Una campaña está en desarrollo en la República de Corea (Corea del Sur), para evitar que el presidente, Yoon Suk-yeol, cierre el Ministerio de Igualdad de Género y Familia
La iniciativa es llevada a cabo por activistas y agrupaciones sudcoreanas defensoras de los derechos de la población femenina, así como Amnistía Internacional (AI) -organización no gubernamental que defiende, a nivel mundial, las garantías fundamentales en general-.
Se trata de una acción que -iniciativa de AI- se proyecta para ser replicada globalmente, en apoyo a las sudcoreanas, indicó la oenegé con sede en Londres, en un comunicado que difundió el 10 de mayo, para informar sobre el esfuerzo.
La acción incluye la difusión de una serie de videos que contienen entrevistas a conocidas sudcoreanas, quienes abordan el tema.
Citada en el texto de 11 párrafos, la presidenta de la junta directiva de Amnistía Internacional Corea del Sur, Minjung Shin, aseguró que, si bien imperfecto, el ministerio es un actor nacional que promueve la igualdad entre mujeres y hombres.
También señaló que su proyectada eliminación es un intento por echar atrás los logros que, en materia de equidad, se ha logrado, con dificultad, consolidar durante años.
“Transcurrido un año desde la llegada al poder de Yoon Suk-yeol (el 10 de mayo de 2022, para el quinquenio que cierra en 2027), Amnistía Internacional ha lanzado una campaña global pidiendo al presidente de Corea del Sur que cese en su intento de suprimir el Ministerio de Igualdad de Género y Familia”, informó AI.
“Amnistía Internacional Corea se ha unido a varias organizaciones de la sociedad civil y destacadas activistas surcoreanas de los derechos de las mujeres (…) en demanda de justicia de género en un clima de deterioro de los derechos de las mujeres”, precisó.
“El presidente Yoon Suk-yeol llegó al poder tras una controvertida campaña, en la que afirmaba que las mujeres de Corea del Sur ya no sufrían desigualdad de género, y que se estaba haciendo un mal uso del feminismo para crear un conflicto de género”, dijo la titular de la representación local de AI.
“Nada más lejos de la realidad”, denunció, para aclarar que, “en la actualidad, son más necesarias que nunca, voces feministas firmes para combatir la desigualdad generalizada, la discriminación y la violencia de género cada vez mayores (…) en Corea del Sur”.
“Esta retórica antifeminista es engañosa, y socava las iniciativas de las mujeres, y otras personas, que intentan alzar su voz en favor de la justicia de género”, reveló, en calidad de advertencia.
“Las mujeres llevan mucho tiempo en una dura lucha para conseguir la igualdad de derechos”, planteó, a continuación.
Al respecto, en el comunicado, la organización informó que, “en Corea del Sur las mujeres se enfrentan a múltiples barreras jurídicas, sociales y económicas y a la discriminación en todos los ámbitos, así como a unos niveles de violencia de género elevados y crecientes tanto dentro como fuera de Internet”.
“El país tiene la mayor brecha salarial entre hombres y mujeres de las 38 naciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE)”, agregó, a manera de ejemplo.
En ese sentido, explicó, además, que “las mujeres siguen estando infrarrepresentadas en los puestos de liderazgo: representan el 19% de los parlamentarios y parlamentarias y menos del 5% de los cargos ejecutivos de las 100 empresas con mayores cifras de ventas del país”.
También señaló que, “bajo la administración de Yoon, el gobierno ha eliminado los términos ‘igualdad de género’, ‘salud y derechos sexuales y reproductivos’ y ‘minoría sexual’, del plan de estudios nacional”.
“Además, también se ha cambiado el nombre a las oficinas gubernamentales locales en todo el país para eliminar la referencia al género”, precisó.
En cuanto a la proyectaba eliminación del ministerio, Minjung reflexionó, en el sentido de que, “aunque imperfecto en muchos aspectos, ha desempeñado un papel importante en la promoción de la igualdad de género”.
Por ello, “la promesa electoral del presidente Yoon, de suprimir el ministerio, forma parte de un intento más amplio, de hacer retroceder los avances en los derechos de las mujeres, que tanto ha constado conseguir”, aclaró.
Sobre este punto, en particular, AI denunció que, de lograrse, el cierre de esa dependencia gubernamental incidiría, negativamente, en el cumplimiento que país del sureste asiático asumió al ratificar, en 1984, la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (Convention on the Elimination of All Forms of Discrimination Against Women, Cedaw) de Naciones Unidas. El instrumento legal está vigente desde el 3 de setiembre de 1981. El primero de sus treinta artículos define el concepto central de la marginación basada sobre género.
Se trata de “toda distinción, exclusión o restricción basada en el sexo que tenga por objeto o resultado menoscabar o anular el reconocimiento, goce o ejercicio por la mujer, independientemente de su estado civil, sobre la base de la igualdad del hombre y la mujer, de los derechos humanos y las libertades fundamentales en las esferas política, económica, social, cultural y civil o en cualquier otra esfera”, indica.
Dos artículos después, se determina que “los Estados Partes tomarán en todas las esferas, y en particular en las esferas política, social, económica y cultural, todas las medidas apropiadas, incluso de carácter legislativo, para asegurar el pleno desarrollo y adelanto de la mujer”.
Ello, “con el objeto de garantizarle el ejercicio y el goce de los derechos humanos y las libertades fundamentales en igualdad de condiciones con el hombre”.
En el quinto, los Estados Partes -incluida Corea del Sur- se obligan a, por un parte, “modificar los patrones socioculturales de conducta de hombres y mujeres, con miras a alcanzar la eliminación de los prejuicios y las prácticas consuetudinarias y de cualquier otra índole que estén basados en la idea de la inferioridad o superioridad de cualquiera de los sexos o en funciones estereotipadas de hombres y mujeres”.
Y, por otra, a “garantizar que la educación familiar incluya una comprensión adecuada de la maternidad como función social y el reconocimiento de la responsabilidad común de hombres y mujeres en cuanto a la educación y al desarrollo de sus hijos”.
Eso, “en la inteligencia de que el interés de los hijos constituirá la consideración primordial en todos los casos”.
El undécimo, establece, entre otros compromisos, que “los Estados Partes adoptarán todas las medidas apropiadas para eliminar la discriminación contra la mujer en la esfera del empleo a fin de asegurar a la mujer, en condiciones de igualdad con los hombres, los mismos derechos”.
Y destaca, “en particular (…) el derecho a la protección de la salud (…) incluso la salvaguardia de la función de reproducción”.
En lo que tiene que ver con la conexión ministerio-convención, AI mencionó, puntualmente, el hecho de que la dependencia sudcoreana coordina la presentación de informes gubernamentales, en el ámbito de Naciones Unidas,
Desde 1948 -cuando, luego de la Segunda Guerra Mundial (1935-1945), la Península de Corea se dividió en la República Popular de Corea, en el norte, y la República de Corea, en el sur-, el ministerio ha experimentado una casi permanente metamorfosis.
Su primera designación -que data de agosto de 1948- fue Ministerio de Asuntos Sociales, encargado de combatir la discriminación a causa de género.
La dependencia se fusionó, en 1955, con el Ministerio de Salud, hasta 1994, cuando el Ministerio de Asuntos Sociales y Salud se convirtió en el de Salud y Bienestar.
A causa de reiterados señalamientos de histórica inoperancia, en cuanto a la discriminada situación de la población femenina, el Departamento de Asuntos de Estado comenzó, en 1998, a encargarse del combate al sexismo, con la implementación de algunas políticas, pero sin llegar a una solución de fondo.
Ese año, el gobierno (1998-2003) de Kim Dae-jung, creó la Comisión Presidencial de Asuntos de la Mujer, tras lo cual, en 1999, fue aprobada legislación específica contra la discriminación, acciones que, a causa de la histórica falta de voluntad política, tampoco han resuelto el problema.
Ante las constantes -y recientes críticas- de activistas y oenegés defensoras de los derechos de las mujeres, la administración de Kim, produjo, en 2001, el actual ministerio.
Frente a la perspectiva de que Yoon logre su misógino objetivo, AI advirtió, en el comunicado que, “si es eliminado, no habrá ningún mecanismo central para el desarrollo y la aplicación de políticas para el progreso de los derechos de las mujeres”.
Foto: Ying Qi Chai