De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el 2014 más de 1.900 millones (39%) de adultos de 18 o más años, tenían sobrepeso, de los cuales, más de 600 millones (13%) eran obesos.
En Costa Rica, según datos estadísticos de última Encuesta Nacional de Nutrición 2008–2009 realizada por el Ministerio de Salud, la tasa del sobrepeso y obesidad en adultos asciende al 64,5%. El 66,6% de las mujeres costarricenses, con edades entre los 20 y 45 años, son obesas o tienen sobrepeso, mientras que la situación se agrava entre la población femenina de 45 a 64 años pues, el porcentaje alcanza el 77,3%.
El sobrepeso y la obesidad pueden prevenirse en la mayoría de los casos y la forma más accesible, disponible y asequible para hacerlo está relacionada con una alimentación más saludable y un incremento en la actividad física periódica.
No obstante, muchas personas cuando quieren bajar de peso, recurren a dietas extremas para obtener resultados rápidos y al final, dicha pérdida no es duradera, ni saludable para el organismo.
Existen muchos mitos relacionados con las medidas más “efectivas” y “eficientes” para perder peso. Algunos de los más comunes son:
- Los carbohidratos son malos y se deben eliminar.
Falso, estos alimentos son necesarios para nuestro cuerpo y aportan energía para poder realizar todas nuestras tareas diarias. Además, son esenciales para el buen funcionamiento del cerebro y de los músculos.
- Si toma agua, bajará de peso instantáneamente.
El agua es fundamental para que nuestro cuerpo funcione adecuadamente, pero asumir que aumentar su consumo le asegurará la pérdida de peso, es falso. Cuando se quiere perder peso, es bueno tomar más agua, pero se debe hacer un cambio en la alimentación y realizar ejercicio físico, de lo contrario, no se lograrán los resultados esperados.
- Bajará más rápido si se salta tiempos de comida.
Esto, además de falso es peligroso y puede generar el efecto opuesto debido a que eliminar tiempos de comida probablemente le hará sentir más hambre y consumirá más alimentos en su próxima comida. Además, saltarse tiempos de comida pone al cuerpo en “modo de ahorro de calorías”, al disminuir la Tasa Metabólica Basal, el principal determinante del gasto calórico corporal. Incluso, hay estudios que indican que las personas que se saltan el desayuno, por ejemplo, tienen mayor predisposición al sobrepeso y a la obesidad.
- Debe hacer muchas horas de ejercicio intenso para bajar de peso.
Basta con hacer ejercicio una hora al día y algo muy importante, tener una vida activa. Por ejemplo, prácticas del día a día como caminar, pasear al perro y limpiar el hogar, pueden marcar una gran diferencia debido a que son actividades físicas de baja intensidad que, también, consumen calorías.
Además, es fundamental tener en cuenta que, el ejercicio no transforma la grasa en músculo porque ambos tejidos están compuestos de células diferentes, lo que sucede realmente, es que se quema la grasa y se desarrolla el músculo, es decir se pierde uno y se gana el otro.
- Debe consumir productos bajos en grasas para bajar más rápido.
Debe leer las etiquetas de los alimentos bajos en grasa, pues podrían tener una mayor cantidad de azúcar o sal para recuperar el sabor que se pierde al eliminar o reducir este ingrediente. Ahora bien, los alimentos a los que se les ha reducido su cantidad de grasa sin aumentar otras sustancias son una buena opción para consumir menos calorías. Siempre es importante optar por alimentos naturales y con ingredientes de buena calidad.
Estos son solo algunos de los muchos mitos que puede encontrar o escuchar. Lo más importante es que busque siempre información correcta, de fuentes confiables y sobretodo, que recuerde que, para mejorar su estilo de vida, debe realizar pequeños cambios diariamente con una visión a largo plazo.
Patricia Vial, Gerente de nutrición, salud y bienestar de Nestlé Costa Rica.