En un hecho sin precedente la historia política de México, la votación presidencial, enmarcada en las elecciones generales de 2024, tiene pronóstico femenino, ya que dos mujeres son las candidatas favoritas para ganar la contienda.
Como resultados del sufragio para elegir candidatos, las principales coaliciones -respectivamente, oficialista y opositora- optaron por romper el esquema patriarcal que, históricamente, ha mantenido el cargo como dominio exclusivo masculino.
De modo que, resultado de los procesos partidistas de selección de candidatos, Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez son, a partir del 6 de setiembre, las principalescontendoras por el empleo más codiciado en el norteamericano país latinoamericano, y su combate definitorio está programado para 2 de junio.
Sheinbaum, de 61 años, ex jefa de Gobierno de la Ciudad de México -la capital nacional- (2018-2023), compite con el apoyo del gobernante y centroizquierdista Movimiento de RegeneraciónNacional (Morena) -en alianza con los partidos del trabajo (PT) y Verde Ecologista de México (Pvem)-.
Gálvez, de 60 años, senadora (2018-2024) por el centroizquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), es postulada por la ideológicamente diversa coalición Frente Amplio por México -integrada por el ex gobernante y derechista Partido Acción Nacional (PAN), su histórico adversario el ex gobernante (por siete décadas ininterrumpidas) y centroizquierdista Partido Revolucionario Institucional (PRI), y el
PRD-.
La candidata morenista, es una científica en el campo de la física, además de ingeniera en energía –hija de una bióloga y de un químico-, oriunda de la capital mexicana.
Sheinbaum cuenta con trayectoria en el gobierno de la ciudad, habiéndose desempeñado como secretaria de Medio Ambiente, durante la administración (2000-2005) de Andrés Manuel López Obrador -el actual presidente mexicano (2018-2024), popularmenteconocido como AMLO, sus iniciales-.
La actual aspirante presidencial y AMLO desarrollaron, a partir de entonces, un duradero vínculo político, que incluyó el apoyo de la ahora candidata en los tres intentos presidenciales (2006, 20212, 2018) del entonces recurrente candidato.
Fue en la tercera apuesta que López Obrador logró el escurridizo objetivo, y se convirtió en el presenteinquilino del Palacio Nacional, en el centro de la capital, frente al costado oriental de la Plaza de la Constitución –popularmente conocida como el Zócalo-.
En opinión de Sheinbaum, los mexicanos están preparado para ser gobernados por una presidenta.
En ese sentido, en el mensaje que dio, el 15 de junio, frente al capitalino Monumento a la Revolución, para anunciar su renuncia a la jefatura del gobierno de la ciudad y su decisión de buscar la candidatura presidencial por Morena, se declaró dispuesta a “realizar el sueño de que una mujer dirija al país”.
Ante decenas de miles de simpatizantes, Sheinbaum aseguró, entonces, que “México ya no se escribe con M de machismo: se escribe con muchas letras, ¡pero se escribe con M de madre y M de mujer!”.
Respecto a la visión de la candidata, en cuanto al salto cualitativo hacia la igualdad de género en la política nacional, citada el 6 de setiembre por la estadounidense red de televisión informativa Cable News Network (CNN), la analista política María Marvin, dio el beneficio de la duda.
“No tenemos ningún elemento para no pensar que estamos listos (para una presidenta), más que la evidencia empírica de que nunca la hemos tenido”, reflexionó Mar4ván, quien, 2013E fue la primera presidenta del Consejo Federal del Instituto Federal Electoral (IFE) -ahora denominado Instituto Nacional Electoral (INE)-.
“En ese sentido, será muy interesante saber, si tenemos un tercer candidato hombre, si, por el sólo hecho de ser hombre, le resta simpatías a cualquiera de las dos mujeres que, se asume, serán las dos candidaturas más fuertes”, agregó.
No obstante ese análisis, Marvin dijo que “ha llegado el tiempo de las mujeres”, y vaticinó que, “muy probablemente, una de ellas dos va a ser presidenta de la República, y, por primera vez en nuestra historia, estaremos gobernados por una mujer”.
Por su parte, Lorena Becerra, la directora de Encuestas del histórico diario mexicano Reforma, planteó, en una visión menos optimista, que el patriarcado, con fuertes raíces en la sociedad mexicana, y los elevados índices de criminalidad a nivel nacional, se constituyen en obstáculos considerables para el potencial cambio en la titularidad del Poder Ejecutivo.
“En un país como México, a pesar de que hemos tenido avances muy importantes en cuestiones de género, todavía vemos bastante machismo, bastantes visiones misóginas”, reflexionó.
También destacó la presente “coyuntura, en donde la inseguridad y la presencia del crimen organizado son temas que preocupan muchísimo a la población”.
Sheinbaum se enfrenta a Gálvez, una mexicana oriunda de la localidad de Tepatepec, en el centroriental estado de Hidalgo, quien proviene de una familia de escasos recursos.
Hija de una mestiza y un docente indígena de enseñanza primaria, la aspirante presidencial por el Frente Amplio por México, estudió, becada, Ingeniería en Computación, desempeñándose como empresaria en ese campo.
En el ámbito gubernamental, Gálvez participó en el gobierno (2000-2006) del derechista Vicente Fox, como directora general de la Comisión de Desarrollo de los Pueblos Indígenas.
En materia electoral, además de haberse incorporado al Senado mexicano, se postuló, sin éxito, en 2010, a la gobernación de Hidalgo. Gálvez ha tendido choques verbales con AMLO.
Al respecto, igualmente citado por CNN, el analista político Alberto Aziz Nassif, dijo que “la han tratado de encasillar en una suerte de hipótesis de conspiración, que tiene diferentes componentes”.
“El mismo presidente, atacándola por diferentes razones, pero, fundamentalmente, porque es parte de un ‘dedazo’ de los conservadores, de estos liderazgos inconfesables, o que es parte de un entramado de comunicación, que manipulan al electorado, que manipulan a la opinión pública, que es una suerte de botarga (personaje grotesco), inventada a última hora”, denunció.
Frente a esa caracterización, “me parece que Xóchitl viene como a responder, a llenar un vacío que existía en las expectativas opositoras, que ninguno de los candidatos que estaba compitiendo y que están compitiendo actualmente como que no habían despertado una especial emoción, o un gran liderazgo”, aseguró.
En ese sentido, Gálvez hizo fuerte referencia a una alusión ofensiva, por parte de López Obrador, en una de sus habituales conferencias de prensa matutinas, al hecho de que, en su infancia, la actual candidata presidencial vendió tamales -alimento típico mexicanoy centroamericano a base de masa de maíz-.
“El machista de Palacio (Nacional) se burla de quienes vendimos tamales”, comenzó a plantear.
“Lo hice en mi niñez, con la tía Manuela, y no tendría problema en volver a hacerlo”, agregó.
Y, en alusión a las conferencias de prensa de AMLO, aseguró que “es una forma honesta de ganarse la vida, y mucho mejor que dar atole con el dedo (mentir) todas las mañanas”.