En Irán, Roya Heshmati, quien se negó a usar el hijab (velo religioso islámico) fue brutalmente sancionada con 74 latigazos, además de confiscársele el teléfono móvil, el ordenador portátil y estar detenida durante 11 días

La tenaz opositora a la dictadura religiosa que impera, hace casi medio siglo, en Irán, mantuvo su desafío a la autoridad judicial del régimen cuando, llevada, el 3 de enero, ante el juez quien la condenó, se quitó, y lanzó al suelo, el hijab -velo religioso de obligatorio uso, que cubre la cabeza, hasta los hombros, de quienes lo llevan puesto-, que agentes policiales le habían colocado.

Al informar sobre el caso, la agencia de noticias Euronews indicó que, originalmente, la mujer identificada como Roya Heshmati, de 23 años, fue condenada a algo más de una década en prisión, así como al pago de una fuerte multa, pero la sentencia fue modificada a flagelación, además de una menor sanción monetaria.

Citando a Mazyar Tataei, abogado de Heshmati, Euronews indicó que, “inicialmente, Heshmati fue condenada a 13 años y nueve meses de prisión, 112,500,000 riales (casi 2,680 dólares) de multa y 148 latigazos”, para agregar que “una revisión del veredicto redujo la pena a 12,500,000 riales (poco más de 290 dólares) y 74 latigazos”.

En la red social Instagram, la víctima “compartió la noticia de su condena (…) provocando una avalancha de reacciones”, agregó el medio de comunicación europeo.

Tataei “declaró, al periódico local Shargh, que su clienta fue detenida en su domicilio, en abril, por la llamada policía de la moralidad, que le confiscó el teléfono móvil y el ordenador portátil y la mantuvo detenida durante 11 días”.

La agencia informativa hizo, así, referencia a la brutalmente represora Gasht-e Ershad (Policía Guía, o Policía Orientadora) -temida fuerza de cumplimiento de la fe, popularmente conocida como “policía de la moral”-.

Detención y castigo

Euronews informó, al dar a conocer detalles de la detención y el enjuiciamiento de Heshmati, que “la joven (…) dijo que se quitó el pañuelo (hijab) de la cabeza, al llegar al tribunal para recibir su sentencia, tirando, a un lado, otro que un grupo de agentes femeninas le colocó a la fuerza en la cabeza”.

“En un relato desgarrador, dijo que al final, la esposaron y la obligaron a llevar un pañuelo en la cabeza, la encadenaron a una cama, en una habitación que parecía una ‘espantosa’ cámara de tortura medieval, y la azotaron en los hombros, la espalda, la cintura, los muslos, las pantorrillas, y las nalgas”, agregó la agencia europea.

“Heshmati declaró que intentó no mostrar dolor durante el suplicio, susurrando las palabras ‘en nombre de las mujeres, en nombre de la vida, se rasgan las vestiduras de la esclavitud, amanecerá nuestra noche negra, y todos los látigos serán hachados’, mientras llovían latigazos sobre ella, y los grilletes le magullaban (lastimaban) las muñecas”, según la versión periodística.

“Posteriormente, fue llevada ante el juez, mientras una agente se aseguraba de que no se quitara el pañuelo de la cabeza”, indicó la misma fuente, y agregó que “la joven describió su conversación con el juez (…) afirmando que le dijo que podía abandonar el país si quería vivir de otra manera”.

La respuesta de Heshmati fue que “este país es de todos (…) nosotros continuaremos nuestra resistencia”, siguió narrando Euronews, además de señalar que la víctima “dijo que se había quitado el pañuelo, al salir del tribunal”.

En el sitio #royaheshmati, en Instagram, se informó, en inglés, que “una mujer iraní llamada Roya Heshmati, compartió un angustiante relato de su experiencia durante la ejecución de sus 74 latigazos por desafiar el forzado hijab de la Islámica República (de Irán)”, en incluyó, a continuación, una exhortación: “por favor, lea y haga eco de su voz”.

“Mientras se debilita el apoyo transnacional a las mujeres iraníes, el régimen de la República Islámica intensifica sus métodos opresivos de vigilancia policial, y oprime severamente a las mujeres y a las niñas iraníes por desafiar el degradante hijab obligatorio”.

Se trata de la dictadura religiosa constituida luego de que un proceso denominado Revolución Islámica (1978-1979) derrocó al monarca iraní, el sha (rey) Mohammad Reza Pahlavi -quien gobernó desde 1941 hasta 1979-, para instalar, en el poder, al fundamentalista ayatola (alto sacerdote) Ruhollah Khomeini -quien estaba exiliado en Francia-.

El régimen se ha caracterizado por la violación de las garantías fundamentales, con particular ensañamiento por el flagrante irrespeto a los derechos de la población femenina -lo mismo adulta que menor de edad-.

Euronews también informó, el 8 de enero, que, conocida la sanción extrema impuesta a Heshmati –sanción “calificada de ‘violencia y brutalidad por parte de las autoridades de la República Islámica”-, la condena a la agresión contra la joven, se viralizó.

En ese sentido, la agencia informativa citó expresiones de la política Zahra Rahnavard, cuyo esposo es el ex primer ministro de la República Islámica (1981-1989) Mir Hossein Musavi. Ambos se encuentran, desde 2010, en régimen de casa por cárcel.

«Ustedes azotan a Roya Heshmati, pero ella, con su conciencia despierta y su resistencia, se ríe de ustedes”, expresó Rahnavard, en un mensaje que dirigió a los jefes de la teocracia iraní, a quienes, además dijo: “me repugna su gobierno”

La brutal agresión contra Heshmati fue conocida aproximadamente un mes después de que la organización defensora de los derechos humanos Amnistía Internacional (AI) denunció que la violencia sexual es un arma de represión que la dictadura usa para reprimir al movimiento Mujer-Vida-Libertad -victimizando lo mismo a mujeres, que a hombres, y a menores de edad-.

Testimonio de sobrevivientes

Al poner en evidencia la situación, en el informe que dio a conocer el 6 de diciembre, AI señaló que obtuvo testimonio de 45 sobrevivientes a esa brutal forma de tortura -26 hombres, 12 mujeres, siete menores-.

En un comunicado que emitió ese día, para informar sobre el estudio -titulado “‘Me violaron violentamente’: la violencia sexual como arma para reprimir el levantamiento ‘Mujer Vida Libertad’” (“‘They violently raped me’: Sexual violence weaponized to crush Iran’s ‘Woman Life Freedom’ uprising”-, AI señaló que, principalmente por temor a represalias, no todos los casos son denunciados.

Citada en el largo texto, la secretaria general de AI, la francesa Agnès Callamard, dijo que los testimonios contenidos en el informe de 120 páginas, demuestran que se trata de un patrón general de tortura.

Las denunciadas violaciones a los derechos humanos golpean a quienes han participado o apoyado las manifestaciones de protestas -pacíficas pero brutalmente reprimidas- que siguieron al asesinato policial de Amini.

Respecto a la particularmente cruel modalidad de maltrato físico, AI informó que, en el estudio, se documenta, exhaustivamente, que “las fuerzas de seguridad iraníes han usado la violación y otras formas de violencia sexual -equivalentes a tortura y otros malos tratos- para intimidar y castigar a manifestantes pacíficas durante la sublevación (de 2022)”.

“El informe (…) documenta de forma pormenorizada la atroz experiencia de 45 sobrevivientes -26 hombres, 12 mujeres y 7 menores- que sufrieron violación, violación en grupo u otras formas de violencia sexual a manos de agentes de inteligencia y de seguridad, tras su arresto arbitrario por oponerse a décadas de opresión y arraigada discriminación de género”, agregó la organización que, con sede en Londres, tiene cobertura mundial.

Respecto al estudio, Callamard expresó que “nuestra investigación pone al descubierto el uso de la violación y otra violencia sexual, por parte de agentes de inteligencia y de seguridad de Irán, para torturar, castigar, e infligir daños físicos y psicológicos duraderos, a las personas que se manifestaban, entre las que había menores hasta de 12 años”.

La activista agregó que “los espeluznantes testimonios que recabamos, apuntan a un patrón general de violencia sexual utilizada, por las autoridades iraníes, como principal arma de represión de las protestas y la disidencia, para aferrarse a toda costa al poder”.