El Ministerio de Igualdad, mediante un pronunciamiento del Instituto de las Mujeres, relacionado a la futbolista Hermoso, sostiene que “no son casos aislados, sino una de las causas de la pervivencia de las brechas de género”

El acoso sexual -como el que sufrió, recientemente, la futbolista Jenni Hermoso, de parte del dirigente deportivo Luis Rubiales- no constituye, en España, un fenómeno que se manifiesta en casos aislado, sino que responde a la conducta machista enraizada en la sociedad nacional, denunció el Ministerio de Igualdad, mediante un pronunciamiento de su Instituto de las Mujeres.

El incidente, ocurrido el 20 de agosto, cuando la Selección Femenina de Fútbol de España logró la hazaña sin precedente de ganar la copa mundial de su categoría, indica que es necesario mantener los esfuerzos por lograr que los derechos de las mujeres sean respetados, advirtió el instituto, en un extenso comunicado.

La agresión de Rubiales -quien, al momento de la celebración en el marco de la premiación del equipo, besó, en los labios, a Hermoso, sin autorización de la futbolista- ha generado debate y politización, marco en el cual se está evidenciando argumentación equivocada -principalmente, en detrimento de la víctima-, señaló la entidad gubernamental.

En tal contexto, “resulta pertinente pronunciarse públicamente y aclarar algunos aspectos y términos que se están esgrimiendo o asumiendo, y que consideramos erróneos a la luz del marco jurídico vigente en nuestro país”, planteó el instituto.

“El presente comunicado no pretende (…) juzgar o pronunciarse sobre hechos concretos que están siendo dirimidos en las instancias judiciales y administrativas”, aclaró, en el texto que tituló “Comunicado del Instituto de las Mujeres sobre la discriminación de género en el fútbol español”, y que difundió el 22 de setiembre.

Hechos como el incidente de agosto, “no son casos aislado, sino una de las causas de la pervivencia de las brechas de género en nuestra sociedad”, denunció, además.

A manera de ejemplo, destacó la desigualdad salarial entre los futbolistas masculinos y su contraparte femenina.

En ese sentido, señaló reclamos que las deportistas vienen planteando.

“Las jugadoras plantean la mejora (de) su salario anual que actualmente es de 16,000 euros (algo más de 17 mil dólares), tratando de ampliarlo hasta 21,000 euros (poco más de 22 mil dólares) -frente a 186,000 euros (unos 198 mil dólares) de los futbolistas hombres-, un claro ejemplo de discriminación por razón de sexo”, indicó.

En opinión del instituto, en tal cuadro de situación, “defender el cumplimiento de la legislación vigente en materia de igualdad y en materia laboral, y buscar solución más razonable hacia los intereses de una deportista que gana un 90% menos que sus homólogos hombres en el fútbol profesional español, no debería o tendría que ser negociable”.

En su lucha por el balance de género en esa disciplina deportiva, “las jugadoras y campeonas de fútbol de este país (…) están dando una lección internacional de que los avances en igualdad se juegan en el terreno y que hay que jugarlos”, aseguró el instituto, en calidad de reflexión.

“Con sus acciones, están marcando un punto de no retorno para nuestra sociedad en lo que a las relaciones de género se refiere”, planteó, a continuación.

Respecto a la conducta de Rubiales -entonces presidente de Real Federación Española de Fútbol (Rfef)-, el instituto mencionó disposiciones de la legislación española vigente en la materia.

A manera de ejemplo, indicó que “el derecho a la protección frente al acoso sexual y su definición viene recogido en la Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres”.

“Conforme a esta definición y jurisprudencia, no es necesaria habitualidad, ni reiteración, ni debe demostrarse una intencionalidad por el presunto acosador” sino que “basta con haber realizado la conducta de naturaleza sexual no deseada por la víctima”, puntualizó.

En alusión a argumentos machistas -algunos, manejados por mujeres- que han tratado de satanizar a Hermoso y exculpar a Rubiales, la entidad gubernamental precisó que, “por supuesto, tampoco debe examinarse ni juzgarse ninguna forma de reacción de la víctima ante el acto no deseado, ni comportamiento previo”.

Ello, debido a que “cuando se presencian o experimentan acciones de esta naturaleza (…) se ponga el foco en sus responsables, y entendamos que son formas de poder que tratan de controlar y excluir en cualquier contexto a las niñas y a las mujeres del pleno ejercicio de su libertad y derechos fundamentales”, explicó.

El instituto hizo, así referencia a críticas lanzadas contra Hermoso, y al hecho de que, a raíz del incidente, Rubiales persistió en difundir su versión del incidente, la que ha mantenido sostenidamente, ratificándola, además, durante su participación en la Asamblea General Extraordinaria que la federación llevó a cabo el 25 de agosto.

Hermoso vs Rubiales

Según el agresor, en el marco del abrazo celebratorio que ambos se dieron, Rubiales preguntó, a Hermoso, si podía darle “un pico” (popular expresión española que significa “beso fugaz” o “superficial”), y que la futbolista accedió a ello.

Según Rubiales, al abrazarse ambos, Hermoso “me cogió (agarró) por las caderas, por las piernas -no recuerdo bien-, me levantó del suelo -que, casi, nos caemos-, y, al dejarme en el suelo, nos abrazamos -ella fue la que me subió en brazos-, nos abrazamos, y yo le dije (…) ‘un piquito’, y ella me dijo: ‘vale’ (‘está bien’)”.

“Fue el ‘piquito’ (…) con varios manotazos en mis costados, despidiéndose con un último manotazo, en el costado, y yéndose riéndose”, agregó.

Videos y fotografías muestran la secuencia del incidente, imágenes que fueron usadas por la Rfef para tratar de desacreditar a Hermoso.

Tal como Revista Petra informó el 29 de agosto, algunas fotos muestran a ambos, abrazándose, y a Rubiales en el aire, dando la impresión de que saltó -apoyándose en los hombros de la futbolista-, en lugar de que la deportista lo haya levantado -lo que fue confirmado en posteriores videos-.

Igualmente, la secuencia de “manotazos” finales descritas por Rubiales es, exactamente lo opuesto, ya que, al retirarse la futbolista, es el cuestionado ex dirigente quien le aplica, a la joven, un manotazo, con la mano derecha, en la parte baja de la espalda.

Por su parte, Hermoso denunció en el comunicado que difundió el 20 de agosto, no solamente lo ocurrido durante la celebración en el marco de la ceremonia oficial de triunfo, ese día, sino posterior presión, por parte de la Rfef, para que adaptase, su veraz narrativa del incidente, a la versión oficial -construida por Rubiales-. En su extenso testimonio -firmado, solidariamente, por 81 jugadoras, incluidas las 23 integrantes de la selección española-, Hermoso expresó que, “en referencia a lo ocurrido el día de hoy (…) me siento obligada a denunciar que las palabras del Sr. Luis Rubiales explicando el desafortunado incidente son categóricamente falsas y parte de la cultura manipuladora que el mismo ha generado”.

Aclaro que en ningún momento se produjo la conversación a la que el Sr. Luis Rubiales hizo referencia y que, ni mucho menos, su beso fue consentido”, agregó la deportista, además de precisar que, “de la misma manera quiero reiterar como ya hice en su momento que este hecho no había sido de mi agrado”.

Sobre el hostigamiento inicial de la Rfef, reveló que “he estado bajo una continua presión para salir al paso con alguna declaración que pudieran justificar el acto del Sr. Luis Rubiales”.

“No solo eso, sino que, de diferentes maneras y a través de diferentes personas, la RFEF ha presionado a mi entorno -familia, amigos, compañeras, etc.- para que diera un testimonio que poco o nada tenía que ver con mis sensaciones”, puntualizó.

También reflexionó en el sentido de que “no me corresponde a mi evaluar prácticas de comunicación e integridad, pero si estoy segura de que como Selección Nacional Campeona del Mundo no nos merecemos una cultura tan manipuladora, hostil y controladora”.