En una acción que generó un masivo sentimiento de ira -en la población pro choice (pro decisión)-, y euforia en el campo conservador, (pro vida), el máximo tribunal judicial estadounidense eliminó el derecho al aborto

 

En un voto dividido 6-3, la Corte Suprema de Estados Unidos (Supreme Court of the United States, Scotus), decidió anular el fallo que el tribunal emitió en 1973, cuando estableció el derecho constitucional federal -nacional- a la interrupción del embarazo -en el caso conocido cono “Roe versus Wade”-.

 

Pero la nueva mayoría planteó, como base para su controversial sentencia, que ese derecho -reconocido hace medio siglo- no existe, y que, por lo tanto, cada uno de los cincuenta estados debe determinar si, en su específica jurisdicción, será reconocido -esto, en el caso de que el Congreso no intervenga-.

 

La votación favorable estuvo a cargo de los magistrados Samuel Alito, Amy Coney Barrett, Neil Gorsuch, Brett Kavanaugh, Clarence Thomas, además del presidente de la Scotus, John Roberts quien, no obstante su posición, señaló que lo ideal habría sido prohibirvel aborto después de la semana 15.

 

La posición en disenso fue mantenida por Stephen Breyer, Elena Kagan, Sonia Sotomayor.

 

Entre los argumentos a favor del fallo, el bloque conservador planteó que “la Constitución no hace referencia al aborto, y dicho derecho no está protegido implícitamente por ninguna disposición constitucional”.

 

Asimismo, que el fallo de 1973 fue “terriblemente equivocado desde el principio”, y estuvo “lejos de lograr un acuerdo nacional sobre el tema del aborto”.

 

También, que “es hora de hacer caso a la Constitución, y devolver el tema del aborto a los representantes electos del pueblo”.

 

Al respecto, aseguraron que “la Constitución no prohíbe a los ciudadanos de cada Estado regular o prohibir el aborto”, y que “ahora (…) devolvemos esa autoridad al pueblo y a sus representantes electos”.

 

“Terminamos esta opinión donde comenzamos”, aseguraron, además, señalando que “el aborto presenta una profunda cuestión moral”.

 

En la opinión que, en discordancia, emitieron conjuntamente, los tres magistrados en minoría expresaron que “nosotros disentimos”.

 

Ello, “con tristeza, por esta Corte, pero más, por los muchos millones de mujeres estadounidenses que hoy han perdido una protección constitucional fundamental”.

 

Al referirse al tema, en la Casa Blanca, inmediatamente después de conocida la votación, el presidente estadounidense, Joe Biden, aseguró que, el nuevo fallo significa un salto atrás de un siglo y medio en la historia nacional.

 

“La corte estableció, como razonamiento, leyes, de los estados, que criminalizan el aborto y que datan de los 1800s: la corte, literalmente, llevando, a Estados Unidos, 150 años hacia atrás”, denunció, en un mensaje al país.

 

“La salud y la vida de las mujeres de nuestra nación están, ahora, en riesgo», advirtió, por momentos molesto, por momentos emotivo.

 

“No se equivoquen: esta decisión es la culminación de un deliberado esfuerzo, de décadas, para alterar el equilibrio de nuestra legalidad”, planteó, al dirigirse a sus compatriotas.

 

“Este es un día triste, para el país, en mi opinión”, reflexionó el presidente

 

“Pero eso no significa que la pelea terminó”, aclaró, de inmediato.

 

“Permítanme ser muy claro e inequívoco: la única manera en que podemos asegurar el derecho de una mujer a elegir (…) es que el Congreso restaure la protección de Roe v. Wade, como ley federal”, dijo, a manera de recomendación, para agregar que “ninguna acción ejecutiva (decreto) del presidente puede hacer eso”.

 

“Y, si el congreso, tal como parece-, no tiene los votos para hacer eso, ahora, los votantes tendrán que hacer oír sus voces”, comenzó a explicar.

 

“Este otoño, ustedes deben elegir a más senadores que codifiquen, otra vez como ley federal, el derecho de una mujer a decidir”, exhortó, en alusión a las elecciones legislativas de medio período, programadas para el 8 de noviembre.

 

Los votantes estadounidense están convocados para, ese día, elegir a los 435 congresistas  -integrantes de la Cámara de Representantes-, y a 35 de los 100 miembros del Senado.

 

El gobernante Partido Demócrata cuenta con mayoría considerable, en la cámara baja, y con un voto de ventaja, en la cámara alta.

 

“Este otoño, Roe está en la papeleta, las libertades personales están en la papeleta, el derecho a la privacidad, la libertad, la igualdad -todo está en la papeleta”, aclaró.

 

“Hasta entonces, haré todo, en mi poder, para proteger el derecho de una mujer en estados donde enfrentarán las consecuencias de la decisión de hoy”, aseguró.

 

Concedentemente, en declaraciones por separado, y visiblemente contrariada, la presidenta de la Cámara de Representantes, la congresista demócrata Nancy Pelosi, se refirió al escenario electoral de este año.

 

“El derecho de una mujer a decidir, la libertad reproductiva, están en la papeleta, en noviembre”.

 

“No podemos permitir que (los republicanos) tomen el control (del Parlamento) para que puedan imponer su objetivo, que es el de criminalizar la libertad reproductiva”, subrayó.

 

“Siempre lo he dicho: la determinación de un embarazo es, apenas, su acto inicial, es solamente su fachada”, puntualizó.

 

“Detrás de eso, y por años -lo he visto en este Congreso-: oposición a cualquier planificación familiar, doméstica o global”, denunció.

 

Pelosi, una tenaz defensora de los derechos de las mujeres, criticó, en fuertes términos, lo actuado por la mayoría de la corte.

 

“La hipocresía es tremenda, pero el daño es infinito”, planteó.

 

“Lo que esto significa, para las mujeres, es tan insultante, es una bofetada a las mujeres, sobre el uso de su buen juicio para tomar sus propias decisiones sobre su libertad reproductiva”, subrayó.

 

Entre las fuertes voces escuchadas en el Capitolio -la sede del Poder Legislativo estadounidense-, en el ámbito senatorial, la ex precandidata presidencial demócrata Elizabeth Warren,  cuestionó, también severamente, lo actuado por los seis.

 

“Estoy furiosa, por esto”, declaró, en diálogo con la cadena de televisión informativa local Cable New Network (CNN).

 

“Tenemos seis magistrados extremistas, en la Suprema Corte de Estados Unidos, quienes han decidido que su moral y sus visiones religiosas deben imponerse al resto de Estados Unidos”, expresó, a continuación.

 

“Esto no es lo que Estados Unidos quiere”, aclaró, con énfasis.

 

Warren, también intensa defensora de los derechos de las mujeres, puso en su lugar, al sexteto.

 

“Y, en una democracia, respecto a este tema, la Corte Suprema no tiene la última palabra: el pueblo la tiene”, les advirtió, a continuación.

 

“Vamos a pelear, tenemos las herramientas, vamos a usarlas, y, en noviembre, vamos a asegurarnos de elegir suficiente (cantidad de) gente que crea en esa democracia, que podemos aprobar Roe v. Wade, y convertirla, nuevamente, en ley de la tierra”, anunció.

 

De inmediato, aclaró: “sólo que, esta vez, vamos a hacerlo vía estatuto, y la haremos cumplir”.

 

Foto: Olia danilevich