Jacinda Ardern, Primera Ministra de Nueva Zelanda. Fuente: Marty Melville/AFP/Getty Image

Mujeres quienes encabezan gobiernos, a nivel mundial, están desarrollando algunas de las más exitosas labores individuales para enfrentar la pandemia del nuevo coronavirus, y su desempeño fue destacado por un periódico estadounidense.

Primeras ministras, la mayoría, iniciaron acciones más temprano, con mensajes y medidas más contundentes, que sus colegas masculinos, señaló el diario The Washington Post que, en el artículo titulado “Mujeres líderes mundiales aclamadas como voces de la razón en medio del caos del coronavirus” (“Female world leaders hailed as voices of reason amid the coronavirus chaos”), citó a algunas analistas y a varias de las protagonistas

“Podríamos pensar que esto es como un efecto de halo en algunas mujeres líderes”, dijo Jennifer Curtin, quien dirige el Instituto de Política Pública (Public Policy Institute) en la Universidad de Auckland, en Nueva Zelandia.

“Muchas mujeres líderes han sido, efectivamente, exitosas en controlar la propagación del coronavirus, manteniendo, al mismo tiempo, la calma”, agregó.

“Sus éxitos se han ampliado, en parte porque vemos (…) un par de líderes hipermasculinos respondiendo de manera muy agresiva”, planteó, a la publicación.

Una de las gobernantes quien enfrenta exitosamente la pandemia es la primera ministra de Nueva Zelandia, Jacinbda Ardern, quien ha mantenido baja la curva estadística de casos en ese país ubicado en Oceanía, en el suroeste del Océano Pacífico, próximo a Australia.

“Cuando se trata de salvar vidas y aplanar la curva, pocos líderes mundiales han atraído tanta atención positiva” como Ardern, escribieron Jennifer Hassan y Siobhán O’Grady, la autoras del artículo.

“Ardern tiene una historia de respuestas audaces a la tragedia”, agregaron, en alusión a los ataques terroristas del año pasado contra dos mezquitas en la ciudad de Christchurch, ubicada en la costa oriental de la Isla Sur –la de más superficie de las dos mayores entre las numerosas islas que constituyen el país-.

En una de sus respuestas inmediatas a la agresión –el peor ataque terrorista en Nueva Zelandia, acción que cobró 51 vidas-, Ardern impulsó reformas a la legislación nacional sobre armas.

Este año, en la segunda emergencia nacional de su mandato –iniciado en octubre de 2017-, la primera ministra está enfrentada a la pandemia mundial del Síndrome Respiratorio Severo Agudo-Coronavirus 2 (Severe Acute Respiratory Syndrome-Coronavirus 2, SARSCoV2), causante de la Enfermedad Coronavirus 2019 (Coronavirus Disease 2019, COVID-19).

Entre las primeras medidas, “rápidamente cerró las fronteras del país y preparó a los ciudadanos para medidas prolongadas”, señalaron Hassan y O’Grady.

Y también citaron las inequívocas declaraciones iniciales de la primera ministra: “para ser absolutamente clara: estamos, ahora, solicitando, a todos los neozelandeses quienes están fuera de servicios esenciales, que se queden en casa y que suspendan toda interacción con otros fuera de aquellos en su hogar”.

El aislamiento social y otras medidas que ha promovido la funcionaria han mantenido –hasta el fin de semana pasado- en aproximadamente 1500 los casos, en un país de casi cinco millones de habitantes.

En alusión a que la Primera Ministra ha mantenido conferencias de prensa junto con altos funcionarios de salud pública, además de hacer circular, en redes sociales, videos que la muestran en su hogar, Curtin reflexionó que Ardern, al expresarse empáticamente en sus declaraciones públicas, demuestra que es posible “dirigir tanto con decisión como con bondad”.

Las autoras del artículo también mencionaron a Silveria Jacobs, la primera ministra de Sint Maarten, una de las pequeñas islas caribeñas que forman parte del Reino de los Países Bajos.

Jacobs –de quien aseguraron que “no está jugando”- difundió un enérgico mensaje en video, a la llegada de la pandemia al país de aproximadamente 34 kilómetros cuadrados que constituye 40 por ciento de la Isla de Saint Martin, la que comparte con la francesa colectividad de ultramar de Saint Martin.

“Sencillamente, dejen de moverse”, planteó el 1 de abril, al indicar que la población –algo más de 41 mil habitantes- debía cumplir el aislamiento social.

Al describirla, Hassan y O’Grady expresaron que “Jacobs es una de varias mujeres líderes mundiales quienes han ganado reconocimiento como voces de razón en medio de la pandemia del coronavirus”.

Esas mujeres, ”han atraído elogio por su menajes efectivos y su acción decisiva, en marcado contraste con los enfoques grandilocuentes de varios de los más prominentes lideres masculinos del mundo –incluidos algunos quienes enfrentan críticas por tempranas torpezas atizaron la propagación del virus”.

Entretanto, en Noruega, el estilo de comunicación de la primera ministra Erna Solberg ha sido objeto de elogio, señalaron.

Ese estilo “va más allá de su enfoque científico”, y, “en dos conferencia de prensa en el pasado mes, ha compartido mensajes dirigidos a los jóvenes”, indicaron.

En uno de esos mensajes, poco después del cierre de escuelas, les aseguró que “está OK sentirse asustado”, además de que dijo que extraña abrazar a sus amigos.

Y, en declaraciones a la cadena de televisión estadounidense CNN, también citadas en el artículo, señaló que “pensamos que los niños deben sentir que se los toma en serio en una crisis como esta”.

Las autoras plantearon que, en cambio, en la vecina Suecia, cuyo primer ministro, Stefan Löfven, adoptó medidas menos restrictivas, “los casos se dispararon”.

En cambio, la primera ministra de Islandia, Katrín Jakobsdóttir, entre otras medidas, logró, con la compañía de biotecnología deCODE Genetics, con sede en Reykjavik, la capital nacional, un acuerdo de cooperación mediante el cual quienes deseen someterse a la prueba para determinar si son portadores del virus, pueden hacerlo gratis, indicaron.

“La gente interesada en ser sometida a la prueba, no necesita demostrar que fue expuesta a casos conocidos del virus ni que tiene los síntomas”, ya que “la iniciativa conjunta ha permitido que casi 43,000 personas tomen la prueba –o aproximadamente 11.7 por ciento de la población de la isla”, explicaron.

“Islandia también ha lanzado una iniciativa de rastreo intensivo de contacto que ayudó rápidamente a personas quienes pudieron tener exposición al virus”, agregaron.

De modo que, “si bien las restricciones por distanciamiento social están en vigencia, las pruebas generalizadas y las tempranas medidas de contención proporcionaron, a las autoridades islandesas, datos clave que les permitieron aplicar restricciones un tanto menos severas que a los líderes de algunos otros países”, indicaron, para agregar que “las autoridades (islandesas) anunciaron la semana pasada que las restricciones serán levantadas gradualmente, empezando en mayo”.

En el caso de Alemania, la canciller Angela Merkel advirtió, el mes pasado, a sus compatriotas, que la pandemia “plantea el mayor reto desde la Segunda Guerra Mundial”, indicaron las autoras del artículo.

“Estoy absolutamente segura de que superaremos esta crisis”, dijo Merkel, y preguntó: “pero cuántas bajas habrá? A cuántas personas queridas perderemos? (…) Son personas. Y nosotros somos una Comunidad en la cual cada vida y cada persona cuentan”.

Al respecto, citada en el artículo, Constanze Stelzenmuller, integrante de la Brookings Institution, un tanque de pensamiento estadounidense, dijo que, a diferencia de otras alocuciones a lo largo de su permanencia de 14 años en el cargo,  el menaje de Merkel sobre la pandemia “fue muy directo, fue muy sencillo, realista, empático y personal”.

“Estaba apelando al sentido de responsabilidad de las personas y a su capacidad, como ciudadanos, de evaluar el riesgo y, luego, hacer lo correcto”, agregó Stelzenmuller.

En cuanto a la autogobernada isla de Taiwán, vecina dela República Popular China, Hassan y O’Grady señalaron que la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, y su vicepresidenta, la epidemióloga Chen Chien-Jen, “tomaron firmes medidas tempranas para limitar la propagación del virus”.

De acuerdo con diversas versiones, el virus se originó en la ciudad de Wuhan, la capital de la central provincia china de Hubei.

Entre esas acciones figuran “la restricción de (la llegada de) muchos visitantes y la implementación de nuevos chequeos de salud obligatorios”, escribieron.

De acuerdo con los cálculos más recientes de organizaciones internacionales, el total mundial de casos de COVID-19 es algo superior a 2.6 millones.