Comience haciendo cosas pequeñas como leer un libro en un parque o ir a hacer algún mandado, lo importante es sentirse cómoda.
“Patricia” es una joven profesional y con una relación estable, ella nos comentó que le encanta pasar tiempo con su familia, novio y amigos, pero siempre dentro de su agenda hay un espacio para estar con ella: un café, un almuerzo, una copa de vino o salir a caminar, esta joven gusta de pasar tiempo consigo misma, hasta de viaje se ha ido solo con ella: “amo a mi familia, a mi novio, mi trabajo, mis sobrinos y también el espacio conmigo”.
“Andrea” por el contrario no puede, ella necesita tener a alguien a la par para hablar, para contarle cosas: “vieras que cuando mi hijo se va con el papá el fin de semana yo tengo que salir con alguien y si no tengo plata, entonces invito gente a la casa, pero no puedo estar sola, ni siquiera un café me puedo tomar sola”.
Ambas jóvenes son dos casos comunes, una que no le molesta andar consigo misma y otra a la que no le simpatiza, este ritmo de vida es muy acelerado, las mujeres nos esforzamos el doble para cumplir con las tareas y parte de nuestra programación, por lo menos lo que me han comentado varias personas, es que no se ve normal andar solito.
Somos seres sociales, necesitamos estar en grupo, sin embargo muchos expertos reconocen que es saludable tener un espacio para una misma, pero hay quienes le temen.
Clare de Mézerville, psicóloga, expresó que ella no se aventuraría a generalizar que las personas le temen a su propia compañía, cree que vivimos en una sociedad y cultura que busca el estímulo constante, que está permanentemente pendiente de los medios: “hemos aprendido a relacionarnos a través de pantallas y eso hace que, inclusive la soledad, sea un espacio que debe mostrarse y compartirse a “un otro”. Algunas personas no le temen a la soledad, simplemente no la conocen”.
Por su parte la psicóloga Marjorie Aguilar comentó que el temor a la soledad es un sentimiento de infravaloración donde yo no soy nadie si no estoy rodeada de otros individuos y el estar en compañía de «mi mismo» genera inseguridad y un temor aprendido.
Beneficios
Tener tiempo para una no se trata de olvidarse de las responsabilidades ni de volverse una ermitaña, sino simplemente de compartir con yo: “una vez que se aprende a estar con tu propia compañía vas a crecer como persona, recuperar tu energía ya que el estar con otras personas desgasta al tratar de mantener un equilibrio, complacer y quedar bien”, explicó Aguilar.
El sitio web okchicas.com señala que pasar tiempo a solas nos ayuda a ser más creativas, para que la creatividad llegue es necesario tener nuestra mente libre y esto solo puede suceder cuando estamos solas, cuando no tenemos ningún pensamiento en particular.
También ayuda a apreciar mejor las cosas, ya que la manera en la que percibimos las cosas se basa en nuestras experiencias de vida y emociones del momento, cuando nos alejamos del mundo exterior es más fácil analizar lo que está sucediendo y así poder tomar la decisión correcta o buscar la mejor solución.
Clare de Mézerville declaró que la soledad para nosotras las mujeres de una forma particular es un necesario ejercicio para crecer como personas y cita a Marcela Lagarde, quien en su artículo “Soledad y Desolación” habla de cómo las damas hemos aprendido que “debemos” estar acompañadas siempre.
“Aún en momentos de soledad, vivimos la soledad desde el duelo por quien no está o la espera de quién vendrá después, o desde el ejercicio de correr a contarle a alguien lo que estamos haciendo, desde el discurso interno de cómo sería esta conversación con alguien más, o desde la culpa de que este tiempo para mí debería dedicárselo a otro (hijos, padres, parejas, etc.), porque “el otro es necesariamente más importante que yo”, acotó.
Consejos
Si usted considera o siempre ha querido tener una cita consigo misma, de Mézerville aseguró que los primero es buscar el momento y guardar el espacio como una cita importante, no tiene que ser mucho tiempo, quizás una hora por semana o inclusive menos.
Ella indica que importante definir qué hacer, porque si no regresaremos a los vicios modernos que nos rodean: ver televisión, revisar el celular, entretenernos en redes sociales, hacer trabajos domésticos o laborales. Ahora bien, continuó, si en soledad su deseo es ver una serie que le encanta o una película que le interesa mucho eso está muy bien, el problema está en no saber qué hacer y “pasar canales” para matar el tiempo.
“Sea feliz con sus espacios de soledad, úselo para conectarse con sus pensamientos y sentimientos, reconozca quién es, lo que le gusta y lo que desea para sí y sobre todo, liberarse de aprobación constante”, puntualizó Marjorie Aguilar.
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