El Mundial Femenino de Fútbol Francia 2019 terminó ayer con la victoria de Estados Unidos por segunda vez consecutiva.

No obstante, poco antes de la final entre Holanda y Estados Unidos, la capitana estadounidense Megan Rapinoe declaró su malestar con el hecho de que el partido haya sido programado el mismo día que las finales de la Copa América y la Copa de Oro, alegando que un Mundial se organiza con suficiente antelación como para que sucedan esa clase de cosas.

“No creo que la FIFA nos tenga, en general, el mismo nivel de respeto que tiene hacia los hombres”, comunicó la capitana.

Sumado a esto, también señaló la injusticia existente con la diferencia monetaria del premio que reciben los hombres con respecto a las mujeres. La FIFA había informado días antes que para el siguiente Mundial Femenino los premios subirán a un monto de $60 millones, no obstante, la cifra para los premios del siguiente Mundial (masculino) en Qatar es de nada menos que $440 millones.

Rapinoe admite que el futbol masculino posee mayor rentabilidad que el femenino, y que no alza la voz para pedir la misma cantidad de dinero en los premios, sino para que se tome conciencia de la evidente brecha de género que todavía impera en el mundo del deporte y en la sociedad.

Este hecho, cabe destacar, trascendió al campo de juego, cuando parte de la afición durante el partido comenzó a gritar: “equal pay” (igualdad de salario).

Megan Rapinoe, la capitana del equipo estadounidense, fue distinguida como la mejor jugadora del campeonato, recibiendo el Balón de Oro, así como con la Bota de Oro, otorgada por ser la mayor goleadora: 6 goles.

Alex Morgan, también del equipo de Estados Unidos, recibió la Bota de Plata.