Las mujeres integrantes de las Fuerzas de Paz de las Naciones Unidas -más conocidas como “cascos azules”, por el color de ese implemento de su equipo- generan, en los lugares donde operan, más confianza, en la población local, que sus colegas masculinos, no obstante lo cual constituyen una mínima proporción de ese contingente internacional.

También contribuyen más efectivamente a reducir el impacto de la población femenina, en países que son escenario de conflicto armado.

Exponente de esta línea de análisis, el secretario general de las Naciones Unidas, el portugués António Guterres -un declarado feminista-, se refirió en esos y otros elogiosos términos, al sector femenino de los cascos azules, en el mensaje que difundió para conmemorar el Día Internacional de las Fuerzas de Paz de las Naciones Unidas.

“Las mujeres, en las operaciones de paz, fomentan la confianza de las comunidades, y apoyan a las mujeres interactuando con ellas, en los lugares donde las costumbres les impiden hablar en igualdad de condiciones con los hombres”, señaló.

“Además, mitigan el efecto negativo desproporcionado de los conflictos en las mujeres, al abordar sus necesidades específicas en los escenarios de conflicto y post conflicto”, lo que incluye “los casos de mujeres ex combatientes , y niños soldados, durante los procesos de desmovilización y reintegración a la vida civil”, precisó.

Asimismo, son “mentoras, y ejemplo a seguir, de las mujeres y niñas que abogan por sus derechos y desean abocarse a carreras no convencionales”, planteó.

Guterres advirtió que, no obstante el papel clave que desempeñan, las mujeres constituyen solamente un seis por ciento de los aproximadamente 100 mil integrantes -unos 90 mil de ellos, militares- quienes forman parte de del contingente internacional creado en 1948.

Al respecto, el funcionario formuló un llamado, a los países que aportan personal a esa fuerza internacional, a esforzarse por lograr la equidad de género, “en todas las esferas de la paz y la seguridad”.

“Juntos, sigamos librando la paz, venciendo a la pandemia, y construyendo un futuro mejor”, expresó Guterres, al participar en la celebración que tiene lugar, cada 29 de mayo.

El secretario general aliudó así la pandemia de la Enfermedad Coronavirus 2019 (Coronavirus Disease 2019, Covid-19), emergencia sanitaria global declarada en marzo, por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Guterres indicó que las militares de las fuerzas de paz cumplen labores en la primera línea de combate a la enfermedad.

“Las mujeres que forman parte del personal de mantenimiento de la paz están en primera línea apoyando la respuesta al COVID-19, en contextos que ya son, de por sí, frágiles, utilizando la radio local para difundir mensajes de salud pública, entregando los suministros necesarios para la prevención a las comunidades, y apoyando los esfuerzos del personal local de consolidación de la paz”, precisó.

Esas fuerzas militares mundiales, tienen el cometido, entre otros, de fomentar y mantener en países o zonas que son escenario de conflicto, aunque su presencia, en algunos casos, ha sido objeto de rechazo, a causa de la conducta abusiva de algunos de sus integrantes varones, como ocurrió con la Mission des Nations Unies pour la Stabilisation en Haïti (Misión de las Naciones Unidas para la estabilización en Haití, Minustah).

La Minustah fue objeto de acusaciones en el sentido de que un número no determinado de sus integrantes varones cometió actos de abuso sexual contra mujeres y niñas, además de que generaron una epidemia de cólera en el país más pobre del continente americano, donde un 80 por ciento de su población milagrosamente subsiste con menos de dos dólares dados.

En el sitio de Naciones Unidas en Internet referido a “Mantenimiento de la paz”, se indica que “las operaciones modernas de mantenimiento de la paz son, a menudo, muy complejas y exigen mucho de personal que desplegamos”.

Por lo tanto, “se necesita un alto nivel de formación antes de poder desplegar las tropas”, de modo que Naciones Unidas “trabaja en estrecha colaboración con los países que aportan contingentes para proporcionar la mejor ayuda y asesoramiento posibles”, según la información oficial.

En cuanto a la participación de mujeres, en la página electrónica se indica que “aumenta de forma significativa el despliegue de mujeres entre el personal de mantenimiento de la paz de esas operaciones ayuda a lograr una paz sostenible y a mejorar la situación de mujeres y niñas en regiones afectadas por conflictos”.