La «alianza de trabajo», esa relación de profunda confianza que permita a un coachee trabajar junto con un coach hacia un cambio positivo, es el más eficiente predictor de buenos resultados en el coaching, que impulsa la igualdad de género
El crecimiento, el sentido asertivo de la competitividad y la planificación de las economías y de las empresas del futuro, también de nuestro presente, son temas indispensables para asegurar el desarrollo de una sociedad más equitativa e inclusiva. Sin un balance de género acorde a los nuevos tiempos que nos engloban, el camino se podría volver más complejo.
En el momento en que vivimos, es fundamental la participación y el liderazgo de las mujeres en todas las áreas, de extremo a extremo, algo que hoy se ve aún lejano, dado que su intervención en las tomas de decisiones es todavía insuficiente, aunque de necesidad fundamental en todos los niveles de la sociedad. Y el ámbito empresarial no está ajeno a esta realidad. Las políticas de igualdad de género en el liderazgo propagan la igualdad todos los ámbitos de la sociedad, tanto en los negocios, como en la política, y en los diferentes emprendimientos, así como en puestos políticos o económicos de gran responsabilidad, tanto a nivel nacional como internacional. Esto debe tomarse en cuenta a través de las prácticas de contratación y de la elaboración de políticas justas.
Cabe aquí mencionar claros ejemplos de mujeres líderes como los de Tsai Ing-wen en Taiwan; Jacinta Arden en Nueva Zelanda; Angela Merkel en Alemania. Y vale la pena ampliar esta reflexión en un muy breve viaje por la historia para mencionar también, desde Cleopatra, hasta Valentina Terescova, primera mujer que viajó en solitario al espacio, durante la época de la Rusa soviética, hasta mujeres tan grandes en su valor y capacidades como Marie Curie; Lovelace; Hedy Lamarr, bellísima actriz dotada también de una gran capacidad como ingeniera en telecomunicaciones y pionera en su campo; Simone de Beauvoir, inolvidable filósofa francesa; Rosa Parks, luchadora por lo derechos civiles particularmente enfocada hacia la población negra; Gertrude Elion, Premio Nobel de Medicina. Y, sin ir más lejos, las luchas puntuales de Meryl Streep por los derechos de las sufragistas. ¡Y nos quedamos muy cortos con estas menciones! Los prejuicios invisibilizan los valores y los chatos egoísmos obstaculizan su acercamiento a las cuotas de poder.
Por otro lado, la pandemia del COVID-19 ha retorcido y obstaculizado los movimientos de paridad de género, aún a pesar de que las investigaciones demuestran que en los países con líderes femeninas se actuó con mayor rapidez y eficiencia en las decisiones y gestión de respuesta a la crisis, provocando un mejor manejo y menos muertes.
Como sociedad debemos asumir e incorporar que la visibilización y aceptación de estos logros es un tema primordial. Para esto, podemos y debemos seguir pasos importantes:
- Crear conciencia responsable de que la igualdad de género es un enunciado base, y que todos los colaboradores deben asumir la importancia que tiene romper con la desigualdad de género, con esos prejuicios ancestrales, con las ideas añejas de que la mujer es el sexo débil y, desde ese nuevo paradigma, dar a las mujeres las mismas oportunidades para promover el liderazgo inclusivo que por capacidad y derecho les corresponde.
- Identificar sin sesgos a los candidatos: valorar de manera justa a hombres y mujeres. Esto favorecerá la riqueza de la empresa, ya que no se permitirá que por prejuicios se pierda ningún talento. Es fundamental ejecutar un proceso de selección, en el que las calificaciones, cualidades y aptitudes de los candidatos sea lo que impere en relación con el cargo o rol que se quiere cubrir, y no los compadrazgos o prejuicios por asuntos de gènero.
- Onboard coachee and coach: en cuanto a estos pasos, estos aspectos, es primordial crear una buena alianza y un nivel de confianza entre el coach y el coachee y que el coachee esté motivado para trabajar sobre sí mismo. La «alianza de trabajo», esa relación de profunda confianza que permita a un coachee trabajar junto con un coach hacia un cambio positivo, es el más eficiente predictor de buenos resultados en el coaching.
- Coach basado en un contexto del marco de diversidad e inclusión: juntos, Coach y Coachee, de ambos géneros, definirán los temas y objetivos de las sesiones, en este caso, enmarcados en la necesidad de apostar por valores D&I, respetuosos con la diversidad, para reforzar el liderazgo inclusivo y potenciar la participación femenina en cargos de dirección.
- Evaluación del programa: el último paso, pero no menos importante en el seguimiento de este camino, es poner en perspectiva todo el recorrido, reconociendo y analizando cómo las sesiones de coaching han influido en el equipo de trabajo de la empresa, conociendo también el feedback de los participantes. Solamente en conjunto, y tomando en cuenta estas propuestas, se podrá construir una cultura de empresa que apueste por el crecimiento, firmemente cimentado en la diversidad y la inclusión.
Brayan Bolaños Bolaños
MSc. Gerencia Internacional
Consultor
Foto: Olia danilevich