La inseminación o adopción cumple el sueño de criar a un hijo o hija, y de experimentar la alegría de agregar un nuevo miembro a su familia

En nuestra cultura el matrimonio tiene muchos objetivos y desde luego que crear una familia es uno de los más importantes.

Los niños cambian de forma radical la vida de la pareja y es claro que grandes sectores de la sociedad no conciben una relación sin hijos. Bajo estas coordenadas es fácil entender que enterarse de que se es estéril representa un duro golpe tanto para un hombre como para una mujer.

Por lo general estas noticias van seguidas de un periodo de apatía, desánimo y tristeza que condicionan la vivencia diaria de ambos, la vida sexual decae, y las muestras de afecto también suelen declinar, y es frecuente que se maneje la idea de que ya el matrimonio no tiene sentido, que perdió su razón de ser.

Cuando esta apatía es muy acentuada o persiste por semanas y alcanza dos o más meses, es recomendable buscar ayuda profesional cuanto antes, con el fin de sacar adelante la relación de pareja y barajar las diversas opciones para formar una familia, ya sea con la inseminación heteróloga, o adopción.

Al inicio, estas opciones parecen extrañas y hasta impropias, pero una vez que se recibe la información y los pormenores, muchas parejas se ilusionan y vitalizan su dinámica marital.

Foto: Pavel Danilyuk