La reciente elección de Irán -país caracterizado por violar sistemáticamente los derechos de su población femenina-, como integrante de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer, ha generado indignación entre dirigentes y organizaciones de defensa de los derechos humanos, a nivel local y en el plano internacional.
Al informar sobre las reacciones, la no gubernamental UN Watch -entidad que, con sede en Suiza, monitorea la gestión de Naciones Unidas, según los principios de la carta constitutiva de la organización mundial- señaló que el régimen islámico de la nación de Oriente Medio ni siquiera es firmante de la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (Convention on the Elimination of All Forms of Discrimination against Women, Cedaw), vigente desde 1981.
En declaraciones reproducidas por medios de comunicación internacionales, personas defensoras de los derechos de las mujeres coincidieron en condenar la incorporación iraní a la comisión que, por definición oficial, es “el principal órgano internacional intergubernamental dedicado exclusivamente a la promoción de la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer”.
La votación secreta -43 a favor, 11 en contra- tuvo lugar, el 20 de abril, en el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas (Ecosoc), organismo del que depende la comisión.
Junto con otros nueve países -incluidos Costa Rica y Panamá, por el bloque latinoamericano-, Irán fue elegido para incorporarse a la comisión de 45 integrantes, por un cuatrienio -que inicia en 2022-.
Al respecto, el director de UN Watch, Hillel Neuer, declaró, en la red social Twitter, que “no es broma: Naciones Unidas elige a régimen iraní a principal organismo de derechos de mujeres”, lo que “es como convertir, a un incendiario, en jefe de bomberos del pueblo”.
“La persecución de las mujeres, por Irán, es flagrante y sistemática, lo mismo en la ley que en la práctica. Los mulás (guardianes, intérpretes de la religión) obligan a las mujeres a cubrirse el cabello, con muchas de ellas detenidas y atacadas a diario bajo la misógina ley del hijab (velo que cubre la cabeza y el torso de las mujeres). Obligan a una mujer a recibir permiso de su padre, para casarse”, agregó.
En ese sentido, en el documento que, titulado “2020 Informes de País sobre Prácticas de Derechos Humanos” (“2020 Country Reports on Human Rights Practices”), publicó el 30 de marzo, en el capítulo referido a la “República Islámica de Iran”, el Departamento de Estado de Estados Unidos contextualizó la situación de la población femenina nacional.
En cuanto a hostigamiento sexual, explicó que “la ley prohíbe el contacto físico entre hombres y mujeres no vinculados”.
“No hubo datos confiables sobre la magnitud del hostigamiento sexual, pero mujeres y observadores de derechos humanos informaron que el hostigamiento sexual era la norma en muchos lugares de trabajo”, agregó.
“No se supo sobre la existencia de esfuerzos gubernamentales para atender e3ste problema”, precisó.
En cuanto a discriminación de género, se indicó, en el informe, que “la constitución prevé igual protección para las mujeres bajo la ley de conformidad con la interpretación del Islam”.
“El gobierno no aplicó la ley, y disposiciones en la ley, particularmente secciones referidas a legislación familiar y de propiedad, discriminan contra las mujeres”, según la misma fuente.
Al reaccionar a raíz de la votación en el Ecosoc, la Asociación de Mujeres Iraníes en Francia, y sus contrapartes en Italia y Suecia, afirmaron, en una declaración, que “consideramos la elección del extremadamente misógino régimen de Irán, como un insulto a todas las mujeres iraníes, las principales víctimas de este régimen durante las pasadas cuatro décadas”.
El grupo hizo, así, alusión, a la instalación del autoritario régimen religioso actual en Irán, en 1979.
Por su parte, Masih Alinejad, activista iraní de derechos humanos, tuiteó que “estos es surrealista”.
“Un régimen que trata a las mujeres como ciudadanas de segunda categoría, no permite, a sus propias mujeres, decidir sobre sus propios cuerpos, fue elegido, por Naciones Unidas, a su principal organismo para el monitoreo de las condiciones de las mujeres a nivel mundial”, agregó.
“Un régimen que encarcela (a mujeres) por no usar el obligatorio hijab, les prohíbe cantar, les prohíbe acceso a los estadios & no les permite viajar al exterior sin el permiso de sus esposos”, siguió escribiendo.
“Esto es un insulto a las mujeres iraníes quienes están en la cárcel & para millones de otras quienes son golpeadas por el mismo régimen”, puntualizó, a continuación.
Su colega y compatriota Sholeh Zamini, destacó, al calificar de “vergonzosa” la votación, que Iran no ha ratificado la Cedaw.
“No solamente no ha hecho esto sino que está actuando, bastante sistemáticamente, para violar los derechos de las mujeres”, precisó esta activista.
Por su parte, Shivah Mahbobi, activista de la Campaña para Liberar a los Prisioneros Políticos en Irán (Campaign to Free Political Prisoners in Iran”), quien fue encarceladas por tres años en el país, escribió, igualmente en Twitter, que “a pesar de 42 años de apartheid de género y de crimen contra las mujeres Naciones Unidas votó por el criminal régimen misógino Islámico para ser elegido como miembro en la Comisión de Naciones Unidas sobre derechos de las mujeres!”.
El apartheid es el régimen racista blanco que imperó, desde 1948-1996, en Sudáfrica.
Mahbobi también tuiteó una invitación general: “únanse a la protesta”.