En el sector privado, el salario de una dama es  hasta un 27% menos que el del caballero, en el sector público la diferencia es de  un 7%.

A veces es difícil comprender cómo en como Costa Rica se puede seguir hablando de brechas salariales entre hombres y mujeres, cuando nuestra Constitución Política señala que todas las personas somos iguales ante la Ley.

Pero la realidad del día a día, refleja que este no sólo es un tema vigente, sino también uno que perjudica la vida de las mujeres constantemente.

De acuerdo a un estudio que la Universidad Nacional (UNA) publicó en el 2013, con datos de la Encuesta Nacional de Hogares (2012) y el Censo Nacional (2011), del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), las mujeres ganamos hasta un 27% menos de salario que los hombres en el sector privado; si un hombre gana ¢385.464, la mujer puede recibir ¢283.122, en igual puesto. En el sector público la diferencia salarial corresponde a un 7%.

Este no es un problema de índole privado. Un 36% de las familias costarricenses son lideradas por mujeres, 46% en el caso de los hogares en pobreza extrema. Las brechas salariales entre hombres y mujeres profundizan las condiciones de desigualdad en que familias enteras deben hacer frente a la vida, con todas las limitaciones del caso.

¿A qué se debe esto?

La Organización Internacional del Trabajo (OIT), determinó en el 2013 que hay factores que inciden directamente, entre ellos las obligaciones familiares y domésticas que recaen casi siempre, únicamente sobre las mujeres, lo cual nos limita al momento de poder disponer de tiempo para asumir retos laborales, postular para ascensos o hacer horas extra.

No es de extrañar entonces, que de cada 10 jefes, seis sean hombres y tan sólo cuatro mujeres, como lo reveló el más reciente informe de Empleadores elaborado por el Observatorio Laboral de Profesionales (Olap), del Consejo Nacional de Rectores (Conare), a pesar de que las mujeres tenemos mayor nivel educativo, según la UNESCO y el INEC.

¿Qué debe cambiar?

El Estado costarricense debe intervenir para nivelar las cargas entre hombres y mujeres. Para esto, es necesario incorporar en las políticas de empleo, acciones afirmativas que fomenten la corresponsabilidad en el cuido de hijos e hijas, personas adultas mayores, enfermas o con discapacidad, como las que se proponen en el Convenio sobre trabajadores con responsabilidades familiares (No. 156) de la OIT, que se aplica cuando tales responsabilidades limitan la posibilidad de ingresar, participar y progresar en el mudo laboral.

Según el Informe Global de Brecha de Género 2016, del Foro Económico Mundial, eliminarla tomará 170 años, sin embargo, yo creo en una Costa Rica que puede ir a la vanguardia. Lo que hace falta, es la ejecución de acciones estratégicas para una igualdad sustantiva entre hombres y mujeres.

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Nielsen Pérez Pérez

Candidata a Diputada por el primer lugar por San José

Partido Acción Ciudadana

nielsen.perez@gmail.com