
La pandemia del nuevo coronavirus, que causa la Enfermedad Coronavirus 2019 (Coronavirus Disease 2019, COVID-19), está golpeando severamente a México, y se ha sumado a la permanente epidemia de violencia de género que registra el país latinoamericano –además de agudizarla-.
En el caso de la capital, según datos de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, en el tiempo transcurrido desde mediados de marzo, cuando el gobierno nacional comenzó a aplicar medidas tales como el aislamiento social, las detenciones por casos de violencia familiar aumentaron 7.2 por ciento.
Por su parte, el también capitalino Consejo Ciudadano para la Seguridad y la Justicia ha estimado que, en el mismo período, las denuncias de tales incidentes subieron 24 por ciento.
Al respecto, la psicóloga Wendy Figueroa, directora de la Red Nacional de Refugios (RNR) –entidad sin fines de lucro que defiende los derechos de las mujeres y a las víctimas de violencia de género-, dijo, a la publicación mexicana Expansión Política, que la Jornada Nacional de Sana Distancia, promovida por el gobierno, agudiza el riesgo para las mujeres en situación de violencia, ya que incluye el aislamiento social –lo que implica, en numerosos casos, permanente convivencia con los agresores-.
“La propia contingencia (sanitaria) implica violencias machistas contra las mujeres, porque éstas se agravan ante el tema del aislamiento social, y esto se refleja en el repunte que hemos tenido en las atenciones y en los ingresos a los refugios”, comenzó a explicar la activista.
“Es sorprendente que hay autoridades que dicen que la violencia contra las mujeres no ha repuntado” en la marco de la emergencia sanitaria, agregó, para señalar, sin identificar a ningún funcionario, que, “nuevamente, vuelven a querer ocultar la realidad”, lo que “significa una omisión impresionante”.
En tal contexto, la RNR está trabajando a plena capacidad, habiendo registrado, en las pasadas tres semanas, cinco por ciento más de ingresos de víctimas a sus centros, y 60 por ciento más solicitudes de orientación, por parte de mujeres, lo mismo en las redes sociales y el correo electrónico de la entidad, que por teléfono, precisó.
“En los refugios, seguimos dando ingresos, y no les estamos pidiendo, a las mujeres, las pruebas de coronavirus, como en otros espacios (de refugio) de gobierno, en los cuales, incluso, ya no dan ingresos, o están cerrados, o solo están atendiendo a la población que ya tenían, pero, si ahí se abre un espacio, exigen la prueba del COVID-19”, indicó, además.
“Nosotros operamos en apego a los derechos humanos, y eso implica que, si una mujer está infectada con coronavirus y está en riesgo (de violencia de género), por supuesto que le brindamos el refugio”, aseguró.
En ese sentido, Figueroa puntualizó que “la mujer víctima de violencia que sea diagnosticada con COVID-19 sí puede ingresar al refugio, con las medidas de cuarentena que se requiere para mitigar el virus, y, si requiere hospitalización, ya hay un convenio con la Secretaría de Salud federal para su atención oportuna e integral”.
Además, la experta denunció que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador no actuó con prontitud en la elaboración y el lanzamiento del plan que anunció, el 27 de marzo, para atender la violencia de género en el marco de la emergencia sanitaria mexicana.
La activista indicó que ello ocurrió en el contexto de presión que, en ese sentido, venían ejerciendo organizaciones de sociedad civil –incluida la RNR-, las que advertían sobre el riesgo que el aislamiento social representa para las mujeres en situación de violencia de género.
Al respecto, en una conferencia de prensa de la Secretaría de Salud, al abordar las medidas gubernamentales, la presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), Nadine Gasman, se refirió al tema de la recarga de labores domésticas que, para las mujeres, resulta del aislamiento social.
“Esta contingencia también ha puesto sobre la mesa el tema de los cuidados (domésticos), un trabajo que es realizado mayormente por las mujeres y sin remuneración económica”, señaló, para agregar que la emergencia sanitaria “es un momento perfecto para repensar la forma en que cuidamos”, por tratarse de un trabajo que “no es equitativo: las mujeres en general trabajan tres veces más en cuidados domésticos, que los hombres”.
“Esto va de la mano con crear espacios de armonía durante el aislamiento preventivo”, reflexionó.
“Y, para hacer frente a este escenario, el Inmujeres creó el programa ‘No estás sola, seguimos contigo’, que es una línea telefónica de emergencia para que las mujeres víctimas de violencia doméstica puedan contactar, desde cualquier punto del país, a las autoridades”, informó.
En sus declaraciones a Expansión Política, Figueroa planteó que el programa de Inmujeres es apoyado por las agrupaciones de derechos de la población femenina que “hemos alzado la voz en estas desigualdades y violencia contra las mujeres (…) previniendo que iban a haber incrementos de violencia, porque al convivir con tu agresor es evidente que va a desatarse una situación de mayor riesgo”.