La African Girls Can CODE (Las niñas africanas pueden codificar) tiene como objetivo capacitar a las niñas africanas en habilidades tecnológicas y de codificación fundamentales
En todo el mundo, 3700 millones de personas no tienen acceso a internet. La mitad de ellas son mujeres. En algunas partes del planeta, la brecha digital de género se ha acortado, pero, de acuerdo con los datos disponibles, está creciendo en África.
La pandemia de COVID-19 ha demostrado que el acceso a la tecnología ha dejado de ser un lujo para pasar a ser una necesidad, sobre todo, para las niñas. La brecha digital de género está presente en todo el mundo: las niñas están en una situación de desventaja cuando se trata de la adopción digital, tienen menos acceso a la tecnología y su uso que los niños y, a menudo, no se benefician de la tecnología digital como los niños.
Para abordar este problema, ONU Mujeres, en asociación con la Comisión de la Unión Africana (AUC) y la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), puso en práctica la iniciativa African Girls Can CODE (Las niñas africanas pueden codificar) para capacitar a las niñas africanas en habilidades tecnológicas y de codificación fundamentales. Tras su lanzamiento en 2018, durante la primera etapa de la iniciativa African Girls Can CODE (AGCCI), se capacitó a 600 niñas, se elaboró una guía sobre la incorporación de las TIC, el género y la codificación en los planes de estudio nacionales en todo el continente, se puso en marcha una plataforma de aprendizaje en línea y se organizaron varios seminarios web para continuar con el aprendizaje durante la pandemia.
Este año, el Foro Generación Igualdad, organizado por ONU Mujeres y los Gobiernos de Francia y México en colaboración con la sociedad civil, presentó la revolucionaria Coalición para la Acción sobre Tecnología e innovación para la igualdad de género y recopiló los compromisos de todo el mundo, incluso del líder de la Coalición Nacional, el Gobierno de Ruanda. La Coalición para la Acción abordará la brecha digital de género, dada su creciente importancia con la pandemia de COVID-19 y las medidas impuestas para contenerla.
Foto: Shelagh Murphy