El síndrome de la impostora es el fenómeno psicológico de no creer en una misma; es la idea de no merecer totalmente el puesto de responsabilidad que desea u ocupa
Las mujeres, más que los hombres, sufren del síndrome de la impostora, definido como un trastorno psicológico en el cual las personas exitosas son incapaces de asimilar sus logros y tienden a minimizar y subestimar el éxito. Principalmente se manifiesta como consecuencia de hallarse en un ambiente -laboral o social- percibido como hostil, al que se considera que no se pertenece.
La doctora Valerie Young , que en el 2011 escribió The Secret Thoughts of Successful Women: Why Capable People Suffer from the Impostor Syndrome and how to Thrive in Spite of it (Los pensamientos secretos de las mujeres exitosas: por qué las personas capaces sufren el síndrome del impostor y cómo prosperar a pesar de él), categorizó los comportamientos relacionados con este síndrome en cinco grupos de personas:
- Los perfeccionistas: el éxito para estas personas no suele ser satisfactorio, porque al ponerse metas tan altas, siempre piensan que lo podrían haber hecho mejor.
- Los individualistas: rechazan la ayuda. Sienten que, si piden ayuda, no demuestran su valía.
- Los expertos: suelen pensar que no han sido honestos en la selección y temen ser descubiertos.
- Los genios naturales: se juzgan a sí mismos, se estresan y se agobian si no hacen las cosas con fluidez, rapidez y a la primera.
- Los superhumanos: se presionan para trabajar más duro y dar la talla, pudiendo dañar su salud mental y relaciones sociales de las mismas.
Expositora de esta línea de análisis, la española Neus Arqués -experta en la materia-, aseguró, que no es fácil superarlo, aunque la fórmula para ello consiste en autoconocimiento y apoyo.
En declaraciones reproducidas por el periódico El Independiente, de España, Arqués -oriunda de la ciudad catalana de Barcelona, en el noreste del país europeo- precisó que se trata de un estado anímico que afecta a, principalmente, a mujeres -aunque, también, a hombres-.
“Las impostoras, en las que incluyo a los hombres, lo somos siempre”, expresó la experta, quien recientemente publicó, sobre el tema, el libro que tituló “’Impostoras y estupendas”.
A manera de símil, explicó que “somos como los ex fumadores, que dicen que son fumadores que ya no fuman”.
“Pero de eso se sale, con autoconocimiento y apoyo, en una sociedad que reconozca el mérito de las mujeres”, aclaró. También reveló que ha padecido el síndrome.
“En ocasiones, me he sentido impostora, he pensado ‘qué hago yo aquí’, no lo veo normal”, dijo al medio de comunicación.
Se trata de “esa especie de duda o de incapacidad de entender que, a veces, las cosas pasan porque nos las merecemos, no porque tengamos suerte sino porque somos capaces, estamos formadas, y lo podemos hacer”, puntualizó.
La experta destacó la mayoritaria proporción de afectación femenina.
“Las razones que dan los psicólogos es que se da en mujeres que, a menudo trabajan, en entornos masculinizados y tienen posiciones minoritarias, o bien que trabajan en un escalafón donde no hay mujeres, que es muy común”, empezó a explicar.
“Si eres la única mujer que se sienta a la mesa de un consejo de administración, una parte de ti, inconscientemente, siente que qué hace ahí, que si fuera normal habría más, cuando quizás es simplemente la primera”, siguió planteando.
Arqués volvió a citar opiniones profesionales, para detallar la naturaleza del síndrome.
“Los psicólogos lo han estudiado y han dicho que no se trata de un trastorno, sino de la respuesta a un entorno determinado”, señaló.
“Por tanto no es que las personas que lo sufren sean enfermas mentales, sino que es una respuesta a un entorno que recibimos como hostil”, puntualizó.
“Y ante un entorno hostil nos podemos encontrar todos, que luego respondamos de una forma u otra sintiendo que no merecemos el éxito, no sé, pero un entorno en minoría o que no nos reconozca, nos puede hacer cuestionar el mérito”, expresó.
En cuanto a su reciente libro, indicó que “mi propósito es conectar con las mujeres que cuando leen el título saben que va de lo que ellas sienten, porque mi experiencia es que cuando estas mujeres lo escuchan, reaccionan o saben intuitivamente qué es lo que les pasa”.
“Quiero decirles ‘esto es lo que te pasa, yo te explico lo que he hecho yo con la esperanza de que a ti también te sirva y que entiendas que el talento que no se ve, se pierde, y necesitamos ver el talento de todo el mundo’”, subrayó.
En el texto, la experta plantea que “la visibilidad es un recurso, no un capricho”.
Y agrega que “ser visible no es opcional”, porque, “si no nos ven, no nos compran, ni nos contratan, ni nos promocionan”.
Foto: RODNAE Productions