acuerdo con estadísticas del Poder Judicial, en los últimos 10 años en Costa Rica la violencia le ha costado la vida a más de 400 féminas, datos del Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC) indican que en promedio al año se registran 500 partos de niñas entre los 10 y 14 años que fueron violadas.

Por su parte, una encuesta realizada en el 2015 sobre acoso sexual demostró que 6 de cada 10 mujeres dijeron haber sido víctimas del acoso sexual en la calle.

Las estadísticas del Poder Judicial señalan que en el año 2010 se registraron 31 femicidios, para el 2011 la cifra subió a 42, en el 2012 fueron 26, para el 2013 se reportaron 18, durante el 2014 aumentó a 22, el 2015 cerró en 27 y para la primera semana de noviembre la estadística es de 22 muertes, sin embargo, podría subir porque hay 17 casos en investigación.

“La violencia contra las mujeres parece no acabar y lo peor es que frente al reclamo de igualdad, respeto y justicia, la respuesta es muchas veces más violencia, que se extiende hasta el sistema de derechos humanos e institucionalidad que las defiende”, expresó Alejandra Mora, Ministra de la Condición de la Mujer y Presidenta Ejecutiva del Instituto Nacional de las Mujeres (INAMU).

Situación mundial

Tristemente esto es una pandemia, por ejemplo en 2012 un estudio realizado en Nueva Delhi reflejó que el 92% de las mujeres comunicó haber sufrido algún tipo de violencia sexual en espacios públicos a lo largo de su vida, y el 88% manifestó haber sufrido algún tipo de acoso sexual verbal a lo largo de su vida.

En el caso de la Unión Europea, una de cada 10 damas declaró haber sufrido ciberacoso desde la edad de los 15 años, lo que incluye correos electrónicos o mensajes SMS no deseados, sexualmente explícitos y ofensivos, o bien intentos inapropiados y ofensivos en las redes sociales. El mayor riesgo afecta a las mujeres jóvenes de entre 18 y 29 años de edad.

En 29 países de África y Medio Oriente se concentran las mayores cifras de violencia a la mujer. Según el informe de 2015 «The World’s Women Report», más de 125 millones de niñas y mujeres han sido víctimas de mutilación genital.

El sureste asiático es la región más afectada por violencia por parte de la pareja, ya que el 37.7% de las mujeres la sufre, los datos incluyeron a Bangladesh, India, Myanmar, Sri Lanka, Tailandia y Timor Oriental.

En Colombia durante 2015, 1.007 mujeres fueron asesinadas y hubo 16 mil casos de violencia sexual denunciados. Las ciudades con más reportes de agresión contra las mujeres  son: Bogotá, Cali y Medellín, siendo las menores  entre los 10 y 14 años las principales víctimas, Medicina Legal también reveló que se registraron más de 37 mil casos de violencia sexual y psicológica.

Trabajo por hacer

Según Mora, desterrar la violencia contra las mujeres es un derecho y una exigencia, es una ética pública de respeto para las féminas,  pero es al mismo tiempo una ética para toda la sociedad porque contribuye en la reconstrucción del tejido social, con damas libres de violencia que socializan y viven desde la fortaleza que les da saberse respetadas.

No hay duda que todo empieza por casa, nuestra sociedad es machista, patriarcal, solo hemos tenido una mujer Presidenta de la República, solo dos han estado al frente de la Asamblea Legislativa y hasta ahora una encabeza la Sala Constitucional.

Está la Ley N° 8589 «Penalización de la violencia contra de las mujeres», el área de Violencia de Género del INAMU cuenta con cuatro unidades para la atención de las mujeres agredidas: la Delegación de la Mujer, los tres Centros Especializados de Atención y Albergue Temporal para Mujeres Agredidas, sus Hijos e Hijas (CEAAM), ubicados en la Zona Atlántica.

Asimismo, la mayoría de ministerios y municipalidades de este país tienen una oficina especializada, el Ministerio de Seguridad Pública por ejemplo fue la primera cartera en publicar un reglamento contra el acoso laboral y emitir directrices como uniformes especiales para las mujeres oficiales.

También se trabaja con socios estratégicos, en conjunto con la Unión de Clubes de Fútbol de la Primera División (UNAFUT) establecieron una alianza para capacitar a los jugadores de Primera División y Fuerzas Básicas en prevención de la violencia y fomento de masculinidades positivas.

El objetivo es prevenir el maltrato, fomentar roles masculinos no violentos y respetuosos hacia las mujeres, estimular la paternidad y sexualidad responsables,  y  sensibilizar sobre el impacto negativo de la violencia en la sociedad.

Se transmiten anuncios con el slogan #MachisNO, donde el hombre logra controlar su ira ante su pareja.

“Costa Rica requiere de liderazgos que impulsen y sostengan los avances y que no toleren los retrocesos; que le recuerden a las nuevas generaciones cuánto nos ha costado cada camino avanzado; necesita mujeres y hombres sensibles y defensores de la igualdad y a una institucionalidad fortalecida encabezada por el INAMU que lidere nacionalmente este proceso en alianza con todas las instancias de la sociedad civil, empresarial, política, social, económica, asumiendo comprometidamente que la igualdad y la no violencia es un asunto de todas y todos”, enfatizó Mora.

UNA SOMOS TODAS, es el lema de este 25 de noviembre y para hacer esto una realidad, necesitamos una sociedad respetuosa de las diferencias, hombres y no machos y mujeres empoderadas de sus vidas.

 

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