Aunque existen leyes que defienden los derechos de las mujeres, se necesitan cerrar brechas salariales e incentivar que más damas se postulen a puestos de mando.
Romper estereotipos, enfrentarse a la sociedad, buscar mejores oportunidades, todos son retos que las féminas siguen enfrentando en nuestro país, aunque Costa Rica ha dado pasos importantes hacia la equidad.
Así se desprendió del conversatorio “Logros y desafíos de las mujeres en el siglo XXI”, organizado por el despacho de la diputada independiente Carmen Quesada Santamaría.
Quesada manifestó que la unión entre damas tiene un impacto positivo en la historia y allana el camino para las nuevas generaciones, debemos festejar nuestros logros y reconocer el trabajo de las demás, de igual forma invitó a las presentes a no dormirse en sus laureles, a seguir mejorando para construir una sociedad mejor.
Hay instituciones que son un caso de éxito en cuando a equidad e igualdad de género como lo es el Banco Popular, Marvin Rodríguez, Presidente del Directorio de la Asamblea de Trabajadores, indicó que en 2002 aprobaron la Ley de Paridad, fueron el primer banco en América Latina en hacerlo.
“El siguiente paso era tener una política sobre igualdad de género que trabajara en tres ejes: participación igualitaria en todos los órganos del banco, tener un eje transversal en los programas y trabajar a lo interno temas como acoso laboral y liderazgo”, manifestó.
En este momento el Banco tiene un sello de equidad de género, el programa BP Empresarias, el 52% de su planilla está integrado por féminas, además su proceso de reclutamiento busca cerrar brechas de género.
Por su parte Nidia Jiménez, legisladora del Partido Acción Ciudadana (PAC) alabó el trabajo de la institución bancaria y reconoció que todavía queda un camino largo por recorrer para que se nos reconozcan nuestros derechos.
Su despacho está haciendo esfuerzos, por ejemplo en conjunto con varias instituciones lograron realizar en Costa Rica un congreso internacional que trataba la problemática de la violencia obstétrica, buscaba que el trato fuera más humano para la madre y la familia y que en el caso de poblaciones indígenas o migrantes se reconocieran sus tradiciones.
Desde otros frentes
Otra de las asistentes al conversatorio fue Faustina Torres, presidenta de la Asociación de Mujeres indígenas de Talamanca y empresaria, ella reconoce que en su caso ser dama e indígena hace más complicada la tarea, pero buscan que se reconozca el trabajo de la mujer en la casa y en el campo, en especial a aquellas que son dueñas de tierras y recalcó que cuando las féminas luchan por sus derechos caen mal.
“Buscamos que se nos reconozca el rol protagónico que tenemos con nuestro sistema matriarcal, es importante tener más presencia política y aprovechar los espacios que se nos brindan, tenemos que valorar nuestro trabajo en especial en el campo, construir nuestros propio espacio y ser más solidarias entre nosotras”, acotó.
Sara Salazar, presidenta ejecutiva de RECOPE, declaró que ella es la primera mujer en ocupar ese cargo, reconoce que es una institución que se ha caracterizado por la desigualdad, sin embargo en esta administración hay una como Gerente General y dos ingenieras a cargo de proyectos importantes.
Asimismo informó que la Junta Directiva aprobó la política en la cual RECOPE se declara libre de discriminación por orientación sexual, género y raza.
Las asistentes al conversatorio señalaron que el machismo sigue viviendo en muchas casas, en especial en mujeres y que aunque la igualdad de derechos se viene construyendo, es la equidad lo que nos frena y si la fémina tiene una buena situación laboral y económica, la sociedad se verá beneficiada.