Colombia procura constituirse, para 2030, en país líder en materia de igualdad de género, para lo cual está impulsando una serie de proyectos en este campo.
El país sudamericano tiene la intención de lograr ese objetivo, específicamente, en cuanto al quinto de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), los que tienen ese año como plazo de cumplimiento, explicó, al formular el anuncio, la Consejera Presidencial para la Equidad de la Mujer, Gheidy Gallo.
Las iniciativas están en proceso de ser dadas a conocer en diversos foros, señaló, además, al participar, el 3 de setiembre, en el Encuentro de Alto Nivel Internacional Para el Empoderamiento de la Mujer y la Equidad de Género, llevado a cabo en Bogotá, la capital nacional.
Se trata de 16 propuestas que son impulsada por la Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer, de acuerdo con la información que proporcionó en el cónclave, el cual contó con la asistencia del cuerpo diplomático y de representantes de agencias especializadas que integran sistema de las Naciones Unidas acreditados en Colombia.
Los proyectos se enmarcan en el Pacto de Equidad para las Mujeres del Plan Nacional de Desarrollo 2018-2022, informó, por su parte, la consejería, en un comunicado que emitió en esa fecha, referido al encuentro que, organizado por el gobierno del país sudamericano, fue copresidido por Gallo, además de la Directora General de la Agencia Presidencial de Cooperación (APC Colombia), Ángela Ospina de Nicholls, y el vicecanciller, Francisco Echeverri.
El propósito del gobierno “es que, en el año 2030, Colombia sea el líder indiscutible, a nivel internacional”, en ese objetivo, “que es el de equidad de género”, planteó Gallo.
Contenidos en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, aprobada, en 2015, por la Asamblea General de las Naciones Unidas, los ODS consisten en 17 metas, cuyo cumplimiento se prevé, a más tardar, para 2030.
El quinto, se refiere al componente de “Igualdad de Género”, con miras a “poner fin a todas las formas de discriminación contra las mujeres y las niñas”, lo que, simultáneamente, es un derecho humano básico, además de constituir un aspecto clave en materia de desarrollo sostenible.
“Se ha demostrado una y otra vez que empoderar a las mujeres y niñas tiene un efecto multiplicador y ayuda a promover el crecimiento económico y el desarrollo a nivel mundial”, según lo indicado en ese punto.
Al participar en el encuentro, Ospina explicó que las iniciativas contienen “los logros, las metas, pero sobre todo los desafíos” previsibles.
“Los proyectos (…) se han venido presentando en los diferentes espacios (…) de cooperación técnica”, puntualizó.
Se trata de planes “que son claves para el país, en este momento tan importante de reactivación económica y social”, agregó, en alusión a la pandemia mundial del nuevo coronavirus, estallada al inicio de 2020.
Ospina describió al encuentro como una oportunidad para que diferentes agencias y países cooperantes tengan información sobre los contenidos de las iniciativas.
En términos coincidentes, Echeverri aseguró, a los asistentes, que, “en estos proyectos, la cooperación internacional puede tener un papel muy importante, central, como lo ha venido desempeñando en estos años”.
Sumado a ello, el gobierno colombiano aspira a que “ustedes los conozcan, así como lo éxitos de Colombia para reducir esas diferencias a pesar de la pandemia”, precisó.
El vicecanciller aludió así al fuerte golpe socioeconómico que la emergencia sanitaria está asestando en materia socioeconómica, a nivel global, situación que, de acuerdo con diferentes organismo internacionales -incluida la Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres (ONU Mujeres)-, perjudica, en particular, a la población femenina.
El encuentro, llevado a cabo en el Palacio de San Carlos, la capitalina sede de la cancillería colombiana, fue precedido por una reunión de naturaleza técnica, que se efectuó el 26 de agosto, durante la cual se analizó, con expertos en materia de cooperación, aspectos puntuales de los proyectos.
El pacto de equidad de género apunta, entre otros objetivos, a promover el acceso y participación, en condiciones de igualdad, de la fuerza laboral femenina, en el mercado laboral.
Esto, con el propósito de que las trabajadoras mejoren sus ingresos monetarios, además de que puedan desempeñarse en ambientes libres de violencia machista.
Igualmente, procura mayor participación femenina en los niveles de toma de decisiones, de modo de que logren incidir en las medidas que, de alguna manera, las involucren.