Katya Echazarreta rompió una barrera de género para sus compatriotas mujeres: se convirtió en la primera mexicana participante en un vuelo espacial
La nueva astronauta realizó el 4 de junio, con cinco acompañantes, el viaje de 10 minutos, hasta 100 kilómetros de distancia de la Tierra, a bordo de una nave de la empresa de transporte aeroespacial estadounidense Blue Origin.
En un mensaje que la cadena de televisión informativa estadounidense Cable News Network (CNN) reprodujo ese día, poco después del periplo, Echazarreta expresó la emoción por haber cumplido ese objetivo.
“Esto todavía se siente como un sueño”, aseguró, la navegante, en una carta que dio a conocer en el sitio, en Internet, de Space for Humanity (S4H), una oenegé con sede en Estados Unidos, que, entre otras actividades, implementa el Programa de Astronautas Ciudadanos Patrocinados -para llevar a personas al espacio-.
“Todavía me despierto, y pienso: ‘wow! Ese fue un sueño tan genial!’, solo para recordar que, en realidad , está sucediendo», agregó.
“Todavía me encuentro revisando mi correo electrónico para asegurarme de que todo es real!”, señaló.
De acuerdo con lo narrado por CNN, “el cohete suborbital de 18 metros de altura despegó de las instalaciones de Blue Origin”, para llevar, al grupo -en el cual Echazarreta fue la única mujer-, “a más de 100 kilómetros sobre la superficie de la Tierra —lo que se considera ampliamente como el límite del espacio exterior— y darles unos minutos de ingravidez antes de lanzarse en paracaídas para aterrizar”.
Blue Origin (Origen Azul) es una empresa que, fundada en 2000 por el magnate empresarial estadounidense Jeff Bezos, opera, entre otras áreas, en vuelos espaciales de diferente magnitud.
En su sitio en Internet, la empresa informa que está “desarrollando vehículos parcial y completamente reutilizables, que son seguros, de bajo costo, y sirven las necesidades de todos los clientes civiles, comerciales, y de defensa”.
Según la versión periodística, para el vuelo en el cual participó Echazarreta, “la mayoría de los pasajeros pagaron una suma no revelada por sus asientos”.
Sin embargo, ingeniera y comunicadora científica mexicana fue seleccionada, por S4H, “para unirse a esta misión entre miles de solicitantes”.
En su sitio web, S4H define la misión que desempeña, explicando que “estamos ampliando el acceso al espacio para toda la humanidad”.
La ONG sin fines de lucro, indica, asimismo, que “visualizamos un mundo en el que adoptamos una cultura de interconexión a medida que nos aventuramos en las estrellas”.
Para esto, su programa apunta a que “líderes, de cualquier condición social, ´puedan solicitar la oportunidad de ir al espacio”.
Ello, para “experimentar el Efecto General: el cambio cognitivo en la conciencia que ocurre cuando un ser humano mira hacia abajo a la Tierra desde el espacio”.
De acuerdo con lo que relató a CNN, Echazarreta se planteó, en su infancia, ese objetivo.
“Yo era una niña, y estaba (…) con mi mamá, y le dije: ‘cuál es el trabajo más difícil que alguien puede tener?’”, comenzó la narración.
“Y ella me miró, y me dijo: ‘um, pues, para ti, yo creo que es como una astronauta’”, agregó.
“Y recuerdo que la vi, y dije: ‘okay, entonces eso es, eso es lo que voy a hacer. Lo haré’, y me dijo: ‘sí, sí, lo harás’”.
La nueva astronauta nació en Guadalajara, la capital del occidental y costero estado mexicano de Jalisco.
A los siete años, se trasladó, con su familia a Estados Unidos, donde, cumplidos los ciclos de educación básica, estudió ingeniería eléctrica en un colegio comunitario, para ingresar, tres años después, a la University of California, Los Angeles (Ucla), indicó la estación de televisión.
Posteriormente, cumplió una pasantía en el Jet Propulsion Laboratory (Laboratorio de Propulsión a Chorro, JPL) en la estadounidense National Aeronautics and Space Adminiostration (Administración Nacional de la Aeronáutica y el Espacio, NASA), lo que se convirtió en un trabajo a tiempo completo.
En diálogo con CNN, algunas semanas antes de su experiencia espacial, Echazarreta -ahora con nacionalidad estadounidensemexicana- dijo que, mientras se desempeñó en la NASA, comenzó a usar redes sociales como instrumento para ayudar a otros jóvenes
-principalmente, mujeres-.
“Yo veía a mis alrededores -especialmente en el laboratorio donde yo trabajaba como ingeniera-, y no veía a muchas personas como yo, latinas, mujeres”, relató.
“Pero yo sabía que yo no era la única”, dijo, a continuación.
“Yo quería que ellas sintieran que tienen una hermana mayor, que ya está aquí, que ya está haciendo estas cosas, y que quiere que ellas o ellos vengan con ella”, agregó.
En ese sentido, señaló que dedicó, a México y a la comunidad latina en Estados Unidos, su viaje espacial.
Al respecto, expresó que “yo quiero enseñarles que, sí, podemos”.