Cuatro mujeres detenidas en Egipto, por exigir públicamente la excarcelación de presos políticos recluidos en sobrepoblados establecimientos penitenciarios, fueron puestas en libertad bajo fianza, informó la organización internacional Human Rights Watch (HRW).

Las mujeres, arrestadas el 18 de marzo, mientras se manifestaban frente a una instalación gubernamental en El Cairo, la capital del país árabe, expresaron temor de que, dadas las condiciones infrahumanas que caracterizan a las cárceles egipcias, los reclusos sean afectados por la pandemia de COVID-19 que afecta a países a nivel mundial, indicó HRW, en un comunicado que emitió dos días después de la detención del grupo.

Se trata de Laila Soueif –docente de la Universidad de El Cairo, y madre del encarcelado activista de derechos humanos Alaa Abdel Fattah- Ahdaf Soueif –novelista y hermana de Laila-, Mona Seif Abdel Fattah –hija de Laila-, y Rabab al-Mahdi –profesora de ciencias po0líticas en la Universidad Americana de El Cairo.

Al incluir, en el comunicado de quince párrafos emitido en inglés y en francés, un breve relato de lo ocurrido con las cuatro manifestantes, HRW indicó que la hija de Laila registró, en una transmisión en vivo (live stream), en la red social Facebook, la protesta, delante de la sede del gabinete ministerial egipcio.

“Estamos paradas frente al gabinete, exigiendo, al estado, que tome serias medidas respecto al coronavirus en las prisiones”, expresó Mona, y agregó que “las prisiones de Egipto, aun en situaciones normales, son un ambiente que invita a la enfermedad”.

Mona también indicó que el grupo estaba exigiendo la liberación de su hermano Alaa Abdel, quien está, desde setiembre, en detención preventiva, a la espera de juicio, y de quienes definió como todos los demás presos injustamente detenidos.

De acuerdo con lo informado por HRW, en el comunicado, el hermano de Mona terminaba de cumplir una condena de cinco años en prisión, por haber participado en protestas callejeras, y que fue nuevamente detenido.

De acuerdo con lo que se observa en el video, minutos después de iniciada la protesta, efectivos policiales uniformados y vestidos de civil confrontaron a las mujeres, a quienes exigieron que pusieran fin a la manifestación.

También se observa a un funcionario policial de alto rango, quien plantea, a las mujeres, “abordar el tema” en su oficina, ubicada cerca del lugar.

Igualmente, se ve cuando el jerarca habla, por teléfono, con un interlocutor no identificado mientras, en vos muy alta, lee las consignas escritas en las pancartas que las manifestantes portaban, y, unos quince minutos después, toma el teléfono de Mona, lo que abruptamente finaliza la grabación.

De acuerdo con lo señalado por HRW, “la preocupación ha aumentado sobre la propagación del virus COVID-19 después que las autoridades prohibieron, el 10 de marzo, todas las visitas. La familia de Abdel Fattah indicó que no ha tenido información de ni sobre él, desde el 4 de marzo”.

Poco después, Sanaa Seif -hermana de Mona- escribió, en Facebook, que las manifestantes ya no se hallaban en el lugar de la protesta, y que no se las podía ubicar vía telefónica, y, posteriormente, indicó que creía que sus familiares estaban detenidas en la cercana estación policía Qasr al-Nil, y que ella fue “expulsada” del lugar sin permitírsele verlas.

Por su parte, Khaled Ali, abogado de las mujeres, relató, igualmente en Facebook, que fiscales en la estación policial las interrogaron y las acusaron de difundir noticias falas respecto a la respuesta gubernamental a COVID-19 y a convocar a protestas sin autorización, tras lo cual se decidió su liberación a cambio de pago de fianza.

HRW informó que la fianza se fijó, para cada una, en 5,000 libras egipcias (318 dólares), tras cuyo pago, tres de las manifestantes fueron puestas en libertad, la mañana del 19 de marzo, mientras que Laila fue conducida a la Fiscalía de Seguridad del Estado, parea ser nuevamente interrogada.

Tras varias horas, la mujer fue puesta en libertad, tras el pago de una fianza adicional, de 3,000 libras egipcias (190 dólares) “por otro caso”, agregó la organización, sin proporcionar detalles al respecto.

Las manifestantes permanecieron detenidas alrededor de 30 horas, precisó HRW, y agregó que recibió testimonio de Sanaa, en el sentido de que “su madre se negó a responder la preguntas de los fiscales”, según HRW, entidad con sede en la nororiental ciudad estadounidense de Nueva York.

Por su parte, en Facebook, Ahdaf –la hermana de Laila- escribió que las cuatro fueron mantenidas en una celda de dos por dos metros, junto con otras seis mujeres, y que tuvieron que solicitar desinfectante –por el que debieron pagar-, para limpiar el sitio.

También precisó que ninguna medida fue tomada para evitar la propagación del virus, entre las detenidas.

También citado en el comunicado, Joe Stork, subdirector de HRW para Oriente Medio y el Norte de África, dijo que, “en lugar de liberar a persona injustamente detenidas, las autoridades egipcias están silenciando a activistas y a familiares quienes denuncian”.

“Las familias tienen razón al preocuparse por los riesgos de COVID-19, y las autoridades tendrían que escuchar”, agregó.

HRW y el diario regional Middle East Eye (MEE) informaron, el día de la liberación de las cuatro manifestantes, bajo fianza, que, en la misma fecha, varios presos políticos fueron puestos en libertad.

“El 19 de marzo, en una decisión separada, la Fiscalía de Seguridad del Estado ordenó la liberación de15 detenidos quienes han estado en detención preventiva a la espera de juicio, por meses, bajo cargos relacionados con su derecho a la libertad de expresión o de asociación”, señaló HRW.

Por su parte, MEE indicó que el número de presos políticos ha llegado a aproximadamente cuatro mil, además de informar que, “de acuerdo con el oficial Consejo Nacional para los Derechos Humanos, en 2015, las estaciones de policía estaban sobrepobladas en 300 por ciento, y las prisiones estaban sobrepobladas en 160 por ciento”.