“En el deporte no es que debemos competir contra cuál es el mejor sexo, si no debemos sentirnos plenas y seguras de que podemos y tenemos la capacidad de hacer grandes cosas” Dinnia Díaz, portera de la Selección Nacional de Fútbol.

El fútbol ha sido por mucho tiempo un deporte atribuido  a los hombres, la razón se debe a que antes de conocerlo como es ahora, el juego era bastante violento. Para 1863 con la creación del «Football Association» (Asociación de Fútbol de Inglaterra) se definieron las normas que hicieron del Fútbol un deporte más organizado. Sin embargo, fue hasta 1892, en Glasgow, Escocia que se registró el primer partido de fútbol entre mujeres.

Actualmente y con toda la lucha ejercida en pro de la igualdad de género,  el fútbol femenino ha tomado más fuerza a nivel mundial y por supuesto Costa Rica no es la excepción. Lo vimos en la pasada eliminatoria hacia el Mundial Mayor femenino Canadá 2015 y en los Juegos Panamericanos 2015, donde la selección femenina realizó una excelente labor.

Se dice que el año 2014 fue el período donde el fútbol nacional se dio a conocer en el resto del mundo, por eso los nombres como Shirley Cruz, jugadora del PSG, Yirlania Arroyo, Diana Sáenz, Daniela Cruz y Dinnia Díaz hicieron eco de que la competitividad futbolística  puede ser también representada por mujeres.

Y precisamente esta ultima jugadora, portera de la selección mayor, oriunda de un pueblo llamado Santo Domingo a 5km del Centro de Sámara, Dinnia Díaz nos recuerda que los sueños si se hacen realidad. En una entrevista para Revista Petra, Díaz nos comenta sobre sus inicios en el fútbol y los principales desafíos en un deporte que ha sido territorio de hombres por mucho tiempo.

Durante sus años de escuela Dinnia esperaba con ansias los minutos del recreo, era en este lapso que podía “mejenguiar” con sus compañeros, hermano y su su mejor amiga hasta la fecha. Fue así como recuerda que llevaron a la Escuela del Torito a la primer Final Escolar, siendo campeonas a nivel Nacional, aunque su papel esta vez fue de delantera.

“Y así pase al Liceo de Nicoya y a la cantonal de Nicoya, y recorrí campeonatos de pueblo que son muy tradicionales en Guanacaste hasta llegar a el Municipal de Carrillo, que fue el primer equipo femenino de Guanacaste en estar en Primera División, de ahí me convocaron a la Selección Nacional Sub20” relató Díaz.

Esta talentosa futbolista reconoce que el motor para su carrera es Dios y el apoyo incondicional que ha encontrado en sus padres, hermano y amigos, sin embargo, como ocurre en muchas partes del mundo, la desigualdad entre el fútbol masculino y femenino es latente. Durante el proceso rumbo a la Copa Mundial las seleccionadas se vieron en la obligación de solicitar donativos a la afición para poder subsanar los gastos económicos de hospedaje, alimentación y transporte.

Le preguntamos a la portera cuales son los principales desafíos del futbol nacional femenino y su respuesta es bastante optimista, pues reconoce que los hay pero los han logrado ir minimizando con trabajo y disciplina “las primeras mujeres que abrieron el camino al fútbol femenino son unas luchadoras porque en esa época era más difícil, hoy en día a nivel mundial Costa Rica en la participación de Mundiales ha dejado grandes expectativas, y se siente con el apoyo de la afición”

En palabras de Díaz, en el deporte “no es que debemos competir contra cual es el mejor sexo, si no de sentirnos plenas y seguras de que podemos y tenemos la capacidad de hacer grandes cosas” y es que esta es la razón básica de la lucha sobre la igualdad que tanto se defiende en estos tiempos, no se debe pensar en una supremacía que a la larga puede volverse corrosiva.

Hoy podemos hablar que existe un terreno delimitado en cuanto al campo deportivo en general. Lo vemos por ejemplo, en el fútbol con estas grandes mujeres que sudan la camiseta, también en el boxeo con Hanna Gabriels, con la Selección Femenina de Rafting, o con Ivannia Fonseca con más de 15 años de experiencia practicando deporte de aventura en equipos, ciclismo de montaña, ciclismo de ruta, rafting, cuerdas, remo y ultra maratón.

Todas las anteriores y hasta más,  son ejemplo de que la mujer es capaz no solo de practicar un deporte que requiera fuerza y estrategia sino además son pioneras y campeonas que han traído triunfos internacionales al país, pues no se trata de participar por participar, sino de mantener el espíritu de competitividad a flor de piel, demostrando que el deporte es también cosa de mujeres.

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