Las españolas están en modo de rebelión pacífica mientras se preparan, este mes, con miras al 8M -8 de marzo, Día Internacional de la Mujer-.

El inicio de lo que las organizadoras del movimiento definieron como un mes de “revuelta feminista” tuvo lugar el fin de semana en Madrid, donde miles de mujeres –locales, y también oriundas de diferentes puntos del país europeo- formaron una cadena, de aproximadamente siete kilómetros de largo, que rodeó el centro de la capital.

Vistiendo prendas color morado –o portando implementos con esa tonalidad-, alrededor de ocho mil personas –mayoritariamente mujeres, además de hombres e integrantes de grupos familiares- se expresaron respecto a las diferentes formas de violencia de género que afectan a las mujeres, y que, entre otras consecuencias, se traducen en femicidios, discriminación, desigualdad económica.

Las preocupaciones expresadas en la primera manifestación de la revuelta este mes, incluyeron precariedad laboral y cuidados, pensión digna, derecho a  vivienda, labor en el hogar, así como la reivindicación del ecofeminismo –la corriente del movimiento feminista que integra el tema ecológico, y que vincula a la degradación ambiental con la subordinación y la opresión de que son objeto las mujeres-.

Esos temas fueron abordados, además, por algunas participantes, en declaraciones a medios locales e internacionales, durante la manifestación pacífica.

Al referirse a la presencia de cierto número de hombres, una estudiante de Filología identificada solamente como Carmela, citada por el diario español El País, expresó que “somos todas y somos todos”.

“Los últimos tres años han servido para que todo el mundo se vea concernido”, agregó.

Se trata del período en el cual, en materia de violencia de género, ha aumentado la frecuencia de casos de femicidio.

En tal contexto, el número anual de esos crímenes pasó de 50 en 2017, a 51 en 2018, hasta los por lo menos 55 registrados el año pasado, de acuerdo con cifras de la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género citadas por medios locales.

El de 2019 es el número más alto desde 2015, cuando fueron registrados 60 femicidios, cifra que bajó marcadamente a 49, en 2016, para iniciar la actual tendencia alcista.

También citada por El País, una manifestante identificada únicamente como Adela, destacó el hecho de que, al participar en actividades como la del fin de semana, las manifestantes dialogan sobre los problemas que enfrentan.

“Lo importante es que las mujeres estamos hablando, conociéndonos y compartiendo experiencias que, aunque distintas, tienen la misma raíz y podemos entendernos”, aseguró, para agregar que “unirse nos sirve para avanzar, y eso es algo que recoge también esta cadena”.

Al respecto, y en alusión a la variedad de lugares de origen de las participantes, Chelo Hernández, de la Comisión 8-M de Madrid, una de las organizadoras de la actividad, explicó que “se han creado muchas organizaciones, porque, aunque haya luchas comunes a todas, cada lugar tiene sus problemas, y solo quienes viven en esos lugares pueden detectarlos y luchar contra ellos”.

Manifestaciones como la llevada a cabo el 8 de este mes en Madrid viene desarrollándose, en la capital española, desde 2016, cuando surgió la idea.

Para 2017, la iniciativa cobró fuerza considerable, habiendo reunido, en diferentes actividades previas al 8 de marzo, según sus organizadoras, a aproximadamente medio millón de personas, número que, de acuerdo con las mismas fuentes, subió, en 2018, a un millón, habiéndose ubicado, en 2019, en alrededor de 350 mil.

Para este año, solamente la primera de las actividades programadas para febrero, congregó a alrededor de ocho mil participantes.

En ese sentido, Hernández aseguró que “este es el arranque de cara al día 8 de marzo, pero no vamos a parar”, porque “somos muchas las que hemos salido, salimos, y seguiremos saliendo a la calle para luchar por nuestros derechos -que son los de todos-, por la igualdad”.

Institucionalizado, en 1975, por Naciones Unidas, para conmemorarse el 8 de marzo de cada año, el día fue inicialmente observado el 19 de marzo de 1911en Alemania, Austria, Dinamarca, y Suiza.

La fecha destaca los esfuerzos por lograr la igualdad de género y el desarrollo pleno de las mujeres.