Se descubrió que los cannabinoides tienen una amplia gama de aplicaciones potenciales en el tratamiento de la EP

La enfermedad de Parkinson (EP) es una enfermedad neurodegenerativa generalmente causada por neuroinflamación, estrés oxidativo y otras etiologías.

Según la Organización Mundial de la Salud, a nivel mundial, la discapacidad y las defunciones debidas a la enfermedad de Parkinson están aumentando más rápidamente que las de cualquier otro trastorno neurológico. La prevalencia de la enfermedad de Parkinson se ha duplicado en los últimos 25 años. Las estimaciones mundiales en 2019 mostraban una cifra superior a 8,5 millones de personas con esta enfermedad. Las estimaciones actuales parecen indicar que, en 2019, la enfermedad de Parkinson provocó 5,8 millones de años de vida ajustados en función de la discapacidad, lo que representa un aumento del 81% desde el año 2000, y causó 329 000 fallecimientos, lo que equivale a un aumento de más del 100% desde el año 2000.

Estudios recientes han encontrado que el sistema cannabinoide presente en los ganglios basales del cerebro tiene una fuerte influencia en la progresión de la EP.

La alteración del estado de activación del receptor cannabinoide mediante la modulación de los niveles endógenos de cannabinoides (eCB) puede ejercer un efecto anti-trastorno del movimiento.

Sin embargo, la regulación del eCB es compleja, con diversas funciones de los receptores cannabinoides y la presencia de señales dopaminérgicas, glutamatérgicas y γ-aminobutíricas que interactúan con la señalización cannabinoide en la región de los ganglios basales.

Se descubrió que los cannabinoides tienen una amplia gama de aplicaciones potenciales en el tratamiento de la EP, no solo para combatir los síntomas de la discinesia (movimientos) en la EP, sino también para mejorar algunos síntomas psiquiátricos relacionados con la EP o los efectos secundarios de medicamentos como la discinesia inducida por levodopa.

Foto: Kampus Production

Dr. Miguel A. Torres Batista, Cel.  506 8404-6772