La verdadera persona que dio origen al cine narrativo y de ficción, fue una mujer, y su nombre fue Alice Guy

Cuando hablamos de la historia del cine, normalmente tomamos como punto de partida aquella invención de los hermanos Lumière patentada en 1895 como “cinématographe” (cinematógrafo). A pesar de que antes de ellos ya habían sido creados algunos aparatos con ciertas similitudes, se podría decir que fueron los hermanos quienes le dieron un impulso más significativo a esta máquina, capaz de filmar y proyectar imágenes en movimiento, dando origen al cine como lo conocemos.

La historia nos cuenta también cómo el gran ilusionista Georges Méliès, después de conocer el funcionamiento de esta máquina, intenta adquirirla. Al ser negada su oferta, comienza a experimentar y hacerse de su propio cinematógrafo con el que más tarde estaría realizando proyecciones en su teatro, combinando esta nueva herramienta con sus habilidades en el ilusionismo y básicamente así comenzaron a realizarse las primeras películas de la historia del cine. Pero existe un GRAN paréntesis en medio de todo esto, ya que entre los Lumière y Melies, existió una mujer. Una mujer a la que la historia no solo ha borrado casi por completo, sino que sus películas fueron atribuidas al que alguna vez fue su esposo (¡qué novedad!). Lo cierto es que la verdadera persona que dio origen al cine narrativo y de ficción, fue una mujer, y su nombre fue Alice Guy.

Alice trabajaba como secretaria de Léon Gaumont, quien tenía una compañía que se dedicaba a la fotografía. Junto a él asistió en una ocasión a una presentación especial de los hermanos Lumière, donde se presentó el cinematógrafo antes de su presentación oficial el 28 de diciembre de 1895, y fue entonces donde verdaderamente comienza la historia.

Tan solo un año después, Alice estaba ya presentando su primera película llamada “La Fée aux Choux” (El hada de los repollos), basada en un cuento popular francés, y en la cual actúa como guionista, directora y actriz, convirtiéndola en la primera directora de cine de la historia y la primera persona en crear una película narrativa. En 1905 fue nombrada supervisora de los demás directores de la compañía Gaumont.

También fue pionera de los efectos especiales, donde implementó nuevas técnicas cinematográficas y realizó grabaciones con el Gramófono (el primer sistema de grabación y reproducción de sonidos) paralelamente a la grabación de imágenes. Dirigió, produjo y supervisó más de 600 películas que tocaban todos los géneros fílmicos y las primeras películas a color.

En 1907 se casó con un empleado de la compañía llamado Herbert Blanché, y fue entonces cuando comenzó a firmar sus cintas como Alice Guy-Blanché. Juntos fundaron la productora Solax, que rápidamente se convertiría en una de las más prestigiosas de la época, y bajo la cual produjeron la primera película con elenco de actores negros, y que además, representaban a una familia adinerada que adopta un estilo de vida aristocrático, lo cual se alejaba de los estereotipos que limitaban a los negros a aparecer como criados.

Tras su divorcio en n 1922, su productora y su carrera comenzaron a decaer, hasta que la historia la enterrara casi por completo. No fue hasta hace un par de décadas cuando comenzó a ser estudiada nuevamente y se comenzó a reivindicar su legado.

Alice también se caracterizó por utilizar protagonistas masculinos y femeninos por igual en sus películas y en el año 1913 escribió «Woman’s Place in Photoplay Production» donde denunció la exclusión que estaban teniendo las mujeres en el mundo del cine y afirmó que las mujeres son las que mejor expresan los sentimientos y, por lo tanto, serían mejores para hacer cine: «Las mujeres son una autoridad en el campo de las emociones».

En 1953 recibió el galardón de «Legión de Honor» por el gobierno francés. Cuatro años después la Cinemateca Francesa le rindió un último homenaje, antes que la historia comenzara a borrar las huellas de su paso por una industria donde -en apariencia- ha imperado presencia masculina, hasta el día de hoy.