Sin tratamiento, entre 30% y 50% de los casos de displasia cervical severa pueden llegar a ser cáncer invasivo.
Es una lesión común en las mujeres sexualmente activas, no presenta síntomas y requieren un estricto control médico que puede incluir un Papanicolaou cada seis meses, nos referimos a la displasia uterina.
Se entiende como displasia uterina o cervical a los cambios anormales en las células del cuello del útero, no es cáncer, pero sí se pueden considerar como lesiones precancerosas.
La doctora Vanessa Campos, de Roche, manifestó que existen tres formas: la leve, moderada y severa, según el aspecto de las células y cantidad de tejido afectado.
“La displasia cervical leve o lesión intraepitelial escamosa de bajo grado, es la más frecuente. Se considera como respuesta de las células del cuello uterino al virus y en el 70% de los casos suele curarse si se le da un seguimiento adecuado con el médico especialista”, expresó Campos.
Se conoce como displasia moderada cuando aproximadamente dos tercios de las células del cuello del útero son anormales, es una lesión más grave y debe tratarse por el mayor riesgo de convertirse en una lesión cancerosa.
Por su parte, la displasia grave o severa es una lesión en la cual casi todas las células del cuello uterino son anormales y tiene muchas posibilidades de convertirse en un cáncer no invasivo, es decir, que las células cancerosas solo están en la superficie del cuello.
“Frecuentemente, la displasia cervical es causada por ciertos tipos del Virus del Papiloma Humano o VPH, estos son el 16, 18, 31, 33 y 35, que suele transmitirse por contacto sexual”, indicó Campos, sin embargo hay otros factores que pueden aumentar el riesgo como lo son:
- Historial de múltiples parejas sexuales.
- Tener hijos antes de los 16 años.
- Tener relaciones sexuales desde edades muy tempranas.
- Fumar
- Utilizar medicamentos que inhiben el sistema inmunológico.
- Padecer diabetes o el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH).
La displasia no presenta síntomas, la única forma de diagnosticarla es a través del Papanicolaou, ahí el especialista detecta las células anormales, toma una biopsia, la manda a analizar y según los resultados se procede con el tratamiento, por ello es fundamental no perder ninguna cita ya que para que una displasia se convierta en cáncer toma 10 años o más, el doctor Yader Sandoval comentó que los virus más frecuentes que provocan el cáncer de cérvix son el 16 y 18.
Tratamientos
Los pasos a seguir dependerán del tipo de lesión que presente la mujer, la leve suele desaparecer sola, solo es necesario acudir cada tres o cuatro meses al doctor para revisión, a veces se procede con crioterapia, que es congelar y destruir las células anormales.
Las moderada y severa pueden abarcar diferentes tipos de tratamientos, desde criocirugía hasta electrocauterización, vaporización con láser para destruir el tejido anormal, un LEEP o escisión electroquirúrgica y cirugía para eliminar todo ese tejido.
Sandoval expresó que en casos muy extremos se hace una histerectomía, casi siempre se realiza cuando hay presencia de cáncer, la paciente puede ser dada de alta, pero de nuevo, tiene que acudir religiosamente a sus citas de control.
¿Formas de prevenirlo?, primero vacunándose antes de iniciar la vida sexual, es más, si se puede desde niños: “en el país no ha sido incluida en el esquema nacional de vacunaciones, la mujer puede vacunarse desde los 12 años, el hombre desde los 9 años”, manifestó el doctor Sandoval. También se recomienda utilizar el preservativo aunque se tenga relaciones solo con una pareja.