Menos dinero para préstamos personales y tasas de interés más altas en tarjetas de crédito, podrían afectarnos en nuestra vida diaria, o en nuestros negocios
Cuando los ingresos que recibe el Gobierno no alcanzan para cubrir todos sus gastos, se genera el déficit fiscal, el cual, es una de las peores calamidades de la economía si no se detiene a tiempo.
Menos dinero para préstamos personales y tasas de interés más altas en tarjetas de crédito, podrían afectarnos en nuestra vida diaria, o en nuestros negocios.
Asimismo, existe el riesgo potencial de que el Estado disminuya su inversión en áreas vitales para nosotras, como son la asistencia social que brindan los Centros de Cuido Infantil, o bien, en el desarrollo de programas de emprendedurismo para las mujeres jefas de hogar.
Por otra parte, al haber menos recursos para préstamos, los empresarios limitan la inversión y con ello, la generación de nuevos puestos de trabajo.
Este último punto es de vital importancia, sobre todo, si se considera que a nosotras las mujeres nos afecta más el desempleo, pues la tasa de incidencia en Costa Rica es un 3% mayor que la media nacional.
Debido a que el Gobierno debe acudir a la deuda interna para financiar sus gastos operativos como el pago de salarios en el sector público, se genera una mayor presión sobre los recursos existentes en la economía y con ello, todas las consecuencias nefastas, explicó Edna Camacho, presidenta de la Academia Centroamericana.
“El Estado compite con el sector privado en la captación de recursos, estrujando a su vez los recursos disponibles para el sector privado”, explicó Camacho.
El déficit es un faltante de ingresos que no permite a un país crecer. Lo peor de todo, es que con cada día que pasa, la deuda aumenta.
En ese sentido, la única solución es recortar el gasto estatal, o bien, cobrar mejor los impuestos existentes.
Asimismo, se plantea la posibilidad de nuevos tributos y la eliminación de exoneraciones fiscales como alternativa, explicó Nilton Cordero, economista.
Precisamente, esas son las medidas que el Gobierno de Luis Guillermo Solís está planteando, al presentar un proyecto para eliminar el impuesto de ventas y sustituirlo por un impuesto al valor agregado. Este tributo aumentaría en un 2% la carga tributaria ya existente y al mismo tiempo, ampliaría su base impositiva a los servicios.
Por otra parte, plantea varias reformas al impuesto de la renta, para cobrar mejor los gravámenes que ya existen.
A finales del 2014 el déficit fiscal cerró en un 5,7% del PIB y de mantenerse así en el siguiente año, es posible que las calificadoras de riesgo internacionales degraden a Costa Rica y con ello, se genere mayor inflación.
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