
El Instituto Nacional de las Mujeres (Inamu) mantiene, no obstante la emergencia decretada en Costa Rica a causa del nuevo Coronavirus –conocido como COVID-19-, la atención a caos de violencia de género, informó la ministra de la Condición de la Mujer y directora ejecutiva del instituto, Patricia Mora.
En el contexto de la emergencia, la población en general, a nivel nacional, debe compartir la responsabilidad de cuidar a las personas que lo requieran, ya que no se trata de una tarea que corresponde desempeñar únicamente al sector femenino, agregó Mora.
“Reiteramos, a las mujeres, que, si en estos días, enfrentan una amenaza o situación de violencia, pueden llamar a las líneas disponibles, así como a la línea del 9-1-1, la cual continúa brindando los servicios de atención en materia de violencia de género, las 24 horas del día, los siete días de la semana”, indicó la Ministra.
“No crean que están solas”, reafirmó, poco después de conocido, la tarde del 16 de marzo, el decreto.
En un comunicado que emitió su Dirección de Comunicación, con las declaraciones de la ministra, el Inamu informó que las siguientes son las delegaciones del instituto, a nivel nacional, y sus respectivos números telefónicos:
-Delegación de la Mujer: 9-1-1
-Centro de Información y Orientación en Derechos: 2527-1911
-Unidad Regional Huetar Norte: 2527-3700
-Unidad Regional Huetar Caribe: 2527-3749
-Unidad Regional Pacífico Central: 2527-3736
-Unidad Regional Chorotega: 2527-8573
-Unidad Regional Brunca: 2527-3725
-Unidad Regional Central sede Oriente: 2527-1922
-Unidad Regional Central sede Occidente: 25271980.
De acuerdo con datos oficiales, en materia de violencia de género, Costa Rica registraba este año, al 19 de febrero, cetario femicidios, y según recientes estimaciones del Inamu, a nivel nacional, por lo menos seis de cada 10 mujeres han sido víctimas de alguna forma de acoso sexual en espacios públicos.
En cuanto a la responsabilidad en materia de atención especial a algunos miembros de las familias, tarea que, históricamente, se ha asignado a las mujeres, Mora exhortó, a los costarricenses, por encima de los tradicionales esquemas de género, a compartir esa labor, particularmente en el marco de la actual emergencia sanitaria.
Al respecto, formuló “un llamado urgente a toda la población para que la responsabilidad del cuido de las personas menores de edad, de personas adultas mayores, y, en general, todas las personas que requieren cuido en estos momentos de emergencia se comparta entre todos los miembros de la familia”.
También planteó la necesidad de que “la comunidad, las empresas, las instituciones se solidaricen con las familias, y comprendan que el cuido de las personas no es responsabilidad única de las mujeres”.
La ministra, una ex legisladora (2014-2018) por el izquierdista Frente Amplio, formuló las declaraciones poco después de que el presidente costarricense, Carlos Alvarado, la ministra interina de la Presidencia, Silvia Lara, y el ministro de Salud, Daniel Salas, firmaron el decreto –puesto inmediatamente en vigencia- de declaración de emergencia nacional a causa de la presencia del COVID-19 en Costa Rica.
“Se declara estado de emergencia nacional en todo el territorio de la República de Costa Rica, debido a la situación de emergencia sanitaria provocada por la enfermedad COVID-19”, según el primero de los 14 artículos del documento, antecedidos por 15 considerandos.
Durante la ceremonia de firma del decreto, Alvarado anunció, asimismo, la entrada en vigencia de medidas tales como el cierre de fronteras aéreas, terrestres, y marítimas –con excepción de costarricenses, extranjeros residentes, e integrantes del cuerpo diplomático acreditado en el país-, además de la suspensión de actividades educativas, por períodos de tiempo específicos.
Durante la conferencia de prensa que siguió a la firma del decreto, en la capitalina Casa Presidencial –sede del Poder Ejecutivo-, Salas actualizó los datos referidos a la incidencia del virus en el país centroamericano, indicando el total de casos, a nivel nacional, ascendió, de momento, a 41, incluidas 20 mujeres –lo que constituye 48.2 por ciento–.
En cuanto a la situación de las mujeres, a nivel mundial, en el contexto de la pandemia, tres investigadoras británicas denunciaron, en un documento publicado el 6 de marzo, que las mujeres no están plenamente incorporadas a los mecanismos de vigilancia, detección, y prevención de la Enfermedad Coronavirus 2019 (Coronavirus Disease 2019, COVID-19), e indicaron que ello es motivo de preocupación.
Tal situación ocurre, no obstante el hecho de son mujeres quienes están en la primera línea de interacción con las comunidades, plantearon Clare Wenham, Julia Smith, y Rosemary Morgan, autoras del estudio que titularon “COVID-19: the gendered impacts of the outbreak” (“COVID-19: los impactos de género del brote”).
“Dada su interacción de primera línea con las comunidades, es preocupante que no se haya incorporado plenamente a las mujeres a los mecanismos globales sanitarios de vigilancia, detección, y prevención”, indicaron las expertas, en el documento publicado por The Lancet, revista especializada en medicina.
“Los papeles de cuidado socialmente asignados a las mujeres las ubican en una destacada posición para identificar tendencias, a nivel local, que pueden señalar el inicio de un brote y, por lo tanto, mejorar la seguridad sanitaria global”, agregaron.
“Aunque no debería recargarse a las mujeres, particularmente considerando que mucho de su trabajo durante crisis sanitarias es mal pagado o no pagado, la incorporación de las voces y el conocimiento de las mujeres podría empoderar y mejorar la preparación y la respuesta a los brotes”, aseguraron, además.
“No obstante el reconocimiento que la Junta Directiva de la OMS (Organización Mundial de la Salud) dio a la necesidad de incluir a mujeres en la toma de decisiones para preparación y respuesta a brotes, hay inadecuada representación en espacios nacionales y globales de política para COVID-19, tal como la Fuerza de Tarea de la Casa Blanca para el Coronavirus (White House Coronavirus Task Force)”, precisaron.
La respuesta a la crisis sanitaria causada por el nuevo virus debe evitar la continuación de la desigualdad en materia de género y de salud que enfrentan las mujeres, plantearon.