En Estados Unidos, el racismo y la agresión de género confluyen para agredir a madres negras y latinas, induciéndoles la labor de parto con base a en las necesidades de las mujeres blancas embarazadas y no de las de ellas

Se trata de la imposición del racismo sistémico -también conocido como racismo institucional- en un área tan sensible como la obstétrica, según lo indicado en un estudio que, sobre el tema, dio a conocer, el 26 de abril, la University of Colorado Boulder (CU Boulder).

Al informar, dos días después, sobre el documento, la cadena de televisión estadounidense Cable News Network (CNN) citó al docente universitario Ryan Masters, uno de los autores, en el sentido de que la incidencia de casos, en clínicas obstétricas, es motivo de fuerte preocupación.

“Un nuevo estudio, realizado por investigadores de la Universidad de Colorado Boulder, encontró que a las madres negras y latinas en Estados Unidos las pudieron inducir al trabajo de parto con base en las necesidades de las mujeres blancas embarazadas y no de las de ellas”, indicó CNN.

“La investigación, que se publicó este miércoles (26 de abril) en la revista Journal of Health and Social Behavior (Gaceta de Salud y comportamiento Social) de la Asociación Estadounidense de Sociología (American Sociological Association, Asa), sugiere que el racismo sistémico puede estar moldeando la atención obstétrica en Estados Unidos”.

De acuerdo con el sociólogo estadounidense Joe Feagin -nacido en 1938, en San Angelo, en el sureño estado de Texas, fronterizo con México-, autor del concepto, el racismo sistémico está presente en la sociedad y en las instituciones.

Ejemplos de ello, en Estados Unidos, son el ensañamiento policial -incluidos asesinatos- contra personas afrodescendientes, lo mismo que la inequidad laboral reflejada en tasas de desempleo superiores en los segmentos poblacionales indígena, latino, y negro.

De acuerdo con lo informado por CNN, “un análisis de más de 40 millones de registros de nacimiento del Sistema Nacional de Estadísticas Vitales (National Vital Statistics System, NVSS) reveló que los nacimientos con parto inducido en Estados Unidos casi se triplicaron entre 1990 y 2017, destacó el estudio”.

“Al comparar las experiencias de mujeres negras, latinas y blancas al dar a luz, los investigadores encontraron que los tres grupos tenían tasas similares de aumento de trabajos de parto inducidos”, agregó el medio de comunicación.

“Sin embargo, dijeron que las decisiones sobre el cuidado de las mujeres probablemente solo dependían de cómo se trataba a las mujeres blancas embarazadas”, señaló.

Según CNN, “el estudio se basó en una muestra de 41,1 millones de nacimientos únicos en todo el país, incluidos 26,4 millones de mujeres blancas, 6,2 millones de mujeres negras y 8,4 millones de latinas”.

“Los datos de nacimientos entre mujeres blancas fueron de los 50 estados, pero los datos de mujeres negras y latinas solo incluyeron 43 y 47 estados, respectivamente2, mientras que “todos los grupos estuvieron representados en la ciudad de Washington, dice el estudio”, de acuerdo con la misma fuente.

“El tabaquismo gestacional, la diabetes materna, la hipertensión materna y la alta ganancia de peso gestacional se consideraron factores de embarazos de alto riesgo”, agregó, para preciar que “los investigadores dijeron que más mujeres blancas fueron inducidas al parto cuando hubo evidencia de factores de riesgo en esa población”.

“Pero no hubo un vínculo fuerte entre un mayor número de mujeres negras y latinas que fueron inducidas al trabajo de parto y la presencia de factores de riesgo dentro de su raza o grupo étnico, dice el estudio”, indicó, a continuación.

“Los resultados sugieren que el racismo sistémico puede estar moldeando la atención obstétrica de Estados Unidos, la cual no está ‘centrada en los márgenes’ sino que responde a las características de las poblaciones blancas de los estados’, destacó el estudio”, precisó el medio de comunicación.

“Los autores de la investigación dijeron que sus hallazgos pueden ser limitados pero son consistentes con ‘una extensa literatura que documenta la inequidad en la atención médica’ en Estados Unidos”, señaló.

Asimismo, informó que “el estudio proporciona pruebas sólidas de que la atención obstétrica ‘no se ha centrado en las necesidades de las poblaciones negras y latinas en edad fértil”.

Respecto al preocupante cuadro de situación, Masters denunció, en un comunicado que CNN citó, que “existen normas, evaluaciones, comportamientos, y prácticas institucionales que podrían seguir el ejemplo de la población blanca, y, luego, aplicarse indiscriminadamente a la población negra y latina en edad fértil”.

Según lo informado por CNN, del estudio de deduce que tal no es el caso.

“Eso es increíblemente preocupante, porque es, efectivamente, racismo a nivel institucional que se manifiesta, en estas prácticas, (en) clínicas obstétricas”, dijo el docente universitario.

El coautor del informe, expresó la esperanza de que la dramática situación de racismo y agresión de género, “sea una evidencia convincente para que los médicos clínicos, y otros, presten atención a los llamados (…) para ser sensibles a las formas (…) en que nuestras prácticas institucionales pueden perpetuar el trato desigual”.

Foto: Cottonbro