Dependiendo del grado de tensión, el marco de la conciencia y el foco de atención están centrados en el problema y se margina la sexualidad
Uno de los conceptos que dejó claro las investigaciones de Masters y Jonhson en los años sesenta del siglo anterior, fue el papel que juega el “stress”, la ansiedad y la tensión en el desempeño sexual.
Sin lugar a duda tener presiones económicas, faenas laborales prolongadas, ansiedad de perder la casa, son factores que afectan considerablemente tanto el deseo como la erección en el hombre, así como el deseo y la consecución del orgasmo en la mujer. Dependiendo del grado de tensión, el marco de la conciencia y el foco de atención están centrados en el problema y se margina la sexualidad.
Por otra parte, nuevas investigaciones señalan que si bien es cierto el “stress” es enemigo de la sexualidad, la sexualidad por sí misma es enemiga del “stress”. Sí, en situaciones de tensión, la caricia sincera, el beso sentido, el abrazo cariñoso, y el mismo acto sexual, provocan la liberación de múltiples sustancias cerebrales que provocan estados de laxitud y bienestar que actúan como auténticos anti estresantes.
Por eso, las parejas que enfrentan adversidades complejas, intensas y prolongadas pronto se dan cuenta que el sexo es un aliado, que les permite una mayor claridad mental, así como cargar energías para el cada día, pero si los problemas continúan siempre es importante consultar con su médico.
Consulta: (506) 8404-6772