“Existe una lucha constante por la igualdad entre mujeres y hombres en el campo musical, aun así la música no distingue clase social, ni género, es lenguaje universal y enriquece la existencia de cualquier ser humano” Ingrid Solano, violinista.

El papel de la mujer en la música, ha sido en muchas ocasiones desconocido, lo cierto es que conforme el género musical ha ido evolucionando, así también la participación femenina ha tomado auge en los últimos años.

Ingrid Solano es ejemplo de ello, desde hace 20 años se dedica a la música, cuando al ser apenas una niña y luego de realizar las primeras pruebas y cursos empezó a tocar violín en la Sinfónica (Instituto Nacional de Música).

Su pasión por el violín inició cuando de pequeña una amiga le enseñó el instrumento, ahí ella quedó impactada, pero terminó de confirmarlo cuando al llegar a su casa escuchó una colección de música clásica de un violinista llamado Pinchas Zukerman, ese día se dio cuenta que eso era lo que quería para su vida.

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“El violín representa para mí un reto cada día, es un instrumento muy difícil, creo que es lo único que me gusta tanto como para levantarme y hacerlo todos los días, es una forma de vida” dijo Ingrid quien actualmente trabaja como violinista en la Orquesta Sinfónica Nacional y es profesora de violín de la Universidad de Costa Rica.

Aunque muchas personas desconocen que el ser músico es un trabajo como cualquier otro y hasta no lo ven como profesión, esta mujer amante del violín es muestra de ello, ya que ensaya todos los días y dentro de sus labores en la Orquesta se dedica a realizar conciertos en el Teatro Nacional y por todo Costa Rica, teniendo así un trabajo como todos.

Una profesión por la lucha de igualdad de género

Aunque para la artista, la música no distingue clase social ni género y lo considera como un lenguaje universal que enriquece la existencia de cualquier ser humano, existe todavía una lucha constante por la igualdad entre mujeres y hombres en este campo, ya que como nos cuenta, hay instrumentos que la gente considera femeninos o masculinos y en realidad cualquier persona puede tocar el instrumento que más le guste, sin dejar de lado que aún se excluyen a mujeres en Orquestas del mundo.

La música es un arte y como tal, la compositora menciona que para esta carrera, se debe seguir estudiando todos los días con la misma disciplina y constancia, en su caso le ha enseñado a ver el mundo desde otra perspectiva y con más sensibilidad hacia el arte.

Como Ingrid hay muchas personas que viven de la música y de la enseñanza musical, pese a que cada vez es menor la demanda de las composiciones clásicas, ella recalca que si es posible vivir de esta profesión, aun en estos tiempos donde predomina la tecnología, lo importante es no dejar de lado el arte y hacer lo que se apasiona.

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