Este 25 de noviembre, se celebra como todos los años, el “Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer”, que constituye una jornada dirigida a sensibilizar, concientizar y reflexionar sobre el problema de la violencia contra la mujer. La fecha se escogió en conmemoración al día de 1960, en que fueron asesinadas las hermanas Mirabal por la policía secreta del dictador dominicano Rafael Trujillo.

La Asociación Costarricense de Juezas se ha propuesto este año, realizar una campaña, para visibilizar una de las muchas manifestaciones de la violencia contra la mujer, que es el acoso sexual en espacios públicos, también conocido como acoso sexual callejero, del cual la población femenina es su principal víctima.

Se ha definido el acoso sexual en espacios públicos como las prácticas de connotación sexual ejercidas por una persona desconocida, en espacios públicos como la calle, el transporte o espacios semi públicos (mall, universidad, plazas, etc.); que suelen generar malestar en la víctima. Estas acciones son unidireccionales, es decir, no son consentidas por la víctima y quien acosa no tiene interés en entablar una comunicación real con la persona agredida (www.ocac.cl/que-es/). Ejemplos de estas conductas son los tocamientos indebidos, miradas lascivas, jadeos y sonidos guturales de carácter sexual, silbidos, palabras groseras de índole sexual que ofenden el pudor de la persona a la que están dirigidas, etc.

Es necesario resaltar que el acoso sexual en espacios públicos no es algo natural del trato de los hombres hacia las mujeres, sino una forma denigrante de subordinación y de infravaloración de las mujeres al considerarlas un simple objeto. Este tipo de comportamiento debe ser perseguido y castigado, porque lesiona la integridad física y psicológica de las víctimas, ya que produce –entre otros–, malestar, incomodidad, miedo de salir a la calle y vergüenza.

Enseñemos a nuestros niños y niñas, así como a las personas adolescentes, que el acoso sexual en espacios públicos es una práctica perniciosa que debe ser desterrada para siempre de nuestro país.

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Cristina Víquez Cerdas

Vicepresidenta

Asociación Costarricense de Juezas