Se proponen retos como la pérdida de peso o la modificación del cuerpo, y se invita a participar, mediante fotografías o videos, con el cumplimiento del desafío que generalmente es peligroso.

La prevalencia de los estereotipos en relación a la figura femenina, ha causado durante años, que miles de mujeres busquen su ideal de cuerpo perfecto a través de dietas para adelgazar o métodos para moldearlo, sin pensar en los riesgos físicos y mentales.

La era digital en la que se desarrollan las adolescentes, actualmente, se convirtió en el motor de búsqueda de recursos para alcanzar sus objetivos de adelgazamiento, así como una mayor exposición ante el mundo a través de su propio “perfil”.

Esto, ha dado paso a algunos retos peligrosos entre las mismas, que siendo aún más vulnerables que una mujer adulta, se enfrentan a grandes exigencias de la sociedad y de su grupo de relación social.

De acuerdo con la Dra. Carol Ugalde Hernández, psicóloga clínica, “las adolescentes son atravesadas por los estereotipos de belleza, sumisión y desvalorización de sus propias necesidades. Avalado en la mayoría de los casos por la sociedad, mediante el desborde de publicidad digital, que utiliza la figura femenina como objeto de consumo e incluso mediante la expresión coloquial de que la belleza siempre duele”.

Y es que, son ellas quienes se ven más influencias, debido a la etapa que viven, en relación a la consolidación de su propia identidad y aceptación de su cuerpo físico; combinándose la validación de sus propias características personales y el reconocimiento de un grupo social.

Las populares redes sociales, como Facebook, Twitter, Instagram, entre otras, son las plataformas digitales idóneas, para la presentación de modas peligrosas. En ellas se proponen retos como la pérdida de peso o la modificación del cuerpo, y se invita a participar, mediante fotografías o videos, con el cumplimiento del desafío.

“Las mujeres comprometidas con este tipo de exigencias sobre su propio cuerpo y expuestas constantemente, pueden volver suyas todas estas creencias irracionales sobre la figura perfecta, que llevan a conductas obsesivas y compulsivas”, detalló la Dra. Ugalde.

A partir de ese momento, se pasa de una moda peligrosa a un trastorno de imagen corporal, generando problemas de orden biopsicosocial de compleja intervención, que en la mayoría de los casos, requiere de un trabajo interdisciplinario especializado.

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Modas peligrosas

Actualmente, la mayoría de desafíos para perder peso o medir la delgadez, se han vuelto virales gracias a las plataformas digitales, promoviendo en forma aún más directa, la adquisición de hábitos propios de un trastorno corporal que tiene riesgos físicos importantes.

La Dra. María Auxiliadora Sánchez, médico general, explica que los riesgos externos e internos que sufre el cuerpo van desde la deformación de órganos hasta cambios en la piel; por lo que a continuación se describen una serie de prácticas y sus peligros:

  • Cintura A4: el desafío consiste en medir la cintura con una hoja de papel blanco común (A4 de 21 centímetros), si el cuerpo no sobresale por los costados, las medidas son las ideales.

Riesgos: si bien existen mujeres con una cintura pequeña, hay otras que pueden caer en desórdenes alimenticios con tal de reducir esa zona de su cuerpo.

  • El ombligo: con este reto se pretende establecer la delgadez de la mujer. Consiste en rodear la cintura con el brazo, pero este cruzado por detrás de la espalda, tocando el ombligo.

Riesgos: puede provocar la dislocación del brazo, por la forma en que se pretende colocar por detrás de la espalda. Además de anorexia o bulimia en las adolescentes que pretenden adelgazar para lograr el cumplimiento del desafío.

  • Thigh Gap: se busca que los muslos no se toquen entre sí, cuando la mujer está de pie.

Riesgos: crea una distorsión de la imagen corporal y un trastorno de la conducta alimentaria.

  • Vinagre de manzana: se cree que quema toxinas y acelerar el metabolismo.

Riesgos: quemaduras internas en el estómago, inclusive vómito y diarrea tras su consumo.

  • El corsé de la cintura de avispa: utilizado a finales del siglo XIX para buscar la forma de reloj de arena. Hoy en día, esta práctica sigue siendo utilizada pero en forma de fajas ajustadas al cuerpo, que las mujeres usan conforme el tipo de ropa diaria o para realizar ejercicio.

Riesgos: puede generar la deformación de las costillas y dañar los órganos internos.

  • Ropa interior de goma o látex: similar a la que se utiliza en la actualidad para provocar la sudoración del cuerpo y perder peso.

Riesgos: se pueden producir irritaciones o daños graves en la piel debido a su fricción con el material. Además, existe la posibilidad de perder líquidos y minerales vitales del cuerpo.