Para el INAMU, los análisis de las trayectorias laborales interrumpidas de las mujeres deben estar en la base de la discusión de la reforma al RIVM.
La Ministra de la Condición de la Mujer y Presidenta Ejecutiva del Instituto Nacional de las Mujeres, Alejandra Mora Mora, participó en la Mesa de Diálogo Social que analiza la Reforma al Régimen de Invalidez, Vejez y Muerte (RIVM) y las repercusiones que esta reforma tendría para las mujeres de Costa Rica.
Mora señaló que la evidencia que nos proporcionan los datos sobre brechas es que este tipo de discriminaciones contra las mujeres se trasladan al sistema de pensiones, teniendo como resultado que las mujeres obtienen montos de pensiones más bajas, de lo que se desprende que requieren trabajar más años de trabajo para alcanzar los mismos montos que los hombres y en las situaciones más perjudiciales ni siquiera llegan a disfrutar del derecho a la pensión. Por lo tanto, no se puede tratar igual lo que es desigual en el diseño de las reformas al reglamento de invalidez, vejez y muerte que se promueve en la actualidad y requiere de un abordaje diferenciado desde la Política Social.
“Es necesario el diseño de Políticas Sociales Universales que integren relaciones igualitarias en todos los ámbitos a fin de propiciar mejores condiciones de vida para las mujeres y la sociedad en general. Es preciso integrar criterios de diversidad, tales como la ruralidad y los nuevos contribuyentes de difícil captación, con el fin de aumentar la cobertura con medidas diferenciadas. No puede ponerse el énfasis en los riesgos de la edad de las mujeres sin contextualizar el trabajo discontinuo de las mujeres, razón por lo que debe sostenerse la reforma del 2005”, expresó.
La Ministra recordó que las féminas no acceden al mercado laboral en igualdad de oportunidades y de trato que los hombres, que para el segundo trimestre del año 2016 la tasa de ocupación de mujeres era de 38.5% mientras que en los hombres era de 65.6% y que los niveles de desempleo y sub-empleo son mayores entre las mujeres, el desempleo representa un 11.9% para las mujeres y para los hombres un 8.4%.
Otro dato revelador es que se mantiene la brecha salarial, lo que tiene un impacto no sólo para las mujeres puesto que se cotiza menos por trabajos iguales al que realizan los hombres sino también para la salud financiera del régimen de pensiones, puesto que deja de percibir hasta un 27% en el monto de la contribución cuando se trata de mujeres ubicadas en el sector privado. A ello se suma las trayectorias laborales interrumpidas que viven a lo largo del ciclo de vida las mujeres, no solo por las responsabilidades del cuido, sino por las salidas y entradas al mercado laboral en diferentes ocupaciones (de asalariada pasa a cuenta propia y viceversa o a asalariada informal).
Mora recordó que el informe de la Universidad de Costa Rica reconoce que hay una desigualdad entre hombres y mujeres al señalar que del total de los afiliados varones el 64% cotiza regularmente mientras que las mujeres, del total de afiliadas solo el 48% lo hace regularmente. “Esto quiere decir que el 52% no va a llegar a la cantidad de contribuciones requeridas para jubilarse. En ese sentido, se habla de menor densidad de las mujeres y ello obedece a los espacios vacíos a lo largo de su trayectoria laboral”, puntualizó la jerarca. Con respecto al cálculo de las pensiones, una de las recomendaciones del INAMU es que no se bajen los porcentajes de las cuantías básicas existentes (tasa de reemplazo).
También subsisten grandes desafíos cuando hace referencia a que el sistema de pensiones forma parte de un engranaje mayor, vinculado con las políticas públicas, con la macroeconomía y la estructura del mercado laboral: “esto nos coloca ante otros retos vinculados con medidas de articulación pendientes como la negociación fiscal; políticas dirigidas a la salud ocupacional, aseguramiento de las personas con discapacidad, mecanismos de atracción para la juventud, impacto de la innovación tecnológica en los empleos, e implementación de la Política Nacional de Empleo”, puntualizó Mora.
La Ministra concluyó su ponencia señalando que este espacio debe ser propicio para el encuentro de ideas para el diálogo y la negociación permanente entre los sectores sociales y productivos en aras de obtener una Costa Rica más igualitaria y más habitable.