El tabaquismo, algunos métodos anticonceptivos, el sedentarismo y una mala alimentación, son factores que podrían ser detonantes de esta enfermedad.
Si durante este mes ha visto por todos lados, el lazo rosado o publicidad en los comercios con este color, el motivo es que durante todo este mes de octubre, se conmemora la lucha contra el Cáncer de Mama. Esta iniciativa surge gracias a los esfuerzos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) por visibilizar y crear conciencia sobre este mal que amenaza con expandirse a gran velocidad.
La celebración de carácter internacional, promueve una detección temprana del cáncer de mama, así como la innovación en tratamientos y cuidados paliativos. Y es que solo en Costa Rica, durante el año se diagnostican cerca de mil mujeres con este padecimiento. Según datos de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS), durante el 2014 el cáncer de mama predomino entre la población femenina del país, seguido por el cáncer de piel y de estómago.
Aunque los conocimientos actuales sobre las causas del cáncer de mama son insuficientes, la CCSS se ha esforzado por invertir recursos en la detección temprana, que garantice un diagnóstico y tratamiento óptimos para el paciente. Al respecto la doctora Silvia Vindas Guerrero señala que el tabaquismo, los métodos anticonceptivos, el sedentarismo y una mala alimentación, son factores detonantes para que aparezca esta enfermedad.
Nuestro país en comparación a otros del continente americano, no logra estabilizar la cifra de mujeres con cáncer de mama, que aumenta año con año. Se habla que entre 1990 y 2000 se pasó de 26 a 43 casos por cada 100.000 mujeres, atendidas por este mal. Países como Uruguay, la cifra va en disminución gracias al diagnóstico temprano y nuevos tratamientos, de los 1850 nuevos casos.
A nivel mundial la mayoría de las muertes (269 000 durante el año) se producen en los países de ingresos bajos y medios, donde la mayoría de las mujeres con cáncer de mama se diagnostican en estados avanzados, debido a la falta de sensibilización sobre la detección precoz y los obstáculos de acceso a los servicios de salud.
El cáncer de mama es de los que presenta mayor incidencia entre las mujeres costarricenses. Según datos de la CCSS, la mortalidad se ha mantenido constante en los últimos diez años y se diagnostican alrededor de 1000 casos nuevos al año, sin embargo, Costa Rica ocupa el cuarto lugar en Latinoamérica.
Para Jovita Rojas, quien es una sobreviviente de cáncer, en un examen de rutina descubrieron en etapa temprana la enfermedad, luego de este día la quimioterapia y radioterapia le ayudaron a salir victoriosa de esta situación. “Definitivamente con la ayuda de Dios, mi familia y una buena actitud es que se logra vencer el cáncer, aunque habían veces que el dolor y el cansancio me hacían dudar de lo que hacía, nunca deje de pensar que ganaría la batalla” señalo Rojas.
Por su parte, el cáncer de mama tiene un comportamiento geográfico, tal y como lo indica el Perfil Epidemiológico del Cáncer en Costa Rica 2014, creado por la CCSS, quien apunta al sector Catedral como el de mayor incidencia (casos nuevos al año), con 451 enfermos por cada 100.000 habitantes. Le sigue Goicoechea, con 125 por 100.000 y Zapote con 105.
Una enfermedad que se puede prevenir
Sea cual sea el tipo de cáncer que se padezca, existen dos claves que no fallan para poder salir triunfadoras de esta situación. El primero es la detección temprana, la Dra Vindas nos comenta que los centros médicos públicos, trabajan a través de la promoción y la prevención por medio de publicidad, talleres y charlas sobre la importancia de realizarse el auto examen de mamas “Este se realiza todos los meses una semana después de la última menstruación”. Con ello se trata de identificar cambios en el color de la piel, presencia de secreciones, engrosamientos asimétricos, masa o nódulos palpables.
Es recomendable que las mujeres mayores de 40 años se realicen una mamografía cada dos años, sino se posee factores de riesgo como factores heredofamiliares, sobrepeso, tabaquismo, por ejemplo; o cada año para las mujeres que se encuentran más vulnerables.
En segundo lugar, llevar una alimentación saludable, realizar actividad física, evitar el sobrepeso y la obesidad podrían llegar a generar un efecto de reducción en la incidencia del cáncer de mama a largo plazo. Así como también las mujeres que deciden y pueden amamantar a sus bebés por prolongados períodos pueden obtener un beneficio adicional en cuanto la reducción del riesgo de contraer esta enfermedad.
El año pasado la CCSS unió fuerzas con la Universidad de Costa Rica, para estudiar los factores de riesgo sobre este tipo de cáncer. El grupo de investigadores está a cargo del Dr. Gustavo Gutiérrez, especialista en genética y cinco investigadores más, así como el Instituto Universitario de Investigación de Mujeres de la Universidad de Toronto, Canadá, institución que financiará parte del proyecto.
Estos resultados aún se encuentran en estudio, pero se habla que los datos de esta investigación proporcionarán un perfil representativo de la demografía del cáncer de mama en cuanto a factores de riesgo y tratamientos. Esta información ayudara a orientar las políticas públicas y dirigir los esfuerzos de prevención en relación con esta enfermedad.
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