Las elecciones a llevarse a cabo mañana, en Ecuador, presentan, para la votación presidencial, el número sin precedente -para el andino país sudamericano- de dieciséis aspirantes, pero una sola mujer.
Se trata de Ximena Peña, una experta en administración empresarial graduada en Estados Unidos -país en el cual residió durante aproximadamente dos décadas- y ex legisladora (2013-2020) por el centrista Movimiento País, que ahora la postula para ocupar la primera magistratura.
La candidata de la agrupación política cuya sigla responde a la denominación Patria Altiva i Soberana, no presenta -como la abrumadora mayoría de los contendientes, con excepción de tres- ninguna posibilidad de triunfo.
En las más cercanas encuestas de intención de voto llevadas a cabo por numerosas empresas especializadas, Peña registra porcentajes que, según los diferentes muestreos, van desde cero hasta 1.7 por ciento -en la mayoría de los casos sin superar el margen de error, ubicado en el rango de 1.0 a 3.5 por ciento-.
Pero ello no ha constituido obstáculo para que la candidata haya desarrollado una intensa campaña política, con un obvio componente de género.
“Soy la única candidata mujer”, expresó en recientes declaraciones a medios locales.
“Cómo no hablar del nivel de violencia que estamos enfrentando?”, agregó, en alusión a los elevados niveles de agresión que sobrelleva la población femenina ecuatoriana.
En ese sentido, los datos más actualizados que ha difundido la no gubernamental Asociación Latinoamericana para el Desarrollo Alternativo (Aldea) -que cubren del 1 de enero al 16 de noviembre de 2020- ubicaron en 101 el total de femicidios ocurridos en Ecuador -cinco de ellos, transfemicidios-.
De la cifra total, 82 femicidios tuvieron lugar desde el 16 de marzo, cuando estalló, en el país, la pandemia del nuevo coronavirus.
Citada en diciembre por el diario ecuatoriano El Universo, Ana Peña, hermana de la candidata, describió el carácter de la aspirante presidencial.
“Ella es muy determinada”, aseguró Ana.
En ese sentido, mencionó, a manera de ejemplo, el esfuerzo desarrollado por Ximena, hace dos décadas, en Estados Unidos, para trabajar y, simultáneamente, estudiar.
“En ese tiempo, ella trabajaba en una factoría de ropa, y, de ahí, se iba a estudiar en la universidad”, relató, para agregar que “llegaba como a las once de la noche”.
También una mujer está encargada de conducir uno de los monitoreos internacionales del desarrollo de la jornada cívica ecuatoriana -que incluye votación parlamentaria-.
Se trata de la ex vicepresidenta y ex vicecanciller (2014-2019) panameña Isabel de Saint Malo, quien encabeza la Misión de Observación Electoral de la Organización de los Estados Americanos (MOE-OEA).
En alusión al proceso electoral y a la pandemia, De Saint Malo formuló una exhortación, a los aproximadamente 13 millones de votantes, a hacerse presentes en los algo más de dos mil centros de sufragio a nivel nacional, tomando las medidas preventivas del caso.
La jefa de la MOE-OEA -la primera mujer quien ha ejercido la vicepresidencia de Panamá- los llamó “a ejercer este privilegio que es el poder votar para elegir a nuestros gobernantes”, y a que, “de manera segura (…) acudan a las urnas».