La igualdad de género en materia salarial, en Brasil, es un hecho. El presidente de ese país sudamericano, Luiz Inácio Lula da Silva, firmó, el 3 de julio, la Ley 14.611, que garantiza la equidad en ese campo

Las conquistas de género son resultado de la conciencia política que, al respecto, se genere, aseguró Da Silva, durante la actividad de promulgación, en la cual, entre otras autoridades, participó la ministra de la Mujer, Aparecida “Cida” Gonçalves.

Según lo indicado en el primero de sus siete artículos, la nueva ley “dispone sobre la igualdad salarial y de criterios remunerativos entre mujeres y hombres para la realización de trabajo de igual valor o en el ejercicio de la misma función, y modifica la Consolidación de las Leyes del Trabajo (Consolidação das Leis do Trabalho, CLT), aprobada por el Decreto-Ley nº 5.452, de 1º de mayo de 1943”.

El segundo artículo reafirma, en calidad de advertencia, que esa igualdad salarial “es obligatoria y será garantizada en los términos de esta Ley”.

Por otra parte, se establece que, “en el caso de infracción (…) la multa (…) corresponderá a 10 -diez- veces el valor del nuevo salario adeudado por el empleador al empleado discriminado, elevada al doble, en el caso de reincidencia, sin perjuicio de las demás obligaciones legales”.

La equidad salarial será garantizada mediante cinco medidas, según lo indicado en el cuarto artículo.

Se trata de “establecimiento de mecanismos de transparencia salarial y de criterios remunerativos”, así como de “aumento de la fiscalización contra la discriminación salarial y de criterios remunerativos entre mujeres y hombres”, lo mismo que “habilitación de canales específicos para denuncias de discriminación salarial”.

También, “promoción e implementación de programas de diversidad e inclusión en el ambiente de trabajo que incluyan la capacitación de gestores, de líderes y de empleados respecto al tema de la equidad entre hombres y mujeres en el mercado del trabajo, con evaluación de resultados”.

Asimismo, “fomento a la capacitación y a la formación de mujeres para el ingreso, la permanencia y el ascenso en el mercado de trabajo en igualdad de condiciones con los hombres”.

Durante la ceremonia de firma de la nueva legislación, Da Silva aseguró que “no existe eso de que la ley atrapa o no atrapa”, para, de inmediato, aclarar que, “en verdad, lo que existe es gobierno que hace cumplir la ley, y gobierno que no hace cumplir la ley”, y, como advertencia, agregar que “nuestro gobierno va a hacer cumplir la ley”.

Respecto al último punto, aseguró que ello es así “porque nosotros tenemos fiscalización, tenemos Ministerio del Trabajo, Ministerio de la Mujer, y Ministerio Público del Trabajo, y todo eso tiene que hacer funcionar en beneficio del cumplimiento de la ley”.

“Yo siempre dije que las conquistas de las mujeres y de todos no se darán por obra del gobierno” sino que “se darán en la medida en que crea consciencia política y se demanda y exige al gobierno, y es para eso que uno fue electo”, subrayó, durante la actividad realizada en la Base Aérea de Brasilia -en la capital nacional-, antes de viajar Argentina -para una reunión, 3-4 de julio, del bloque comercial regional sudamericano Mercado Común del Sur-.

El presidente explicó, asimismo que, si bien la equidad salaria de género estaba prevista en la CLT -que data de ocho décadas, se ha utilizado “pretextos, subterfugios jurídicos -de interpretación jurídica-, para no cumplirla, desde 1943”, y agregó que, con la nueva ley, los empleadores quienes no cumplan las disposiciones, van a “enfrentar la legislación brasileña…no es normal, la desigualdad, en este país”, reflexionó.

“Es importante que ustedes sepan que, para que esa ley sea cumplida, las personas tendrán que jugar muy duro”, aconsejó, de inmediato.

“Hoy, hay Internet, ustedes pueden denunciar, los empresarios van a tener que hacer informes, van a tener que explicar públicamente, van a tener que explicar, porque el cliente va a pagar una ropa y va a querer saber si esa tienda está tratando con igualdad”, siguió recomendando.

En opinión de Gonçalves, “la igualdad permite que las mujeres tomen decisiones mejores para ellas mismas, para sus familias, y para sus comunidades”.

“Por eso, se espera que la ley promueva no solamente beneficios económicos sin, principalmente, un cambio de cultura y comportamiento en Brasil”, reflexionó, en calidad de pronóstico, además de destacar que “este es un gobierno que respeta a todas las mujeres”.

“La igualdad es un derecho fundamental y universal, y es una necesidad, una urgencia”, subrayó, agregando que “es con igualdad, que creamos condiciones para que todas las personas puedan estar en todos los espacios”.

Gonçalves planteó que “nosotras aguardamos, este día, por lo menos, ochenta años”.

Foto: Bia Santana