Tanto la apnea del sueño como el ronquido, pueden afectar la esfera sexual y provocar problemas tanto en el deseo sexual, como con la erección.

Dormir es importante para brindarle al cuerpo y al cerebro tiempo para recuperarse del estrés del día y a sentirse más alerta, optimista y a tener una mejor relación con las personas.

Existen más de 100 trastornos diferentes de sueño y de vigilia. Estas se pueden agrupar en cuatro categorías principales:

  1. Problemas para conciliar el sueño y permanecer dormido (insomnio)
  2. Problemas para permanecer despierto (somnolencia diurna excesiva)
  3. Problemas para mantener un horario regular de sueño (problema con el ritmo del sueño)
  4. Comportamientos inusuales durante el sueño (conductas que interrumpen el sueño)

Las alteraciones del sueño inicialmente fueron abordadas desde una perspectiva psicológica y fue hasta hace unas cuantas décadas que la medicina comenzó a abordar estos problemas y a estudiar las consecuencias sobre la salud.

Recordemos, que roncar, siempre fue considerado algo normal, una característica graciosa, incómoda, pero nada más. Hoy, por el contrario, sabemos que las personas que roncan tienen mayor riesgo de desarrollar diversas enfermedades entre ella presión alta, diabetes, elevación de las grasas, entre muchas otras.

La persona que ronca también puede desarrollar, un problema para respirar que se denomina apnea del sueño, que consiste en que la respiración se detiene unos instantes, y luego retoma su patrón normal, con el agravante que esto sucede varias veces durante la noche. Estas apneas también son muy nocivas para el organismo y propician diversas enfermedades.

Hoy sabemos que tanto la apnea del sueño como el ronquido, probablemente afectan la esfera sexual y se cree que pueden provocar problemas tanto en el deseo sexual como con la erección. Afortunadamente hoy conocemos bastante sobre estas alteraciones y contamos con diversos tratamientos que nos permiten tratar las apneas y el ronquido, así como el problema sexual de fondo.