La empresaria mexicana Nina Mayagoitia, planteó que la unidad constituye un componente clave para desmantelar estereotipos y, al hacerlo, impulsar la igualdad
La solidaridad de género, entre las mujeres, ayuda a enfrentar, exitosamente, los retos que la población femenina tiene ante sí.
Tal es la más eficaz alianza, principalmente cuando se trata de desempeñarse en ámbitos de tradicional dominio masculino.
Al exponer estos conceptos, la empresaria mexicana Nina Mayagoitia, planteó que la unidad constituye un componente clave para desmantelar estereotipos y, al hacerlo, impulsar la igualdad.
La solidaridad así concebida impulsa a mantener la lucha por cerrar la brecha en materia de oportunidades, aseguró, además, Mayagoitia –vicepresidenta de Comunicación y Responsabilidad y Responsabilidad Social en la filial mexicana de la empresa estadounidense de bebidas alcohólicas Constellation Brands-, en un artículo de opinión.
“En mi experiencia -y me ha quedado claro-, cuando nos apoyamos las unas a las otras, esos grandes retos y pendientes en esta agenda se ven más alcanzables”, indicó, en el comentario publicado, el 23 de marzo, por el medio de comunicación mexicano Expansión -en el suplemento Mujeres-.
“En los últimos años la agenda de las mujeres se ha enfocado en la colaboración, solidaridad, entendimiento mutuo, eso es sororidad”, contexto en el cual “hemos marchado, alzado la voz y volteado a ver a nuestras más cercanas: amigas, compañeras, colaboradoras, líderes”, agregó.
“Y es que las mujeres somos nuestras mejores aliadas como impulsoras del talento femenino”, ello, “sobre todo cuando trabajamos en industrias en las que predominan los hombres”, reflexionó, en el texto que tituló “Cuando las mujeres apoyamos a otras mujeres”.
En opinión de Mayagoitia, “en el ámbito laboral, al ser conscientes de los obstáculos, retos y desafíos que enfrentamos, debemos ser las principales creadoras de oportunidades de crecimiento para otras mujeres”.
Esto aplica, específicamente, a las mujeres quienes se encuentran en posiciones de liderazgo, escribió, a manera de recomendación, además de refutar la narrativa según la cual las mujeres compiten entre sí, o son mutuas rivales.
“Las que tenemos la oportunidad y la responsabilidad de ser líderes, tenemos una responsabilidad en contribuir a que otras mujeres alcancen su potencial”, planteó.
Esto implica “compartir nuestras experiencias y aprendizajes para que cada una se sienta segura de su camino y potencie su talento, siempre formando una red de apoyo basada en la empatía”, señaló, a continuación.
En la visión de la empresaria, se trata de una actitud clave, con la cual desmantelar tradicionales preconceptos y combatir la ausencia de igualdad de género.
“Es crucial que las mujeres nos unamos y apoyemos mutuamente para romper los estereotipos de género y promover la equidad”, indicó.
“Esta idea que a veces se tiene sobre la competencia o rivalidad entre mujeres, es cada vez más un mito o una falsa creencia”, aseguró.
Al respecto, la jerarca empresarial expresó que “la cultura de colaboración y solidaridad, que celebra el éxito y el logro entre mujeres y por las mujeres, nos alienta a pensar que cada día más la agenda en torno a la brecha de género, pendiente de acotar, es posible.
Igualmente, permite comprobar “que el ejercicio de reconocimiento a otras mujeres es hoy una práctica diaria en diversas esferas de la vida pública”, precisó.
“Las mujeres hoy impulsamos a otras mujeres a perseguir sus metas, atender su curiosidad profesional y a descubrir nuevos desafíos que son capaces de conseguir, porque contamos con las habilidades de enfrentar los retos que se nos presentan”, señaló.
En la concesión de solidaridad de género compartida por Mayagoitia, “las mujeres tenemos un papel relevante a desempeñar como líderes y modelos a seguir en la promoción del talento”.
“Al compartir nuestras experiencias y conocimientos, inspiramos a través de la representación a otras mujeres a alcanzar sus objetivos y trabajar juntas para crear un mundo más equitativo e inclusivo no solo para nosotras, sino para todas las personas”, agregó.
También planteó que, la solidaridad de género trasciende el ámbito de la población femenina, para convertirse en un beneficioso factor social.
En ese sentido, explicó que, “al apoyar y empoderar a otras mujeres estamos creando un futuro mejor para las siguientes generaciones, así como sociedades equitativas donde la plataforma para que el talento florezca sea el idóneo en beneficio de todos”.
Por tal razón, llamó a que “reconozcamos y valoremos las habilidades y el potencial de otras mujeres, y trabajemos juntas para apoyarnos y empoderarnos mutuamente”.