
Mujeres y niñas fueron obligadas a casarse, para huir del régimen talibán violentamente instalado, a mediados de agosto, en Afganistán, de acuerdo con lo informado por la cadena de televisión informativa estadounidense Cable News Network (CNN).
Al citar a fuentes familiarizadas con el tema, el medio de comunicación indicó que los casos fueron descubiertos en un centro de registro de personas rescatadas durante el puente aéreo multinacional que, encabezado por Estados Uniodos, se llevó a cabo durante la segunda mitad de agosto, con punto de salida en el Aeropuerto Internacional “Hamid Karzai” -en Kabul, la capital afgana-.
El centro, donde se evalúa la reubicación de las personas extraídas del país asiático, opera en Emiratos Árabes Uniodos (EAU), de acuerdo con la versión periodística difundida el 3 de setiembre.
Entretanto, defensoras de los derechos de las mujeres en Afganistán, plantearon la necesidad de ayuda, de parte de la comunidad internacional, para apoyar al sector femenino de la población nacional, según lo informado por el diario español El País.
“Funcionarios estadounidenses que registran a refugiados afganos en el extranjero alertaron recientemente al Departamento de Estado sobre casos en los que mujeres y niñas fueron obligadas a casarse o llegaron con parejas masculinas que se hicieron pasar por sus maridos para ser elegibles para la evacuación y poder escapar de los talibanes, según dos fuentes familiarizadas con el asunto”, indicó la cadena de televisión estadounidense.
“Los hechos descritos por fuentes a CNN fueron revelados cuando los afganos se encontraban en un centro de tránsito en el extranjero”, precisó.
“Las fuentes subrayaron la desesperación entre los afganos por huir del país después de la toma de posesión de los talibanes y el temor de lo que su gobierno podría significar para las mujeres y las niñas”, de acuerdo con la versión periodística.
“No está claro qué tan extendido está el problema, pero generó suficiente preocupación para que los diplomáticos estadounidenses en los Emiratos Árabes Unidos enviaran un cable”, señaló el medio norteamericano.
“Las fuentes dijeron que algunas mujeres y niñas afganas alojadas en uno de los centros de evacuación en los Emiratos Árabes Unidos informaron que sus familias las habían obligado a casarse afuera del aeropuerto de Kabul para que pudieran escapar del país cuando los talibanes tomaron el poder”, agregó, a continuación.
La estación aérea, al igual que sus alrededores, fue escenario, durante las dos semanas que duró la operación de extracción, de la presencia de miles de personas -incluidos extranjeros quienes se hallaban en Afganistán- aguardando para abordar alguno de los aviones militares utilizados para el rescate.
Un punto del área exterior de la instalación, fue, la tarde del 26 de agosto, escenario de un atentado suicida con explosivos, lo que resultó en el saldo de más de un centenar de víctimas fatales -la mayoría civiles, y más de una docena de militares estadounidenses-.
CNN informó, además, que “en algunos casos reportados, las familias pagaron miles de dólares a los hombres elegibles para la evacuación para que se casaran o para que se hicieran pasar por esposos y lograr que las mujeres huyeran”.
En cuanto al conocimiento de los matrimonios forzados, la cadena de televisión señaló que “una de las fuentes dijo que los diplomáticos estadounidenses en los Emiratos Árabes Unidos brindarían orientación a quienes trabajan en el centro sobre cómo identificar a las posibles víctimas de trata de personas”.
“Otro dijo que el Departamento de Estado había indicado que se coordinaría con el Departamento de Seguridad Nacional y el Departamento de Defensa”, agregó, sin precisar detalles.
El medio de comunicación explicó que “Estados Unidos depende de terceros países para que los afganos hagan paradas temporales antes de volar al país norteamericano o a otros países”.
“Una vez que están en esos terceros países, se los procesa e investiga antes de continuar sus viajes”, agregó.
“Algunos viajan a Estados Unidos, donde los funcionarios están utilizando una serie de bases militares para albergar a los evacuados”, puntualizó.
Citada por CNN, la fundadora y directora ejecutiva de Learn -organización no gubernamental defensora de los derechos de las mujeres, incluido el acceso a la educación-, la afgana Pashtana Durrani, expresó preocupación ante la perspectiva de que, en el marco de la presente crisis sociopolítica en el país, se pierda el avance logrado, en materia de género, durante las pasadas dos décadas.
Durrani hizo así alusión a los veinte años transcurridos desde 2001, cuando una coalición militar encabezada por Estados Unidos, invadió Afganistán y derrocó al régimen del movimiento fundamentalista islámico armado Talibán, entonces en control de dos tercios del territorio nacional.
“Llevamos bastante tiempo llorando la caída de Afganistán”, dijo la activista, en declaraciones que formuló, en agosto, a CNN, luego del violento regreso de los talibanes al poder.
“Entonces, no me siento muy bien”, expresó, para agregar que, “al contrario, me siento muy desesperanzada”.
En ese sentido, El País informó, el 1 de setiembre, que periodistas y defensoras de los derechos de las afganas denunciaron persecución por parte del recién instalado régimen talibán.
Varias de ellas, huyeron, de diferentes ciudades, hacia Kabul, donde se alojaron en una casa de refugio, según lo indicado por el periódico español.
En ese inmueble, donde se mantienen ocultas, produjeron un video en el cual solicitan ayuda, agregó El País, uno de los principales medios de comunicación europeos.
“En las imágenes se las ve de espaldas manteniendo una reunión en la que debaten sobre lo que significa la llegada al poder de los talibanes”, relató.
“No tienen duda de que supone el fin de dos décadas de avances para las afganas”, precisó, para agregar que “rechazan que los extremistas hayan cambiado respecto a cuando gobernaron a finales del siglo pasado”.
En cuanto a declaraciones que un portavoz del régimen formuló, tras la toma del poder, tratando de proyectar una imagen menos extremista, el periódico señaló que las denunciantes consideran que se trata de “una mentira para ganarse a la comunidad internacional”.
“Esperaban que alguna de las organizaciones extranjeras con las que han colaborado en estos años las ayudara a salir del país”, lo que “no ha sido posible”, pero, “aun así, no desesperan”, planteó.
En ese sentido, la periodista Katrina Omari, quien se desempeñaba profesionalmente en la norteña ciudad afgana de Balj, “desafiando el riesgo de darse a conocer”, reveló, a El País, aspectos de la realidad nacional principalmente para las mujeres.
“Nada volverá a ser igual”, vaticinó, además de subrayar que las vidas de las afganas están en peligro.
“Por eso pido, a la comunidad internacional, que nos ayude a salir de Afganistán”, expresó, a continuación.
En términos coincidentes, Homaira Moradi, también periodista, denunció que, a las profesionales en su gremio, se les prohíbe trabajar.
Igualmente, formuló una exhortación de proyección mundial, en el sentido de que
“no se olviden de las mujeres de Afganistán, en estos tiempos difíciles”.
En declaraciones formulada el 26 de agosto, la alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, la chilena Michelle Bachelet, advirtió que, el trato que el régimen talibán dé, a la población femenina, determinará la posición de esa administración respecto a las garantías fundamentales.
Al participar, en la sesión especial llevada a cabo, ese día, por el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, para abordar la crisis afgana, reveló que, de acuerdo con informaciones en poder de la oficina que dirige, el gobierno instalado, por la fuerza, el 15 de agosto, ha cometido violaciones a los derechos esenciales.
“Una línea roja fundamental, será la forma en que los talibanes traten a las mujeres y a las niñas, y respeten sus derechos a la libertad, la libertad de movimiento, la educación, la expresión personal, y el empleo, conforme a las normas internacionales en materia de derechos humanos”, planteó la comisionada, una socialista ex presidenta (2006-2010, 2014-2018) de Chile.
“Garantizar el acceso a una educación secundaria de calidad, para las niñas, será un indicador esencial del compromiso con los derechos humanos”, reafirmó.
Surgido en 1994, en el marco de la guerra civil afgana (1992-1996), el movimiento fundamentalista islámico Talibán estuvo en control, desde 1996 hasta 2001, de aproximadamente tres cuartas partes de los algo más de 652 mil kilómetros cuadrados que constituyen el territorio afgano.
La violenta administración talibana -caracterizada por las brutales violaciones a los derechos humanos, en particular de las mujeres y las niñas- fue derrocada en diciembre de 2001, cuando Afganistán fue escenario de una invasión militar, encabezada por Estados Unidos.
No obstante esa derrota, el movimiento se mantuvo, desde entonces, en resistencia armada.
Tras el reciente retiro de las tropas estadounidenses -las fuerzas extranjeras que mantenían la ocupación en el país asiático-, la ofensiva talibana logró el objetivo de derrocar al gobierno del presidente (2014-2021) Mohammad Ashraf Ghani, cuando tomó el control de Kabul, el 15 de agosto de este año.