Los periodistas que mantenemos un medio de comunicación con enfoque cultural, no encontramos apoyo económico para establecer una relación comercial con el  Ministerio de Cultura y Juventud.

Dirigir un programa cultural, no es asunto fácil, ya que es una ciencia multidisciplinaria, informar sobre cultura podría parecer: divertido, educativo, creativo, entretenido, evolutivo… En fin, encontramos una gran gama de aristas, desde donde un periodista interesado en el tema, puede emitir criterios y dar a conocer los pensamientos y percepciones de sus creadores. Además de replicar el conocimiento a  personas interesadas en las diversas disciplinas.

Por lo tanto, un periodista cultural, abarca un extenso conocimiento para entregar al sector, material necesario. Por este motivo, es indispensable una inversión lógica para solventar sus necesidades, ya que, ofrece un producto necesario para la sociedad y su crecimiento intelectual.

De modo que, un programa cultural y sus promotores tienen la necesidad de contar con equipo adecuado y un salario correspondiente, sin embargo en Costa Rica y alrededor del mundo, encontramos desconocimiento de la bondad de las artes y su alcance, por lo que los posibles patrocinadores no contemplan apoyar estos programas. Vale decir que cultura es, “todo”, pero, contempla apartados como en el tema artístico: música, artes escénicas, artes visuales, literatura, cine, danza, etc.

Sirva la información anterior, para ejemplificar  la situación con el Ministerio de Cultura y Juventud: “El Ministerio de Cultura y Juventud (MCJ) es el ente rector de las políticas nacionales en materia de cultura, le corresponde fomentar y preservar la pluralidad y diversidad cultural, mediante la apertura de espacios y oportunidades que propicien la revitalización de las tradiciones y manifestaciones culturales, así como la creación y apreciación artística”. Esta institución percibe un presupuesto anual, este año le correspondió¢47.484,9 millones”, por parte del Gobierno Central, en el cual, no se estipula un rubro para apoyar, por medio de pauta publicitaria, a los medios que se dedican a difundir las informaciones culturales. Basta crear comunicados de prensa, enviarlos a los medios masivos, para que se visibilice su trabajo, esto de forma superficial, sin ahondar en detalles, en desmenuzar entrevistas o encuentros.

Desde el punto de vista expuesto, los periodistas que mantenemos un medio de comunicación con enfoque cultural, no encontramos apoyo económico, para establecer una relación comercial con este ente institucional, de esta forma, encontramos una relación asimétrica.

Por otra parte, al recorrer diferentes ciudades de nuestro país, observamos con facilidad que, el comercio en general, enfoca sus ventas en artículos globalizados, orientados hacia un capitalismo de consumo, no necesariamente cultural artísticos. De esta forma se ve a la cultura como algo superficial, que no vende, por lo tanto no se invierte en pautar en los medios culturales, que son pocos en nuestro país.

Con el pasar de los años y el crecimiento de la tecnología, la sociedad se ha enfocado en permanecer conectados a juegos virtuales, redes sociales, noticias impactantes, sensacionalistas, mensajes cortos, lectura de títulos sin leer su contenido o en su defecto, hacer crítica social destructiva y mal escrita, de esta forma, se olvida el entorno, la cultura en general, necesaria para el desarrollo humano intelectualmente hablando. Por lo tanto, los medios culturales permanecen en las tinieblas. Tanto así que, parte de la población costarricense opina que el artista es un vagabundo, una persona que no trabaja, no estudia, no tiene futuro o en su defecto, solo las personas adineradas estudian danza, teatro, son escritores, porque tienen solvencia económica, por lo tanto no es necesario que se difunda su labor, su obra, su trabajo.

En conclusión, los periodistas que trabajamos o promovemos la cultura por medio de un programa en línea, una revista o prensa escrita, no encontramos el apoyo necesario, para solventar la necesidad de mantenerlo o hacerlo crecer, en consecuencia se trabaja como dicen: “con las uñas”, para brindar un maravilloso trabajo y no presentar trabajos mediocres.

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Licda. Marlene Ramírez B., Periodista.

Directora de M. R. Producciones