Más mujeres están denunciando las agresiones machistas, sin embargo, la proporción de quienes optan por permanecer en silencio aún es preocupantemente considerable

El número de víctimas de violencia de género, en España, presenta tendencia ascendente, lo mismo que el de las denuncias de tales incidentes, de acuerdo con los más recientes datos oficiales.

Sin embargo, la proporción de quienes optan por permanecer en silencio ante tales acciones machistas, aún es preocupantemente considerable, según los mismos cálculos, referidos para el período enero-marzo de este año.

Al informar, el 14 de junio, sobre el tema, el medio de comunicación español 20 Minutos citó los números del Consejo General del Poder Judicial (Cgpj), para señalar que las mujeres agredidas, de diferentes maneras, en ese trimestre, fueron 11.5 por ciento más que quienes pasaron, en 2022, por atentados machistas contra sus derechos y su integridad, indicó el Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género, del Consejo General del Poder Judicial (Cgpj).

Además, “las denuncias ascendieron a casi 50,000, de las cuales dos de cada tres fueron presentadas por las propias víctimas”, precisó 20 Minutos.

En ese sentido, el periódico reprodujo datos de la misma fuente oficial, para explicar que, “en los tres primeros meses de este año hubo 45,154 mujeres víctimas y 46,327 denuncias”.

En materia de denuncias, “los datos muestran un aumento, no solo respecto al mismo trimestre de 2022, sino también en relación con los últimos tres meses del año pasado: (…) un 11% más que en el mismo trimestre del año pasado y un 2,7% más que en los tres últimos meses de 2022”.

No obstante, lo alentador que resulta el hecho de que más mujeres estén dispuestas a poner en evidencia a sus atacantes, el dato -igualmente ascendente- referido a quienes optan por no hacerlo es motivo de preocupación, de acuerdo con lo indicado en la versión periodística.

“Un 10.67% de las víctimas, renunció a declarar contra su agresor, lo que supone un punto porcentual más que el año pasado: 4,818 mujeres que se acogieron a la dispensa de la obligación legal de declarar, de las cuales 2.041 eran extranjeras”, reveló la publicación, sin detallar, en el segundo caso, las nacionalidades.

Sobre este punto específico, citada por 20 Minutos, la presidenta del observatorio del Cgpj, Ángeles Carmona, dijo que la información que tiene que ver con las víctimas quienes deciden no denunciar, amerita análisis en dos vías simultáneas.

“De un lado, es un dato positivo, porque muestra que las víctimas no se callan, denuncian”, señaló.

“Pero, por otro, significa que la violencia de género en España sigue haciendo mucho daño a muchas mujeres”, reflexionó, a continuación.

“Debemos ser capaces de conseguir que todas ellas sientan que, dando ese difícil paso -que es denunciar a su pareja o expareja-, están abriendo la puerta a un futuro mejor, para ellas y para sus hijos”, aseguró.

En materia de combate a la violencia machista, el gobierno español puso en vigencia, el año pasado, un sistema de contabilización, más amplia que el vigente hasta entonces, de los asesinatos que tengan componente de género, para calificarlos como femicidio.

Se trata de la creación de cuatro categorías según las cuales esos crímenes son así clasificados.

El nuevo procesamiento de datos -vigente desde el 12 de setiembre de 2022- hará posible analizar, en mayor detalle, la violencia contra mujeres, más allá del entorno circunscrito al vínculo de pareja -actual o pasado-, precisó, al respecto, la secretaria (ministra) de Igualdad, Ángela Rodríguez, citada en una nota informativa que el diario español El País publicó ese día.

Al respecto, el medio de comunicación indicó que, “a partir de ahora, el Gobierno no solo contabilizará los asesinatos cometidos por las parejas o exparejas —lo que ha estado conformando el marco de la violencia machista—, sino todos aquellos que tengan un componente de género”.

Ello, “porque la violencia relacionada con la misoginia y las desiguales relaciones de poder va más allá de lo sentimental”, agregó.

Al detallar las categorías, la publicación puntualizó que dejará de usarse el término “asesinatos por violencia machista”, para clasificar esos crímenes, en términos generales, como “femicidio en la pareja o expareja”.

De ese modo, se formalizó el concepto de “feminicidio familiar”, consistente en “el asesinato cometido por un hombre del entorno familiar de la mujer, e incluirá los llamados crímenes de honor”.

Además, el “feminicidio sexual”, para calificar “el asesinato de cualquier mujer directamente relacionado con una agresión sexual”, clasificación que “incluirá también a las víctimas de trata y/o explotación sexual, mujeres con profesiones estigmatizadas por cuestión de género, matrimonio forzado y mutilación genital femenina”.

Al mismo tiempo, el registro de “feminicidio social”, se refiere a “la agresión no sexual por parte de un hombre que no sea ni familia ni pareja o expareja de la víctima, por ejemplo, los que puedan cometerse por vecinos, amigos, compañeros de trabajo o empleadores”.

Igualmente, como “feminicidio vicario”, quedó definido “el asesinato de una mujer mayor de edad como instrumento para el perjuicio o daño a otra mujer”, sea “dentro o fuera del ámbito de la pareja o expareja”.

En opinión de Rodríguez, la nueva herramienta no es meramente técnica, sino que es “profundamente política (…) sirve para nombrar aquello que, hasta ahora, ha permanecido en silencio”.

La ministra subrayó, asimismo, que “es un acto de ruptura de ese silencio, y, también, de reparación de las víctimas, y ha de servir para un empuje de políticas y recursos y para poner el foco en la desigualdad de poder que las mujeres sufrimos a lo largo de toda la vida”.

Foto: Karolina Grabowska