Åsa Regnér

Una experta de Naciones Unidas planteó a los gobiernos a nivel global, en la forma de preguntas, un decálogo en materia de medidas que, en el marco de la pandemia generada por el coronavirus, apuntalen la igualdad de género.

Ello, con el propósito de ayudar, a las autoridades gubernamentales, en el contexto mundial, a respetar los derechos de las mujeres y las niñas, precisó, en una declaración, la directora ejecutiva adjunta de la Entidad de las Naciones Unidas para Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres (Onu Mujeres), la sueca Åsa Regnér.

“Hemos visto, como tantas otras veces, que las mujeres cargan sobre sus hombros el bienestar de los países. En este momento, están trabajando día y noche para mantener unida a la sociedad (…) a través de la atención médica, la atención materna, la atención a las personas mayores, la enseñanza a distancia, la atención de las niñas y niños, en las farmacias, en los supermercados y como trabajadoras sociales”, aunque “en otros casos, las mujeres realizan el trabajo doméstico y de cuidado sin percibir ningún salario”, señaló.

En tal contexto, “la labor de ONU Mujeres es ayudar a los Gobiernos a que se cumplan los derechos de las mujeres y niñas”, explicó, para señalar que “esto no es menos importante, y hasta aún más cierto, en épocas de crisis”.

“Los gobiernos están respondiendo, y lo están haciendo bajo la enorme presión para actuar con rapidez”, pero “también sabemos que las decisiones y políticas son más eficaces si incluyen una perspectiva de género”, además de que “las decisiones y políticas que ignoran este tema no sólo obtienen peores resultados, sino también suelen fracasar”, indicó, en el texto de 16 párrafos difundido por la agencia especializada de Naciones Unidas.

“Por este motivo, cooperamos con las personas encargadas de tomar decisiones en la respuesta a esta situación a fin de lograr mejores resultados para las mujeres y niñas, así como para el resto de las personas”, de modo que “estas 10 preguntas están dirigidas a quienes guían a los gobiernos, municipalidades, parlamentos y otras personas encargadas de tomar decisiones”.

Entre las interrogantes, Regnér indagó, en primer término: “¿qué medidas está adoptando para asegurar que las mujeres tengan acceso a los recursos, las líneas de ayuda telefónica y los refugios?”.

Ello, debido a que, como resultado de emergencias en cuyo marco se ha limitado la circulación de las personas en vía pública, “la violencia contra las mujeres tiende a aumentar”, algo que genera “una situación potencialmente peligrosa para las mujeres cuando sus cónyuges violentos permanecen en sus hogares todo el tiempo”.

En materia de equidad de género –o ausencia de ella-, la experta preguntó: “¿cómo está dirigiendo su respuesta económica y a quiénes favorece?”.

Esto, porque “los ingresos de los hombres, en general, son más altos que los de las mujeres”, además de que “los hombres prevalecen en los trabajos permanentes o a largo plazo y tienen una menor presencia en los trabajos precarios”, razones por las cuales “existen grandes desigualdades en cuanto al acceso a la seguridad, como los seguros de salud, los beneficios de desempleo y otra protección social”, puntualizó.

Respecto a la tradicional exclusión, de las mujeres, de la toma de decisiones de índole política, la consulta fue: “¿consideró cómo las opiniones e intereses de las mujeres se reflejan en los resultados y procesos de toma de decisiones que lleva adelante?”, además de si, en los casos en que mujeres participan en esos procesos, sus consejos son escuchados.

En cuanto a la situación de las mujeres quienes son jefas de hogar, y a su vulnerabilidad en materia económica, la jerarca de ONU Mujeres planteó una interrogante clave: “¿está preparando intervenciones específicas para los hogares monoparentales —la mayoría de los cuales están conformados por mujeres— cuando la economía se desacelere o incluso se detenga?”.

Y también en el marco de las tareas que las sociedades patriarcales asignan a las mujeres –desde su infancia-, en el contexto del hogar, Regnér se refirió al hecho de que alguno gobiernos han optado, como medida de distanciamiento social para tratar de reducir la propagación del virus, por suspender las actividades educativas.

En ese sentido, señaló que, en tales contextos nacionales, “aquellas personas que cuentan con los recursos pueden recurrir a la enseñanza a distancia”.

Al respecto, “¿qué medidas ha adoptado para asegurar que las niñas no tengan que cuidar a sus hermanos y hermanas menores o abuelos y abuelas mientras que los niños siguen estudiando?”, indagó.

Formuladas las interrogantes, la funcionaria internacional aseguró la disposición de la agencia especializada a mantener comunicación con los gobiernos a nivel mundial, y a mantener, en ese contexto, la defensa de los derechos de la población femenina.

“ONU Mujeres continuará dialogando con los gobiernos, las municipalidades y la sociedad civil de todo el mundo para defender los derechos de las mujeres y niñas”, expresó.

“Esta crisis nos pondrá a prueba, pero la superaremos mejor, más rápido y hasta quizás logremos una mejor reconstrucción, si nos mantenemos centrados en brindar respuestas equitativas en función del género mientras hacemos frente al COVID-19 y otras cuestiones”, reflexionó.