En Colombia, la violencia contra las mujeres trans marcó un dramático inicio de año, para ese sector de la población sexualmente diversa, habiendo cobrado, apenas el 2 de enero, la primera víctima, y, dieciséis días después, la segunda.

Parece mantenerse así, en 2021, la incidencia de los crímenes de odio, los que, en el caso de los transfemicidios, en 2020, fueron 32, según los cálculos de la organización no gubernamental Red Comunitaria Trans.

En cuanto al cálculo de la entidad respecto a los asesinatos por razón de orientación sexual, durante el año pasado, diferentes medios de comunicación nacionales citaron la advertencia, coincidentemente formulada por diferentes organizaciones de sociedad civil, en el sentido de que los números correspondientes a esos crímenes probablemente sean superiores, debido a que existe un considerable subregistro.

Al denunciar, en su sitio en la red social Facebook, los más recientes asesinatos de mujeres transexuales, la organización defensora de los derechos de este sector de la comunidad sexualmente diversa de Colombia cuestionó lo que describió como la ausencia de acción, para combatir esos delitos, de parte de Iván Duque, el presidente del andino país sudamericano.

La misma crítica dirigió a Claudia López, la alcaldesa de Bogotá -la capital nacional-, la primera mujer en el desempeño del cargo, quien además, como lesbiana, integra la comunidad diversa nacional.

“No ha termina enero y ya tenemos que registrar el segundo asesinato del año”, denunció la red, el 28 de enero, en Facebook.

“El cuerpo de Verónica Solano fue encontrado sin vida y con varias heridas con arma blanca en el barrio Tíntala”, informó, en alusión al sector capitalino donde la víctima fue abandonada luego de cometido el crimen.

“La mataron a punta de puñaladas…su cuerpo muestra que hubo dolor, sufrimiento, prejuicio, odio, sanción a su construcción identitaria, y nos exige verdad, justicia, reparación y no repetición”, agregó, en el breve texto que acompañó con una fotografía, en blanco y negro, de Solano.

“Exigimos a la Procuraduría General de la Nación, Fiscalía General de la Nación Colombia, Alcaldía Mayor de Bogotá, Personería de Bogotá adelantar las investigaciones y que la muerte de Verónica NO quede en la impunidad”, declaró, además, la red.

Y, dirigiéndose al presidente y a la alcaldesa, preguntó -a manera de fuerte crítica: “¿Cuantas vidas más necesitan para tomar acciones Iván Duque Claudia López?”.

En el primero de los dos crímenes, ocurrido el 2 de este mes, una mujer trans identificada solamente como Samantha -popularmente conocida como “Sammy”-, quien se desempeñaba como estilista, fue fatalmente baleada por dos hombres armados -aun no identificados-, según la red.

“Fue atacada en Mariquita por hombres armados que se movilizaban en una motocicleta”, indicó la entidad, en alusión a la localidad, cercana a Bogotá, que fue escenario del asesinato.

Según lo informado por Radio Lumi, emisora de esa comunidad, “la mujer (…) fue fulminada con varios tiros, por parte de los agresores”.

En cuanto a los casos ocurridos en 2020, el último tuvo lugar el 30 de diciembre en la sureña localidad de Ipiales, fronteriza con Ecuador, indicó la red.

Una mujer trans identificada como Erika, “recibió golpes, puñaladas en el cuello y hubo violencia sexual”, precisó.

En otro incidente, relatado por la agencia informativa Infobae como “uno de los (…) más relevante del año pasado”, Juliana Giraldo fue baleada fatalmente, el 24 de setiembre, por un soldado quien se hallaba en un retén militar, en el departamento (provincia) de Cauca, en el suroeste colombiano.

Giraldo se desplazaba en un automóvil, conducido por Francisco Larrañaga, esposo de la víctima, según la versión periodística.

“Los pasajeros se movilizaban cuando un soldado (…) disparó contra el carro (automóvil) al ver que este se devolvió cerca donde se encontraban unos uniformados del Ejército”, indicó la agencia.

Por otra parte, Alejandra Monocuco, murió, el 29 de mayo, “sin que se le prestaran la correcta atención en salud, por ser trans, por ser prostituta, por vivir con VIH (Virus de Inmunodeficiencia Humana)”, de acuerdo con la misma fuente, que citó a la red.

En su sitio en Facebook, la Red Comunitaria Trans se define como “un centro de pensares y acciones colectivas artísticas, políticas, culturales y comunitarias, que surge como iniciativa de mujeres Trans trabajadoras sexuales del barrio Santa fe en Bogotá en agosto del año 2012”.

Se trata de “una propuesta para consolidar la unión entre personas trans que trabajan desde la calle, la academia, las organizaciones sociales, el trabajo comunitario, el distrito y en general todas las personas que quieran formar parte de la lucha en la construcción de una ley de identidad de género para obtener un reconocimiento jurídico de las personas trans a nivel nacional”.

En la declaración que emitió respecto a los dos transfemicidios de enero, la red expresó que “nos siguen matando por construirnos como mujeres libres”, y agregó que “las personas trans queremos vivir… no sólo sobrevivir”.