Cuando nos invade una emoción negativa esta se alimenta de un deseo y ataca órganos específicos
Pongamos un ejemplo: Una pareja se divorcia, la madre se lleva a los hijos, el padre de pronto queda solo y le invade una gran tristeza. La tristeza se alimenta de carnes ahumadas, lácteos y picantes en exceso. La tristeza desequilibrada afecta a los pulmones, la piel y el intestino grueso. Entonces el varón comienza a padecer estreñimientos, afecciones pulmonares y aparece el vitíligo o psoriasis en la piel.
Las emociones y los parásitos
Cuando las emociones no son controladas, se arraigan en determinados órganos y se «corporizan» (somatizan) en parásitos diminutos llamados virus, hongos o levaduras que son la causa de una gran parte de las enfermedades comunes. Entonces la microbiota (flora intestinal) se altera y por eso muchas enfermedades son solo consecuencia de desequilibrios emocionales o mentales.
Según la medicina tradicional China hay emociones que corresponden a la alteración de un órgano en específico.
-Miedo: riñones, vejiga, orejas, órganos sexuales.
-Cólera: hígado, vesícula, ojos, tendones y uñas.
-Ansiedad: corazón, intestino delgado, lengua y sistema circulatorio.
-Preocupación o estrés: bazo, páncreas, estómago, boca y músculos.
-Tristeza: pulmones, intestino grueso, piel, nariz
Dr. Miguel A. Torres. Consultas: 8404-6772
Foto: Karolina Grambowska