Según datos de la Caja del Seguro Social, en el 2016 se reportaron casi 13 mil incapacidades por estrés, las mujeres son las más afectadas.
En los últimos años se ha desatado una tendencia por lo sano: ejercicios, comida, yoga, pilates, incluso laborar en ambientes más amigables, sin embargo la rutina y el cumplir con todas la obligaciones hace que nos enfoquemos en algunas áreas y dejemos de lado otras, como lo es la salud mental.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) la define como “un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad”.
Marcela Castillo, Enfermera en Salud Mental de COOPESIBA, expresó que la salud mental es ver a la persona de una forma integral u holística, donde se ve la parte de bienestar emocional, psíquico, social, espiritual. Es importante en todas las etapas de la vida, desde la niñez y la adolescencia hasta la edad adulta u adulta mayor.
“En los niños podemos ver lo que son habilidades para la vida, que los podemos dividir en tres ejes: manejo de emociones, cognitivas (toma de decisiones), sociales (comunicación asertiva, relaciones interpersonales), entre otras. En adultos podemos manejar la parte de autoestima, auto-concepto, auto-confianza, auto-imagen, auto-conocimiento”, añadió Castillo.
Melissa Céspedes, psicóloga de la Clínica Bíblica, declaró que hablar de salud mental implica reconocer nuestras emociones, las personas que nos rodean, lo que nos molesta y nos da felicidad.
Divorcio
Ambas especialistas coinciden en que hay un divorcio entre el tema de salud mental y física, aunque ya este panorama va cambiando, de acuerdo con Céspedes las personas tenemos una posición muy biologista: “si nada me duele, hablando en la parte corporal es porque estoy bien, pero las emociones se dejan rezagadas, por qué estoy tan triste siempre, por qué estoy tan irritable en el trabajo, entonces no se ha entendido que si no cuidamos la parte emocional, no cultivamos el auto cuidado, tenemos espacios de recreación, podemos enfermar en la parte física”.
Castillo destacó que en la actualidad se le está brindando a nivel nacional un poco más de importancia, se establecen espacios en la comunidad para hablar sobre temas de cómo prevenir la depresión, la ansiedad, manejo del insomnio, establecer estilos de vida saludables como charlas de alimentación, la importancia del ejercicio físico para la salud mental, los cuales muchas veces no se aprovechan.
Señales de alerta
La naturaleza es sabia, el cuerpo siempre nos dice que algo no anda bien: constantes dolores de cabeza, colitis, gastritis, dolores de espalda y a veces esos síntomas son consecuencias de emociones acumuladas que no hemos sabido canalizar de forma adecuada, como un despido, la pérdida de un ser querido, terminar una relación o un revés en los estudios
Céspedes indicó que lo primero que nota la persona es un malestar interno, como levantarse cansado o irritable, creemos que es algo del momento y por eso no se le da importancia, la ayuda se busca cuando el malestar físico es mucho o quienes están alrededor comienzan a decir que estoy distraía. Asimismo la experta recalcó que la ayuda puede ser psicológica o espiritual.
En el caso de ella ya le ha tocado atender pacientes que otros médicos le refieren, personas que terminaron un tratamiento, médicamente están bien pero siguen manifestando dolencias, entonces se inicia un tratamiento a nivel psicológico para determinar y atacar las causas del problema.
Por ello los espacios personales y romper la rutina es necesario para evitar ahogarnos: “cosas tan simples como respirar profundo, hacernos conscientes de nuestra respiración nos hace entrar en un estado de bienestar mental, en medio de tanto ajetreo en el trabajo cerrar los ojos 5 minutos para visualizar situaciones positivas, realizar estiramientos de brazos, piernas son súper sencillos y se pueden realizar en las oficinas, también nos funciona el ejercicio físico, caminar 15 minutos, salir al parque, tomarnos un cafecito tranquilos con algún conocido, todo estos nos libera del estrés que vivimos día a día”, enumeró Marcela Castillo.
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